Toma nota
El sencillo truco para lavar los bañadores y bikinis después de la playa: sin lavadora y sin estropearlos
La sal del mar, el cloro y los rayos del sol pueden causar estragos en estas prendas. Toma nota de los pasos que deberías hacer para cuidarlas en verano después de cada uso
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¿Sabías que cuidar adecuadamente tus bañadores y bikinis puede hacer que se mantengan como nuevos por mucho más tiempo? Durante el verano, nos acompañan en nuestras aventuras en la playa y la piscina, pero la sal del mar, el cloro y los rayos del sol pueden causar estragos en estas prendas tan queridas. Afortunadamente, con unos sencillos pasos, puedes proteger tus bañadores y bikinis del desgaste y mantenerlos en perfectas condiciones.
El truco para mantener la vitalidad de tus trajes de baño no requiere grandes esfuerzos ni productos caros. Simplemente, se trata de tener un poco de cuidado y atención después de cada uso.
Aquí te presentamos un sencillo truco que te ayudará a mantener tu ropa de baño en perfectas condiciones.
1. Enjuagar inmediatamente después de usar
El primer paso para prolongar la vida de tus bañadores es enjuagarlos con agua fría nada más salir del mar o la piscina. Este simple gesto ayuda a eliminar la sal y el cloro que, si se dejan secar en el tejido, pueden dañarlo considerablemente. Si no puedes enjuagarlos de inmediato, guárdalos en una bolsa impermeable hasta que llegues a casa.
2. Lavado a mano, siempre que sea posible
Para limpiar tus bañadores, lo mejor es hacerlo a mano. Llena un recipiente con agua fría y añade una pequeña cantidad de detergente suave o especial para prendas delicadas. Deja el bañador en remojo unos 10-15 minutos y agítalo suavemente para que el detergente penetre bien. Evita frotar con fuerza o usar detergentes agresivos, blanqueadores o suavizantes, ya que estos productos pueden dañar el tejido y los colores.
3. Secado adecuado
El secado es una etapa crucial. Después de enjuagar bien el bañador, elimina el exceso de agua presionándolo suavemente entre dos toallas. Luego, déjalo secar al aire libre en una superficie plana y a la sombra. Nunca lo cuelgues directamente al sol, ya que los rayos UV pueden desvanecer los colores y deteriorar los materiales. Tampoco uses secadoras ni lo cuelgues por las tiras, pues esto puede deformar la prenda.
4. Tratamiento de manchas
Si tu bañador tiene manchas de protector solar, aceites bronceadores u otras sustancias, aplícales una pequeña cantidad de detergente suave o jabón líquido y frota suavemente con los dedos o un cepillo de dientes suave. Deja actuar unos minutos antes de enjuagar con agua fría.
5. Almacenamiento correcto
Antes de guardar tus bañadores, asegúrate de que estén completamente secos para evitar la formación de moho y malos olores. Guárdalos en un lugar fresco y seco, y evita doblarlos de manera que cause arrugas permanentes. Las bolsas de tela transpirables son una excelente opción para su almacenamiento, ya que permiten que la prenda respire.
El truco infalible para fijar los colores
Un truco adicional que puedes probar, especialmente con bañadores nuevos, es ponerlos en remojo con agua, sal y un poco de vinagre antes del primer uso. Esto ayuda a fijar los colores y evitar que se destiñan con el tiempo.
Con estos simples pasos, tus bañadores y bikinis se mantendrán en buen estado, listos para acompañarte en muchas aventuras veraniegas más. Así que, la próxima vez que vuelvas de la playa o la piscina, dedica unos minutos a cuidar de tu ropa de baño y verás cómo te lo agradecen.