¿De dónde viene la expresión del español "armarse la marimorena"? Este es su origen

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La expresión "armarse la marimorena", usada frecuentemente para describir una gran pelea o disputa, tiene un origen histórico que se remonta al Madrid de los Austrias en el siglo XVI. Este dicho se originó en una taberna de la Cava Baja, regentada por Alonso de Zayas y María Morena, un matrimonio conocido en la zona.

María Morena, conocida por su fuerte carácter, se convirtió en una figura notable. Aunque no está claro si Morena era su apellido o una referencia a su apariencia, su nombre ha perdurado a lo largo del tiempo debido a un incidente específico que se convirtió en leyenda.

Un día, un grupo de soldados llegó sediento a la taberna y exigió el mejor vino disponible. La pareja se negó a servirles, argumentando que ese vino estaba reservado para una clientela más selecta, compuesta principalmente por miembros de la corte y otros funcionarios. Esta negativa desató una gran trifulca en la que María Morena tuvo un papel crucial, mostrando su conocido temperamento.

El altercado fue tan significativo que tanto María Morena como su esposo Alonso fueron llevados ante el juez en 1579. Este evento quedó registrado en los documentos de la época y, con el tiempo, la expresión "armarse la marimorena" pasó a ser sinónimo de grandes broncas o disputas, reflejando la intensidad de aquel enfrentamiento.

Es importante señalar que esta frase no tiene relación con el villancico Ande, ande, la marimorena, donde la "marimorena" se refiere a la Virgen María, conocida en algunos lugares como la Virgen Morena o La Moreneta. En cambio, "armarse la marimorena" evoca directamente la fama y el carácter de la tabernera que dejó una marca en la historia del Madrid del siglo XVI.

Esta historia no solo refleja el folclore madrileño, sino también cómo personajes y eventos específicos pueden dejar una huella duradera en el lenguaje y la cultura popular. Al escuchar o utilizar esta expresión, recordaremos la pequeña taberna de la Cava Baja y a la indomable María Morena, cuya fortaleza y determinación se han integrado en el acervo lingüístico español.