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VICTORIA POR 4-6, 6-3 Y 6-4

Rafa Nadal se abona a las remontadas en Bastad y se mete en su primera final después de dos años

El español jugó un gran partido ante Ajdukovic, en el que fue de menos a más y no le pesaron las piernas para dar la vuelta al marcador tras las cuatro horas de juego del pasado viernes

Nadal acabó con la resistencia de Ajdukovic. (EFE/EPA/Adam Ihse)

Rafa Nadal tiene motivos para sonreír. El tenista español logró una más que meritoria victoria ante Duje Ajdukovic (4-6, 6-3 y 6-4), en un partido muy difícil desde el inicio, pero en el que supo encontrar la manera de dañar al croata para meterse en la final de Bastad. Y es que la primera vez en dos años que el español estará en el partido por el título, desde que lo hiciera en Roland Garros en junio de 2022. Ahora, tras todo el sufrimiento, peleará por levantar el primer trofeo del año.

"Hay muchas cosas que tengo que mejorar. Lo principal es la lectura del juego, la elección del tiro correcto en momentos importantes. Poco a poco, voy recuperando la velocidad de piernas que me permite pegar con más potencia con mi derecha. Estoy jugando mucho mejor que hace dos meses, pero debo seguir progresando. Tengo que aceptar todos los desafíos que vengan y estoy dispuesto a sufrir en pista para tener éxitos", explicaba el español tras esta victoria.

El partido no comenzó demasiado bien para Nadal. Tal y como ya le sucediera ante Navone, no fue capaz de retener su primer saque, lo que provocó que Ajdukovic se pusiera con ventaja nada más comenzar. Pero, al contrario de lo que pasó con el argentino, no solo no logró el contrabreak, sino que volvía a perder el saque un juego después, lo que daba a su rival una importante ventaja de 0 a 3. Tocaba volver a remar para evitar que el partido se complicara.

Una de las claves estaba en ver cómo iba a responder Nadal después de jugar un partido de cuatro horas y las primeras sensaciones no eran buenas. No tanto por su físico, que parecía en perfectas condiciones, sino porque su tenis estaba algo atascado, especialmente con el saque, donde no estaba cómodo. Pero sería en el cuarto juego cuando lograba el primer break que le volvía a meter en el set. A partir de ahí, mejoró su juego y su confianza, pero insuficiente para remontar.

A pesar de mejorar con su servicio, lo que le permitió mantener sus juegos con relativa facilidad, no encontró la vía de agua para dañar al croata, a pesar de que había tenido oportunidades (4-6). El problema para Rafa no era tanto de pulmones, sino de no encontrar buenos apoyos en momentos de golpeo claves. Sería cuestión de minutos que ajustara esas pequeñas dudas, pero ya le tocaba volver a remontar después de haberse visto sorprendido en el primer set.

Ajdukovic empujaba muchos metros atrás a Nadal con su saque, lo que le permitía acabar muy pronto los juegos apoyado en su posterior golpe de derecha. Y, al mismo tiempo, el español no era capaz de meter presión al croata con su revés, un golpe que no era profundo y que permitía que fuera su rival el que dominara. Ahora, tocaba remontar si el español se quería meter en la gran final de Bastad. Sería un esfuerzo extra para un jugador que ya venía con la gasolina justa.

Una remontada muy trabajada

El segundo set comenzó con la misma tónica que el primero: con dudas al servicio y, de nuevo, sufriendo un break en contra. Ajdukovic, otra vez, comenzaba mandando. Pero, cuando peor estaba Nadal, las dudas se trasladaron al lado del croata donde, en un dubitativo servicio, cometió numerosos errores no forzados que permitieron al español igualar la manga a las primeras de cambio. Nadal acababa de salvar uno de los momentos más complicados del encuentro.

Y esa situación desniveló el set. El español, que tenía algunas dudas y no encontraba su ritmo, empezó a presionar con mucha seriedad a su rival mientras que el croata, que había dominado con solvencia, entraba en un momento de bloqueo. Las dudas y la confianza habían saltado la red y se había intercambiado en las cabezas de los jugadores. Otro break en el sexto juego fue suficiente para hacerse con la segunda manga y conseguir igualar el partido (6-3).

La hora de la verdad

Después de todo el trabajo que había hecho Nadal para mantener el partido con vida, quiso dar la puntilla al partido lo antes posible. Así, lograba dos break seguidos en la manga definitiva, poniéndose con un claro 3 a 0 a las primeras de cambio. El español había elevado exponencialmente su juego, continuando con el nivel con el que había acabado el segundo set, ante un croata que sufría. Pero, entonces, con todo perdido, el balcánico se soltó y comenzó a hacer su mejor tenis.

Tanto que fue capaz de recuperar los dos breaks en contra para igualar a tres el set... pero, de nuevo, aparecía el puño ganador de Nadal para hacer un contrabreak que le colocaba por delante de manera definitiva (6-4). Nadal soltaba el puño al viento de Bastad para celebrar su clasificación a la gran final del torneo, algo que no conseguía desde hacía dos años. El español tiene motivos para ser feliz: todo el sufrimiento ha merecido la pena. Y, de nuevo, con otra gran remontada.

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