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Un portero sin escuela

El cometa Mamardashvili empezó con un tozudo agente convenciendo al Valencia: "¡No me mates!"

El mejor guardameta de la Eurocopa, figura de Georgia, la selección rival de España en los octavos de final, llegó al conjunto de Valencia por la insistencia de su primer agente

Mamardashvili, la estrella de Georgia. (Reuters/Lisi Niesner)

"¿Un portero georgiano? ¡No me mates, no me mates!". El descubridor en España de Giorgi Mamardashvili, el agente FIFA Antonio López, recuerda cómo ofreció al joven meta que triunfa ahora en la Eurocopa, entonces de 19 años, "a todos los clubes de Primera (menos el Athletic Club) y a muchos de Segunda e incluso algunos punteros de Segunda B” y la respuesta era negativa. López se pasó un año siguiendo "la apasionante Liga georgiana (ironía)" porque un colega suyo en aquel país, Levan Savalidze, le había hablado maravillas de un arquero de 1,97m de altura del Dinamo de Tblisi cedido en el Lokomotiv. Lo vio en directo una sola vez: en Los Cármenes, en un partido frente al Granada de la Liga Europa, y ya no necesitó más.

"Voy a ser franco: sabía que era muy bueno, pero nunca pensé que sería el mejor de la Liga y en tan poco tiempo", añade el agente, empeñado en que lo ficharan en España hasta que entró en acción el ojo clínico de José Jiménez, jefe de captación de la cantera valencianista, que escribió un informe favorable. El documento permaneció cinco meses en un cajón. "La insistencia de Antonio López fue clave", reconoce Jiménez. Pasado ese tiempo, el director de la escuela de Paterna, Luis Martínez, aceptó ficharlo para el filial por 850.000 euros. Ahora el Valencia CF lo valora en más de 50 millones.

Al poco tiempo de ficharlo, Mamardashvili se desvinculó de Antonio López porque un amigo suyo le lleva las cuentas. ¿Desagradecido? "No", responde López, "él eligió otro camino. No puedo hacer nada. Durmió en mi casa, le busqué piso, lo empadroné en Paterna (un pueblo de Valencia) y los empleados de la embajada española en Estambul le prepararon los papeles para poder trabajar en España", explica el representante.

Superó las expectativas

Giorgi venía para jugar en el Mestalla en verano de 2021, pero una cláusula del contrato le permitía hacer la pretemporada en el primer equipo. Como es natural, le costó adaptarse; sin hablar nada de español, el chico, introvertido, tardó el comprender las costumbres españolas. Al cúmulo de casualidades se añadieron las lesiones al mismo tiempo de los dos porteros por delante de él, Cillessen y Jaume Doménech. El técnico, José Bordalás, se vio obligado a probarlo en algunos partidos amistosos de esa pretemporada y ya no bajaría al conjunto filial.

"En el fútbol reducido de los entrenamientos, ya le vimos paradas importantes", evoca José Manuel Otxotorena, preparador de porteros del VCF. "Empezó a jugar y a sorprendernos. Es muy rápido y coordinado para lo alto que es. No es normal esa velocidad con esa envergadura. Es explosivo", añade. Lo más curioso es que llegó de Tiblisi sin escuela, sin la formación académica que reciben los porteros desde edades muy tempranas en España. Un potencial salvaje en manos del mejor formador de porteros posible. "Absorbe bien, aprende rápido, es competitivo", continúa Otxotorena. Cuando se recuperaron Cillessen y Jaume, Mamardashvili ya no soltaría la titularidad, salvo en algunos casos puntuales.

Mamardashvili, héroe local. (EFE/EPA/Friedemann Vogel)

Pese a haberse encumbrado en la primera fase de la Eurocopa con Georgia, es muy joven para la carrera de guardameta: 23 años. "Ha competido poco y tiene mucho margen de mejora en todos los campos. Debe ser humilde para seguir aprendiendo", dice el expreparador de porteros de la selección española. Su punto débil ha sido el manejo del balón con los pies (es zurdo de pie), aunque ha mejorado mucho en los últimos meses. Ha alcanzado un grado de madurez impropio de su edad: es el líder de Georgia y ya ha sido un par de veces capitán del Valencia.

Comparado con las grandes estrellas bajo palos entrenadas por Otxotorena (Cañizares, Palop, Iker Casillas o Víctor Valdés), ¿qué le falta a Mamardashvili? "Precisamente eso: darle continuidad, desarrollar esa trayectoria, está en el inicio de su carrera", concluye Otxotorena. A la grada de Mestalla le gustaría volver a verlo a la vuelta de las vacaciones, pero es improbable: el club ya le ha fichado un sustituto, el macedonio Dimitrievski, procedente del Rayo Vallecano, y al máximo accionista, Peter Lim, le brillan los ojos con cada nueva exhibición del portero que llegó a Paterna sin escuela.

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