Bienvenido, Mbappé: la presentación de un arrepentido que se une al poder del Real Madrid

El Real Madrid presenta a Kylian Mbappé, un monstruo del fútbol y los negocios. Incorpora a un fantástico futbolista, desequilibrante y determinante, con una superioridad física extraordinaria. Un jugador que en sus siete temporadas en el Paris Saint-Germain ha marcado 256 goles en 308 partidos y ha dado 108 asistencias. Solo en la última temporada ha conseguido 44 goles en 48 partidos. El Real Madrid se refuerza con lo que más valor tiene en el fútbol: el gol.

Mbappé ficha por el club más ganador para reconducir su carrera deportiva. No todo podía ser el dinero. Se ha dado cuenta de que el mejor futbolista no es nada si no tiene un equipo competitivo, un club con una estructura y una historia potente. El salto del Paris Saint-Germain al Real Madrid era necesario para el clan Mbappé, aunque tengan que perder los millones de euros que le adeuda el club-estado qatarí.

La carrera de Mbappé había entrado en barrena por darle prioridad a ganar más dinero que guiarse por los criterios deportivos y la felicidad de Kylian. La madre, Fayza Lamari, la que maneja las finanzas, marcó unos plazos que resultaron equivocados y perjudiciales. Mbappé dice que se sintió engañado, que sufrió presiones políticas y que no se cumplieron las promesas del presidente Nasser Al-Khelaifi. Le sobraron dos años, por lo menos, en el PSG y tardó en darse cuenta de que estaba siendo estafado con un proyecto que era una mala copia del Real Madrid de los galácticos.

En ese tiempo, el Real Madrid no ha dejado de ganar y lo ha hecho sin Benzema y con Joselu convertido en héroe en las semifinales de la decimoquinta Champions. El ADN del Real Madrid nunca se verá en el PSG. Mbappé abrió los ojos. Ha visto y conoce los entresijos de un Real Madrid que ha hecho campeones de Europa a Camavinga, Tchouaméni y Ferland Mendy, sus compatriotas. Con un equipo debilitado con las graves lesiones de Courtois, Militao, David Alaba, dos bajas de Vinícius y los problemas físicos de Bellingham.

La presentación de Kylian Mbappé por el Real Madrid va a ser un espectáculo grandioso en el nuevo Bernabéu. Un evento de masas. Por la fuerte demanda se podrían llenar dos estadios para ver la puesta en escena de un galáctico que, en solo en el primer día en el que se comercializó su camiseta con el número 9, alcanzó el millón de ventas. Una auténtica barbaridad con un futbolista de un nivel superior, que hará al Real Madrid más peligroso, pero que tiene fastidiados a una gran mayoría de aficionados.

Ganarse el perdón

Este el problema que se encuentra Mbappé. Es un fichaje deslumbrante y genera una enorme expectación. Pero, a la vez, sigue existiendo un malestar entre los aficionados que les cuesta perdonar que dejara tirado a Florentino en mayo de 2022. Y no son pocos. Si el presidente ha seguido para delante con el fichaje es porque Mbappé le ha mostrado su arrepentimiento, porque le salen las cuentas y en lo deportivo es innegable que es un futbolista diferencial.

Pero el madridismo no olvida que Mbappé primero quiso hacerse multimillonario con el dinero del PSG a costa del daño que provocó en la imagen del club. Florentino pasó de dar por hecha una operación, con un contundente "tranquilo", a quedarse sorprendido por el cambio de actitud. Es una historia vieja, pero no por ella deja de tener importancia entre la masa social y también entre los jugadores del Real Madrid que reciben a Mbappé como campeones de Liga y de la Champions.

Mbappé llega al Real Madrid sin haber conseguido ganar la Champions ni el Balón de Oro y lo hace con la necesidad de unirse al poder ganador del club blanco. Esto influye en que no se le vea como un fichaje crucial. Levanta pasiones, interés, pero el Real Madrid, en los siete años que ha durado el culebrón de su fichaje, ha ganado tres Champions y un Balón de Oro (Modric). Lo más cerca que ha estado Mbappé de estos objetivos ha sido ser subcampeón en la Champions y un tercer puesto en el Balón de Oro.

La presentación del francés, en olor de multitudes, se corresponde con su nivel de futbolista top, mediático y comercial. No con la simpatía y devoción que tiene de todos los aficionados del Real Madrid y que seguro que se ganará en cuanto eche el balón a rodar y se ponga a marcar goles. Con un contrato de cinco años, Mbappé tiene la posibilidad de convertirse en leyenda.