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orgullo LGTBI 2024

Jaime de los Santos (PP): "Tan repugnante es que se queme la bandera gay como la de España"

El secretario de Cultura y portavoz de Igualdad del Partido Popular confiesa en esta entrevista que se ha sentido señalado en numerosas ocasiones por ser homosexual y miembro de un partido de centro-derecha

Jaime de los Santos en el patio del Congreso de los Diputados. (David Mudarra)

Es licenciado en Historia del Arte, buscador incansable de belleza, novelista... Es gay, diputado del Partido Popular, secretario de Cultura del PP, el portavoz de Igualdad de esa formación. Jaime de los Santos (Madrid, 1978) es todo eso y mucho más, pero sobre todo es pasión desbordante, porque es incapaz de no poner ese ingrediente en absolutamente todo lo que hace. Para comprobarlo solo hay que leer Íncip, la columna que todas las semanas publica en El Confidencial, o hincarle el diente a esta entrevista, en la que habla abiertamente y sin tapujos de su homosexualidad, de sus referentes culturales, de la extrema derecha... Pasen y lean.

PREGUNTA. Sé que estás escribiendo tu segunda novela, una historia en la que pones en paralelo las vidas de dos referentes de la historia universal del arte como son Caravaggio y Pasolini. ¿Es así?

RESPUESTA. Así es. La editorial Contraluz me ha dado la oportunidad de profundizar en dos de los creadores más grandes de todos los tiempos, Michelangelo Merisi da Caravaggio y Pier Paolo Pasolini. Dos hombres profundamente comprometidos con los más desfavorecidos que utilizaron su arte para iluminar esa parte del mundo que permanecía en penumbra como consecuencia de la desigualdad. Por mucho que una parte de la historiografía y, sobre todo, sus contemporáneos pusieran el foco en, precisamente, los episodios más polémicos de sus biografías, la verdad es que fueron hombres de luz, controvertidos, sí, pero con un nivel de empatía casi único. Eso trataré de demostrar con mi novela, su inmensa capacidad para trascender cualquier marco impuesto por el poder, su valentía a la hora de enfrentarse a todos en defensa de un ideal superior.

P. Los dos fueron hombres polémicos con imputaciones por delitos graves...

R. No se puede mirar la historia sin su contexto. Con los ojos de hoy nada de lo que ocurrió en el pasado, incluso en un pasado cercano, sería indultado. A Caravaggio le persiguieron las envidias de quienes sabían que era el pintor más dotado de su tiempo. Pasolini no encajaba entre quienes le reclamaban ortodoxia absoluta. Y ni el uno ni el otro estaban dispuestos a traicionar sus profundos ideales. Por eso a Caravaggio le rechazan en la Academia de San Lucas y a Pasolini le expulsan del Partido Comunista: por ser fieles a si mismos, por negarse a claudicar.

'Concierto de jóvenes', de Michelangelo Merisi da Caravaggio. 1595. Metropolitan Museum of Art.

P. ¿Crees que la homosexualidad de Caravaggio y de Pasolini atraviesa sus trabajo?

R. Por supuesto. La sexualidad es una pulsión primaria que nos atraviesa a todos. Mucho más cuando, como es su caso, se vive inmerso en una permanente búsqueda de la verdad. Pasolini nunca ocultó su homosexualidad en un tiempo en el que, además de pecado, estaba tipificada como enfermedad psiquiátrica. Él, que dedicó una de sus mejores películas, El evangelio según San Mateo, al Papa Juan XXIII, que no dudó en rodar cintas tan polémicas por su crudeza como Saló. Toda su carrera, en realidad, podría verse como una autobiografía emocional, una reivindicación de su manera de sentir y ver la realidad. Con Caravaggio lo que ocurre es que no tenemos documentado que fuera homosexual. En realidad en el siglo XVII no existía ese concepto. A la vista de sus primeros cuadros se puede extraer la idea de un homoerotismo evidente que, en su caso, se atenúa con el tiempo, a la vez que los fondos se hacen más oscuros.

P. ¿Le ocurre eso a todos los artistas?

R. Nos ocurre a todos. Nuestros actos no son más que la prolongación de nuestros sentimientos. Unas veces para enfatizarlos y otras, tristemente, por ocultación.

P. Ahí esta por ejemplo Miguel Ángel Buonarroti, quien escribió algunos de sus poemas más bellos a Tommaso Cavalieri...

R. Miguel Ángel no sólo fue el arquitecto, pintor y escultor más brillante de su tiempo, también fue un escritor de una sensibilidad infinita. Entre todos sus textos, algunos dirigidos a mujeres como Beatrice d’Este, los de mayor belleza, los de mayor fuerza poética, son los que le dedica al que era su amante, el joven Tommaso Cavalieri. Versos de amor en los que describe su piel, sus pestañas, la flecha que dice que le atraviesan el pecho cada vez que lo ve. Un sentimiento que recuerda mucho al de Santa Teresa durante su éxtasis.

