¿Hubo ataque preventivo de la URSS? ¿Qué fue de Ernesto, el que abría cabezas?

Hay segundas partes de todo: de novelas, de cómics, de películas, de series… Contamos incluso con variaciones (y continuaciones) del mismo tema en cuadros y esculturas. Pero no es muy habitual que haya segundas partes de canciones. "Y es una pena, porque hay canciones que cuentan historias tan buenas que piden a gritos una secuela", asegura José Luis Moro, líder, cantante y compositor de Un Pingüino en mi Ascensor, la mítica banda que se hizo famosa en los 80 con hits como Espiando a mi vecina.

Tras constatar ese imperdonable vacío, y viendo que nadie ponía remedio,Un Pingüino en mi Ascensor decidió remangarse y resolver esta anomalía. El resultado es Secuelas, el primer disco de segundas partes de canciones y que incluye la continuación de seis conocidos temas ochenteros, entre los que se encuentran el famoso Ernesto de Los Nikis, Horror en el Hipermercado de Alaska y los Pegamoides o Ataque Preventivo de la URSS de Polanski y el Ardor.

"Ha sido muy divertido ponerse en la piel de todos esos grupos que me encantan y que ya no están en activo y tratar de mezclar su estilo con el nuestro, tanto en lo musical como en las letras2, confiesa José Luis Moro, quien junto con Mario Gil forma Un Pingüino en mi Ascensor.

El resultado es un disco desternillante, repleto del humor y la ironía que caracterizan a Un Pingüino en mi Ascensor, y que nos permite saber qué fue de Ernesto, aquel capullo al que cantaban Los Nikis que se dedicaba a matar a los viandantes que pasaban bajo su balcón por el expeditivo método de tirarles un tiesto a la cabeza. Pues bien: gracias al Pingüino ahora sabemos que el tipo formaba parte de un grupo terrorista que utiliza el tiesto como arma.

"Ernesto no era un caso aislado, / lo han dicho en el telediario, / es parte de un comando armado, / terrorista y sanguinario. / No utilizan explosivos, / ni tampoco metralletas, / eliminan objetivos / arrojándoles macetas", nos informa Un Pingüino en mi Ascensor en La banda de Ernesto, secuela de Ernesto de los Nikis y en la que han contado con la colaboración de Emilio Sánchez, el que fuera cantante de ese grupo. "Una de las cosas que más hemos disfrutado de este disco es haber podido contar con Emilio, el cantante de Los Nikis, para grabar con él la segunda parte de Ernesto", confiesa José Luis Moro.

Gracias a Secuelas, por fin nos enteramos también de qué ocurrió después de que Mari Pili, esa chica tan mona, apareciera un día descuartizada en los pasillos de un hipermercado. "Mari Pili era mi amiga / y alguien la ha descuartizado, / y ahora la amistad me obliga / a buscar al desalmado", nos aclara Un Pingüino en Mi Ascensor en Venganza en el hipermercado, su secuela de la famosa canción de Alaska y los Pegamoides y en la que el novio de Mari Pili busca desesperado al asesino de la chica para ajustar cuentas con él. Y lo acaba encontrando: "Por fin tengo un sospechoso,/ el de la charcutería / del Simply de Vallehermoso, / la venganza será mía".

"Venganza en el hipermercado, la secuela de Horror en el hipermercado, se acerca mucho en lo musical a las primeras composiciones de Carlos Berlanga y Nacho Canut en Alaska y los Pegamoides, con ramalazos de Otra dimensión o La rebelión de los electrodomésticos. La letra, en cambio, se toma la licencia de utilizar nombres de hipermercados que en la época no existían", explica Moro.

Y quién no se acuerda de cuando Polanski y el Ardor interpelaban a sus oyentes preguntándoles: ¿Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS? Pues según la segunda parte de esa canción ideada por Un Pingüino en mi Ascensor, la URSS acaba lanzando un ataque contra España. "Son los principios de los 80,/ reina la calma, pero habrá tormenta. / Nos avisaron de lo de los rusos/ y no escuchamos, qué panda de ilusos. / El primer misil / impacta en Becerril, / los siguientes diez / devastan Aranjuez", reza Ataque efectivo de la URSS, secuela pingüinera de Ataque preventivo de la URSS.

La criatura en mi nevera es la continuación de Un Hombre en mi nevera, de Glutamato Yeyé. La canción original, por si no se acuerdan, contaba la historia de un tipo obsesionado con que había un hombre dentro de su nevera que se comía sus huevos y su mermelada. En la segunda parte creada por Un Pingüino en mi Ascensor, un cortocircuito hace que ese hombre se fusione con todos los alimentos que hay en el frigorífico, convirtiéndose en una criatura mezcla de humano, berenjenas, yogures y palitos de pescado.

Y qué decir de No me beses en los labios, canción de 1986 de Aerolíneas Federales: narraba la historia de una chica que le pedía a su novio que no la besara porque tenía una calentura. Ahora, 38 años después, nos enteramos gracias al Pingüino de que la calentura en cuestión se ha extendido y ha deformado el rostro de la muchacha, que se ha convertido en una especie de mujer elefante a la que ya nadie quiere besar.

Pero quizás la más visionaria de todas las segundas partes de canciones que ha hecho Un Pingüino en mi Ascensor sea la de Billy Joe presidente, secuela de Billy Joe, el tema de Dinamita pa' los Pollos. La canción original contaba la historia de Billy Joel, un leñador que empezaba cortándose un dedo en un aserradero y acababa cortándose el cuello. Ahora, ese Billy Joe sin cabeza se presenta como candidato a presidente de Estados Unidos.

Secuelas es un disco muy divertido e irreverente, esencia pura de los 80 y con todos los ingredientes para convertirse en el gran éxito del verano.