Quién está detrás (y quién no) del objetivo de colgarse más medallas en París que en Barcelona 92

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Aunque probablemente suceda lo mismo en otros países, cada cuatro años en España hay una epidemia de medallitis. Llegan los Juegos Olímpicos —que no las Olimpiadas, como erróneamente se dice—, y todo el foco que pone en cuántas preseas se cuelgan nuestros deportistas. Si suben al podio, han triunfado. Si no lo hacen, han fracasado. Como si ser olímpico estuviera al alcance de cualquiera y competir con los mejores del mundo no fuera ya un triunfo.

Esto en lo que a los deportistas se refiere, pero ¿y qué decir de quienes se encargan de gestionar el deporte español? Pues exactamente lo mismo. Cuantas más medallas se cuelgue la delegación que este viernes abanderan Támara Echegoyen y Marcus Cooper, mejor habrá sido su trabajo y mayor la inversión realizada. Tan sencillo como no siempre justo, pues hablamos de deporte, en el que, como reza el tópico, los rivales también juegan y un mínimo detalle puede cambiarlo todo.

Hablando de gestión, antes de nada hay que recordar que la preparación de este ciclo que culmina en los Juegos de París ha sido más corta de lo habitual, ya que los de Tokio tuvieron que retrasarse un año a causa de la pandemia. Y en lo que se refiere a la mencionada inversión, también es muy importante aclarar que las ayudas económicas las concede el Gobierno a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) y no del Comité Olímpico Español (COE), como muchos deportistas creen.

En tercer lugar, tampoco hay que olvidar que esta financiación llega a través del Real Decreto de distribución de los derechos de televisión de la Liga de Fútbol Profesional. Un dinero que el CSD destina tanto a la preparación olímpica como a las becas de los deportistas. Las conocidas becas ADO, siglas de la Asociación de Deportes Olímpicos, de aquí quizás la mencionada confusión sobre quién está detrás del objetivo de colgarse medallas y quién no, aunque se las cuelgue.

El Team España de Franco, Soler y Mardaras

Esta ayuda es suplementaria a la que las federaciones reciben de manera ordinaria en la ahora subvención plurianual. Otra novedad que el CSD puso en marcha por primera vez junto al proyecto Team España, el cual se diseñó con José Manuel Franco en la presidencia, Albert Soler, como director general, y Txus Mardaras, como subdirector general de Alta Competición. Se elaboró al regreso de Tokio y se puso en marcha en 2022 con un objetivo claro: superar las medallas de Barcelona 92.

Sobra recordar que estos Juegos no solo cambiaron la fisonomía de la capital catalana, sino que proyectaron al deporte español a una nueva dimensión. La cosecha de 22 medallas, 13 de ellas de oro, más 7 de plata y 2 de bronce, casi cuatro veces más que en Moscú 1980 y que supusieron el sexto puesto entre 169 países, no ha sido superada desde entonces. Las 20 de Atenas 2004 y Londres 2012 son los registros que más se acercaron, aunque con bastantes menos oros que en Barcelona.

Esa mejora estuvo directamente relacionada con la implementación desde 1987 del Plan ADO. Un conjunto de ayudas económicas destinadas a los deportistas olímpicos, que facilitaron el pago de los gastos derivados de su preparación. También fueron determinantes los incentivos que se pudieron destinar para los técnicos responsables de preparar a esos deportistas. Así como una planificación en la que no faltó asistencia psicológica, controles médicos o programas de alimentación.

Cambio de modelo para París 2024

Si en los Juegos de Barcelona 92, en los que España, al ser el país anfitrión, presentó 430 deportistas, 301 hombres y 129 mujeres repartidos en 25 disciplinas, se observaron los resultados concretos del plan que se trazó, en París 2024, donde la delegación española acude con 382 deportistas, 192 mujeres y 190 hombres, no hay duda de que el objetivo es que el Team España haga el mejor papel de su historia. Aunque la inversión siempre puede ser mayor, lo importante es invertir bien.

La gran novedad de este programa es que se ha cambiado el modelo, con una preparación individualizada de los deportistas que se consideraba que pueden alcanzar al menos diploma olímpico en los Juegos de París. Así, en el año 2022 se realizó la primera resolución del entonces secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Franco, por el que se detallaron los deportistas y los equipos que cumplían con esa condición.

Posteriormente, se convocaron las ayudas, finalistas para los deportistas y equipos que figuraban en el listado. El importe fue de 16 millones en 2022, 17 en 2023 y una cifra pareja en 2024. Ante la falta de financiación del programa ADO, el CSD asumió en su totalidad las becas del programa olímpico por un importe anual de aproximadamente 12 millones. Estas ayudas fueron distribuidas mediante Becas CSD Team España Olímpico y Ayudas CSD Resultados, para campeonatos de Europa y del Mundo.

El Plan ADOP sí financia a los Paralímpicos

Por más que recientemente se haya intentado vender su buen estado de salud, algo que en el COE saben hacer muy bien, lo cierto es que año tras año ADO ha visto disminuidos sus ingresos. De ahí precisamente que el CSD tuviera que suplementar las becas y, como ya hemos comentado, a partir de 2022 asumirlas en su totalidad. Algo que, curiosamente, no sucede con el Comité Paralímpico Español, que sigue financiando sus becas a través del Plan ADOP.

La Ley del Deporte considera al deporte de alto nivel "de interés para el Estado por su función representativa de España en las pruebas o competiciones deportivas oficiales de carácter internacional, representatividad que se pone de manifiesto de modo especial en competiciones como los Juegos Olímpicos". Sin embargo, los continuos cambios al frente del Deporte español, con cinco secretarios de Estado en seis años, confirman lo que hace unos días declaró en el diario ABC Javier Gómez Navarro, precisamente el que ostentara este cargo durante los Juegos de Barcelona 92: "A Sánchez el deporte le importa un carajo". Blanco y en botella.