Jaime de los Santos con una de las biografías de Caravaggio con las que está trabajando. (David Mudarra)

P. A Federico García Lorca se dice que lo asesinaron "por rojo y maricón"...

R. A Lorca lo asesinan unas bestias que además de iniciar una guerra no entendieron que sin cultura es imposible construir nada. Federico García Lorca fue un hombre que defendió siempre la libertad de cada uno para ser y soñar lo que quisiera, que tuvo que enfrentarse incluso a personas de su confianza como Luis Buñuel que le acusaban de “maricón”. Y en las palabras encontró una vía de escape mientras construía una tabla de salvación para todos los que le hemos leído después.

P. Te he escuchado decir muchas veces que a ti Lorca te salvó la vida...

R. Y es cierto. Con 12 años, mientras sobrevivía a los insultos permanentes en el patio del colegio por mi afeminamiento, mis padres encontraron un lugar donde podría ser yo mismo al margen de todo tipo de críticas; una escuela de teatro. Allí encontré a Federico García Lorca y descubrí que el mundo era un lugar maravilloso lleno de matices y oportunidades. El primer texto al que me enfrenté, Los amores de don Perlimplín con Belisa en su jardín, además me enseñó que el amor todo lo vale y que todos los amores valen lo mismo. Cada tarde, subido a un escenario de un teatro municipal, podía cantar, bailar y ser yo mimo sin medo a que nadie me juzgara.

P. ¿Sería bueno que hubiera más teatros para los niños y niñas de hoy?

R. Más espacios de libertad para que puedan vivir a su manera. A los menores no hay que obligarles a decidir nada, ni a sus padres, que pueda ser irreversible. La sexualidad puede ser fluida durante una parte de la infancia y que eso no signifique nada. Por eso hacen falta espacios educativos seguros para que todos los niños puedan vivir a su manera. Y que cuando sean adultos decidan qué necesitan. Y que las instituciones les sigan asegurando todo lo que puedan necesitar. Y sí, mas teatros. Para todos. Y libros, libros; que es lo mismo que decir amor, amor.

"Los que deberían luchar por la igualdad son los que a mí, por ejemplo, no me dejan encabezar la marcha que atraviesa Madrid cada año"

P. ¿Cuánto han construido quien eres hoy todas aquellas experiencias traumáticas?

R. Soy quien soy por lo que viví. También es cierto que no recuerdo todo aquello con especial dolor. Llegaba a mi casa y tenía una familia que no me señalaba si un día me vestía de princesa o si le quitaba a mi hermana Ángela una de sus muñecas. Más allá de mi sexualidad, la realidad es que he vivido siempre entre mujeres y mis modelos eran ellas. Mis hermanas mayores, mi madre, sus amigas. ¿Cómo no iba a estar imbuido en su universo? Otra cosa es cuando llegas al instituto y un grupo de valientes te arrincona porque les pareces distinto. Durante un trimestre, salía de casa, quitaba la clavija del teléfono fijo para que no pudieran localizar a mi madre y me montaba en un autobús hasta que llegaba la hora de la comida. Por supuesto, me pillaron. Y se enfadaron mucho conmigo pero por no haberles pedido ayuda. Ese año suspendí todo menos Historia. Y repetí, claro.

P. En tu Íncipit de hace justo un año, el que celebraba el orgullo LGTBI de 2023, escribías sobre cómo películas como La ley del deseo, de Pedro Almodóvar, te ayudaron a reconocer tu homosexualidad.

R. Yo siempre supe que era gay. Pero encerrado en la cocina y viendo en una televisión minúscula algunas películas como La ley del deseo encontré más referentes y, sobre todo, escenas lúdicas que suavizaban la otra cara de la moneda, la del pecado y la enfermedad. Me acuerdo de que siempre estaba atento a que no llegara nadie y me pillara viendo aquellas historias no tanto porque les pudiera parecer mal sino porque me moría de la vergüenza.

P. Y, de repente, llega la política y te seduce. ¿Te has sentido señalado alguna vez por ser gay y de un partido de centro-derecha?

R. Muchas veces. Y casi siempre desde la izquierda. Que en pleno siglo XXI y en uno de los países más igualitarios del mundo haya quienes pretendan hacernos pasar a todos y todas por ciudadanos grises con posibilidad de solo mirar en una dirección es lo realmente antediluviano. Los que deberían luchar por la igualdad, porque desaparezcan todo tipo de exclusiones, son los que a mí, por ejemplo, no me dejan encabezar la marcha que atraviesa Madrid cada año en defensa de los derechos del colectivo LGTBI.

Jaime de los Santos junto a uno de los leones que custodian el acceso principal de la Cámara Baja. (David Mudarra)

P. Pero también es cierto que tu partido, el PP, gobierna en muchos territorios con quienes, por ejemplo, tiran a la basura la bandera arcoiris...

