Kvaratskhelia cumple la promesa que hizo el día que conoció a su ídolo Cristiano... con 11 años

El colegiado suizo Sandro Schärer pitaba el final del Georgia-Portugal y un joven de 23 años tenía motivos de sobra para ser feliz. Khvicha Kvaratskhelia acababa de ser protagonista principal del hito histórico de su selección. No solo había conseguido derrotar por 2 a 0 a toda una campeona de Europa como la selección lusa, sino que, en la primera participación de su selección en una Eurocopa, la había metido en los octavos de final... cumpliendo la promesa que se hizo con 11 años.

El partido contra Portugal estaba marcado en rojo para Kvaratskhelia. El extremo del Nápoles sabía que, una victoria, les haría superar la fase de grupos y, además, que enfrente tendría a su gran ídolo, Cristiano Ronaldo. Reconocido madridista, una de las razones que llevó al futbolista georgiano a profesar su amor por el conjunto blanco fueron las actuaciones del delantero luso con la camiseta blanca, un amor incondicional que estalló hace más de una década.

El goleador de Funchal ya triunfaba con el Real Madrid y, convertido en estrella mundial, era la gran referencia del ataque blanco. Fue entonces, cuando en 2013, Cristiano Ronaldo acudió a Tiflis, capital de Georgia, para inaugurar una de sus academias de fútbol. Allí, el portugués tuvo tiempo para jugar al fútbol, hacerse fotos y firmar autógrafos con todos los niños que acudieron aquel día al acto. De hecho, muchos de ellos terminarían formando parte de aquella escuela deportiva.

Es más, algunos de aquellos niños que se formaron en la academia de CR7, jugaron este miércoles el partido contra Portugal, como es el caso de futbolistas como Giorgi Kochorashvili, Anri Mekvabishvili o Zuriko Davitashvili. Pero el mayor representante de esta camada de jóvenes jugadores es, sin ninguna duda, Khvicha Kvaratskhelia. No solo por ser la gran estrella de su selección, sino porque aquel día que conoció a su ídolo se prometió que quería hacer historia en el fútbol.

Kvaratskhelia soñaba con ser como Cristiano y, de momento, no le está yendo nada mal. Jugador del año en Georgia de los últimos cuatro cursos (2020, 2021, 2022, 2023), mejor joven de la liga rusa (2020 y 2021), mejor joven de la Liga de Campeones (2023), mejor jugador del año de la Serie A (2023), mejor gol del año de la Serie A (2023), mejor asistencia del año en la Serie A (2023), máximo asistente de la Serie A (2023) y nominado al último Balón de Oro. Casi nada.

Pero su gran sueño era poderse enfrentar a él, por lo que el partido contra Portugal era especial. Antes del pitido final, Kvaratskhelia saludó a su ídolo, que le devolvió cariñosas carantoñas antes del comienzo. Un minuto después, el georgiano ponía por delante a su equipo con un golazo y, a partir de ahí, firmó un partido descomunal para ser ovacionado por todo el estadio cuando dejaba el césped en el minuto 81. Fue uno de los héroes de la histórica clasificación de Georgia.

Y, ¿qué hizo Khvicha nada más acabar el partido? Antes de celebrarlo, salió corriendo en dirección a Cristiano para abrazarle y pedirle su camiseta. El portugués, muy elegante, abrazó al georgiano y no dudó en darle su zamarra, deseándole suerte para el resto del torneo, donde ahora se cruzará con España en octavos. Kvaratskhelia estaba exultante: "Es el mejor día de mi vida. Tengo una camiseta de Cristiano y también pasamos a la siguiente ronda". Sobran las palabras.

Aquel niño que con 11 años conoció a su ídolo, a su gran inspiración para ser futbolista profesional, logró uno de los mayores hitos de su carrera con él presente en el campo. Georgia vivió un día histórico en el fútbol, con la clasificación a los octavos de final en su primera participación en una Eurocopa. Khvicha Kvaratskhelia fue uno de los grandes protagonistas del éxito. Ese chaval que soñaba con el mito luso, vivió el día más grande de su carrera. Y Cristiano Ronaldo fue un espectador de lujo.