El lesionado Unai Simón, un compañero de verdad: cuando 'echar una mano' nunca sirvió de tanto

El aficionado del Athletic Club ha vivido una temporada inolvidable. El recuerdo sempiterno de sacar La Gabarra 40 años después quedará en la memoria de las diferentes generaciones de athleticzales. Un placer incomparable e indescriptible si no eres de Bilbao. Algo así como el petricor característico de las montañas del norte tras una intensa lluvia. Y en esta historia, ha habido un protagonista principal sin el que no se entendería toda esta historia: Unai Simón.

El portero vitoriano, de 27 años, ha jugado toda la temporada con dolor en su muñeca derecha. Podía ser una lesión menor en cualquier otra parte del cuerpo, pero la influencia evidente que supone para un cancerbero la utilización de las manos habla aún mejor del esfuerzo que ha hecho Unai. La recompensa ha sido inmejorable: campeón de Copa con el Athletic y campeón de la Eurocopa con España. Y como titular indiscutible en ambos equipos.

La dolencia apareció la temporada pasada tras un accidente extradeportivo, tal y como informó Relevo, aunque no tuvo mayor relevancia hasta que se conoció que, antes o después, tendría que ser intervenido. Sin embargo, el portero sabía hasta qué punto era importante tanto para su club como para su Selección. Su ejemplar y acendrado carácter se impusieron y decidió sacrificarse por sus compañeros. La dicotomía entre parar o seguir nunca pasó por su cabeza.

En concreto, Unai ha estado jugando con una rotura del ligamento escafosemilunar, lo que no permite utilizar la mano de manera adecuada. La intervención, realizada en el Hospital de La Luz de Madrid por el Doctor Francisco Piñal, se hizo el jueves. El guardameta, desde entonces, comienza un proceso de recuperación que se extenderá durante alrededor cinco meses y que hará que se pierda unos 25 partidos.

Dolor sí, pero no incapacitante

Para conocer los detalles la lesión, atiende a la llamada de El Confidencial el Doctor Julio de La Morena, especialista en Medicina de la Educación Física y del Deporte. "No es una lesión incapacitante, pero sí muy dolorosa", reconoce De La Morena. Además, por extraño que parezca, una vez que el ligamento está afectado, "la lesión no puede ir a peor, aunque es necesario intervenir para no estar continuamente infiltrándose".

El proceso de recuperación, relativamente sencillo: "Primero, hay que inmovilizar para que las fibras cicatrizantes maduren. Después, hay que movilizar y fortalecer tanto la mano como el antebrazo, para que no aparezcan tendinitis o sobrecargas. Y, ya por último, hacer balón", analiza De La Morena.

Para un guardameta, una lesión de muñeca cuando está usando constantemente las manos puede resultar muy molesto. Pero el Doctor entiende el sacrificio realizado por Unai y confiesa que "cuando estamos hablando de deportistas de élite, se puede seguir jugando con anestesia y vendajes, y más en momentos claves". Los primeros indicios apuntan que Unai estará cinco meses fuera del césped. No obstante, De la Morena está convencido de que "con el trabajo de los fisioterapeutas, se van a acortar los plazos".

Dispuesto a seguir sacrificándose

Hubo quien pensó que el dolor de Unai era apócrifo, que estaba exagerando. Eso es porque no le conocen. Su entrenador, Ernesto Valverde, reconoció el jueves en rueda de prensa que el guardameta ofreció retrasar la operación. Ahora, el vitoriano tendrá que alejarse durante un tiempo de los terrenos de juego. Una correcta recuperación será fundamental para continuar siendo una pieza clave tanto en su club como en la Selección.

Por delante, una temporada apasionante con el Athletic, la número catorce desde que llegó en cadetes en 2011. El club vasco disputará una Europa League donde la final se jugará en San Mamés. Y más lejano, pero ya a la vista, un Mundial 2026 donde España y Unai tendrán mucho que decir.