R. Y me parece repugnante. No se puede acabar con ningún símbolo que sea sinónimo de diversidad ni se puede borrar una lucha que ha sido imprescindible para entender el país que somos hoy. Claro que es igualmente repugnante que algunos quemen la bandera de España y que los que nos señalan por supuesta connivencia con la extrema derecha, a ellos, no les digan absolutamente nada.

P. ¿Te asusta el ascenso de la extrema derecha en Europa? ¿Están en peligro los derechos del colectivo LGTBI?

R. Me asusta el ascenso de todos los extremos. A izquierda y derecha. Me asusta que aparezcan partidos antisistema que lo que buscan es desbaratar el estado de derecho que tanto costó conseguir. Me asusta que para permanecer al frente de un gobierno haya quienes no duden en tensionar la vida política para precisamente polarizarlo todo. Respecto de los derechos del colectivo, sinceramente, no creo que estén en peligro. Son respetados por la inmensa mayoría de ciudadanos europeos y es imposible que se dinamite toda esa construcción que entre todos y todas nos hemos dado.

"Me asusta el ascenso de todos los extremos. A izquierda y derecha"

P. ¿Por qué es importante seguir celebrando semanas como esta del Orgullo Gay?

R. Primero porque no en todas las latitudes se vive con la misma igualdad y occidente tiene la obligación de convertirse en un espejo en el que otros quieran mirarse. Segundo porque los derechos hay que mimarlos, sobre todo los que reconocen la diversidad de quienes hasta hace poco estábamos incluso penalizados por leyes injustísimas. Pero es que, además, la manifestación estatal que cada año atraviesa Madrid es un buen ejemplo de cómo se pueden reivindicar derechos con un carácter eminentemente lúdico al que se suman hombres y mujeres de toda ideología, condición sexual y nacionalidad.

P. Acaban de cumplirse 55 años de los disturbios de Stonewall, la revuelta que inició la lucha del movimiento LGTBI. ¿Cómo lo ves desde la distancia?

R. Más de medio siglo para la consecución de la igualdad y el reconocimiento de la diversidad. En un mundo diverso lo que hay que asegurar es el derecho de todos y todas a ser cómo queramos pero atendiendo siempre a nuestras obligaciones por vivir en comunidad. Y en esta batalla las primeras que salieron a la calle, que se enfrentaron a los intransigentes, fueron las mujeres trans. A todas ellas y a quienes a continuación han peleado por esos derechos sólo puedo darles gracias. Pero también a quienes desde sus diferentes responsabilidades han trabajado en esa misma dirección, a todos los hombres y mujeres anónimos que, en el caso de España, han sido capaces de pasar de una dictadura insoportable a una de las mejores democracias de occidente.

Jaime de los Santos en el Orgullo LGTBI de Madrid de 2023.

P. La marcha del Orgullo Gay está plagada de música, igual que tu vida, según nos cuentas en tus columnas cada semana...

R. Sin música sería imposible entender el Orgullo LGTBI. Fueron muchos cantantes los primeros en defender esa idea suprema de igualdad, quienes con sus canciones allanaron el camino. Y en mi vida…es igualmente imprescindible. Cuando escribo nuestros Íncipit o me ponga a investigar sobre Caravaggio lo hago con música clásica. De Tomás Luis de Victoria a Wagner. Mucho Satie y Scarlatti. Y el resto del tiempo me dejo acompañar por Dalida, Mina o Chavela Vargas. Mecano, Dorian Wood y Silvia Pérez Cruz. Beyonce, Anthony and the Johnsons o Madonna. ¿Quién se puede quedar quieto cuando escucha Vogue de Madonna?

P. Esa es una canción que, además, reicindica los derechos del colectivo LGTBI...

R. En la década de los sesenta del siglo pasado un grupo de artistas afroamericanos y del colectivo LGTBI comienza a utilizar el arte del movimiento como expresión última y reivindicativa del cuerpo diverso. De ahí saca Madonna la inspiración para un tema que para muchos es un himno y que se escucha en todas las discotecas del mundo desde hace casi cuatro décadas, en todos los Orgullos.

P. ¿Llegará un día en que ya no sean necesarias manifestaciones como la del próximo sábado?

R. Llegará el día en que no sea necesario insistir en la lucha porque no haya ni un solo caso de violencia LGTBIfóbica. Estoy seguro, además, que eso llegará pronto en nuestro entorno. Pero hay muchos países en los que se sigue condenando a mujeres y hombres por su condición sexual, estados que incluso contemplan la pena de muerte para quienes no vivan como heterosexuales. Y las democracias tenemos la obligación de seguir levantando la voz para que todo eso se erradique. Y, por soñar, si entre todos consiguiéramos que este mundo sea ese lugar sin exclusiones…¿qué mejor que celebrar lo alcanzado con una semana como esta?

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