El delivery lleva años bien asentado en nuestro país y ya forma parte de nuestra cultura de consumo. El verano, donde nuestras rutinas pasan a un segundo plano, y los eventos deportivos como la Eurocopa, nos arrastran a la comodidad de que nos sirvan en un par de clics en la comodidad de nuestro hogar.
Esta relajación de nuestros hábitos muestra como el consumo de alimentos saludables pasan desapercibidas cuando pedimos a través de las apps. Comida rápida, barata y alta en calorías son las características principales de nuestras guility pleasures más cotizadas online.
Héctor García BarnésGráficos: Miguel Ángel Gavilanes
¿Dónde está la paella?
Evidentemente, una paella no cabe en una mochila de reparto a domicilio, pero eso no quita que a nivel gastronómico, nos aferremos a nuestras tradiciones locales a la hora de pedir online. Si hay algún plato transversal a la gastronomía española son sin duda las croquetas. Es por esto que es el único manjar que se repite en el podio de tres comunidades autónomas: Catalunya, Extremadura y Canarias.
Así ha evolucionado la tendencia del delivery en España (El Confidencial, Glovo)
Los clásicos arraigados nunca fallan. Por ejemplo, la tortilla de patatas arrasa en Galicia y la chistorra, cómo no, en Navarra. El mar también se hace un hueco en el mapa en forma de tapa, con las rabas de calamar en Cantabria y el bocadillo de calamares en Aragón. Pero ¿qué sería de Castilla y León sin sus torreznos o de Murcia sin su ensaladilla? Por no hablar de los Asturianos, que tampoco se la juegan y permanecen fieles al cachopo.
Nos aferramos a nuestras tradiciones locales a la hora de pedir online
Madrid y la Comunidad Valenciana lo apuestan todo a la patata. Al más puro estilo castizo, los madrileños se la gozan con los huevos rotos con jamón y los valencianos con las típicas bravas "valencianas" en las que el ketchup y el allioli sustituyen a la salsa madrileña. En Euskadi también tiran de clásico con los infalibles pimientos de padrón. No podemos olvidar a Andalucía, que han dejado de lado a los flamenquines y lo dan todo por el serranito.
Por mucho que intenten embaucarnos con pokes, tacos y makis, en España se come mejor que en ningún sitio, según estos datos. Todavía queda mucho verano y sobre todo las olimpiadas. Ya veremos si la gastronomía francesa nos pega un repaso. Spoiler: no creo.