La doble vida de Ralf Schumacher: así avanza la comunidad LGTBQ en las carreras y la F1

"Este es un mundo duro, lleno de gente dura. Algún día le contaré mis experiencias. Le contaré que esto son las carreras. Es otro mundo".. Ralf Schumacher era todavía piloto de Fórmula 1 y Williams cuando reflexionaba sobre su entorno, señalando que algún día contaría a su hijo esa realidad.

Esta semana, el hermano de Michael Schumacher publicaba un mensaje en las redes sociales presentando a su pareja masculina y reconociendo su homosexualidad. El primero en apoyarle públicamente fue su hijo, David. "Me alegro mucho de que por fin hayas encontrado a alguien con quien realmente sientas que te sientes muy cómodo y seguro. Te apoyo al 100% papá y te deseo todo lo mejor, y felicidades", escribía David en Instagram.

Su decisión ha tenido un gran impacto. Con casi 50 años ha dado un paso inimaginable durante sus tiempos de piloto en la Fórmula 1 desde 1997 a 2007. En un doble sentido, porque durante aquellos años estaba casado y, por otro, porque hubiera resultado imposible semejante decisión en activo por aquel entonces. El panorama ha cambiado.

La sorpresa de su anuncio

Comentarista televisivo desde su retirada, todavía presente en el paddock y autor de polémicos juicios y declaraciones, Ralf sorprendía con el anuncio de su emparejamiento desde hace dos años con el responsable de sus negocios personales. Su experiencia con un mundo dominado por valores eminentemente masculinos, la competición automovilística, también ha propiciado una mayor relevancia a su anuncio. Sin embargo, en la competición hace tiempo que se ha descorrido el velo de la homosexualidad y transexualidad, aunque no parece del todo.

Schumacher compitió durante 182 grandes premios con Jordan, Williams y Toyota, con los que logró seis victorias. Inevitablemente, también a la sombra de su hermano, que vivió su época de mayor gloria con Ferrari mientras Ralf también estaba en las parrillas.

"Ralf es alguien divertido, hubo carreras en las que adelantaba a la gente como si no hubiera estado ahí, lo que normalmente no hace. Creo que excedió sus propias habilidades. Le habría imaginado muy enfadado de tener un hermano que tenía tanto éxito que hubiera literalmente matado para ganarle". Así pretendía estimularle su jefe de equipo, Frank Williams. Era el entorno en el que también debía moverse.

Si Ralf Schumacher era consciente de su homosexualidad en aquel entonces, solo él lo sabía. De haber sido el caso, y con la percepción y experiencia que tenía de la Fórmula 1, su última intención sería haberla reconocido públicamente. Además, estuvo casado con Dora, modelo, piloto, figura televisiva y madre de su hijo, un matrimonio que duró catorce años. Quizás de aquí también la sorpresa de su anuncio.

El pionero en el paddock

En la Fórmula 1 sí hubo un pionero en reconocer su homosexualidad: el periodista británico Matt Bishop quien desde su llegada en 1996 no ocultó su condición ante todo el que le preguntaba. Después, ocuparía posiciones de relevancia como director de comunicación de McLaren y Aston Martin.

Por su experiencia personal, Bishop reconoce no haber tenido problemas, aunque sí algunos comentarios homofóbicos a sus espaldas. Salvando la anécdota de un piloto cuyo nombre no quería revelar que le ridiculizaba incluso en público, aunque todo paró cuando fue confrontado directamente por otra figura del paddock. Según relataba el propio Bishop, otros pilotos le agradecieron haber tratado con él para aprender a gestionar las relaciones con homosexuales, porque algunos reconocían no haber tratado antes con ninguno.

Desde su posición, Bishop conoció a un buen número de habitantes del paddock homosexuales que no hacían pública su condición. El periodista británico aprovechó en 2019 para convertirse en socio fundador de Racing Pride, una asociación de apoyo y visibilización a la comunidad LGBTQ en el mundo de la competición.

"Los que se esconden no suelen ser personas de mi tipo de área de trabajo, que siempre ha sido el periodismo, las relaciones públicas, las comunicaciones, el marketing y esa parte del negocio. Creo que, en general, en los últimos años las personas en esas áreas de trabajo han comenzado a sentirse capaces de ser sinceros consigo mismos y admitir su condición", explicaba Bishop, "pero entre los mecánicos e ingenieros todavía hay a menudo reticencias o desgana para salir del armario". "No estoy exactamente seguro de por qué es así. Quizás sea una cuestión de percepción, o quizás sea algo real", explica el propio Bishop.

El orgullo de Racing Pride

Bishop creó Racing Pride con el piloto Richard Morris según las experiencias de este último en la competición. "Nació de mi propia experiencia personal, de sentir que no podía ser abierto sobre mi condición en el entorno de la competición del motor. Según subía de categoría se convirtió en una parte muy importante de mi vida, quería ser yo mismo, pero descubrí que el mundo del motor era el sitio más duro para descubrirme en mi carrera en ese momento".

Desde entonces, Racing Pride trabaja para cambiar la percepción hacia la comunidad LGTBQ con distintos embajadores situados en diferentesposiciones dentro del deporte del motor, que también ejercen como modelos para la comunidad LGBTQ. Sara Moore, Abbie Eaton o Sara Martin o Tom O´Groman parte de un amplio plantel de pilotos, así como el ingeniero de Red Bull Matt Drew, el ingeniero trans de Aston Martin Caris Conlon entre otros.

Racing Pride busca acuerdos y presencia en todos los campeonatos posibles para visibilizar su mensaje. En la Fórmula 1 cuenta con la colaboración de Aston Martin, Alpine, McLaren, Mercedes y Red Bull, así como en la Fórmula E. Hoy, Ralf Schumacher sigue en el paddock con su micrófono, prueba de que algo está cambiando frente a la Fórmula 1 de su época.