Juanma Moreno revoluciona el Gobierno andaluz para apagar las crisis en Salud y Cultura

El presidente andaluz, Juanma Moreno, le da la vuelta a su Gobierno para taponar las primeras vías de agua que han aparecido a mitad del mandato de su mayoría absoluta. El dirigente popular ha decidido sustituir a los titulares de las dos consejerías con mayor presupuesto, Salud y Educación, después de acumular varias crisis en su gestión en los últimos años. En los dos casos ha optado por perfiles técnicos e independientes, de un marcado perfil gestor, para intentar reorientar a los dos mayores departamentos de la Administración andaluza. Además, divide la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte para atajar las críticas que ha recibido el hasta ahora titular, Arturo Bernal, por sus decisiones en materia de política cultural.

El nuevo gabinete estará formado por 14 consejeros, uno más que el que Moreno diseñó hace ahora dos años, después de lograr una histórica victoria en las elecciones autonómicas de junio de 2022. Habrá 8 mujeres y 6 hombres y 4 de los miembros son independientes. Dos de ellos serán caras nuevas en esa apuesta por nombrar a técnicos en los dos departamentos más relevantes del Ejecutivo. "El Gobierno está funcionando de una manera aceptable", ha dicho Moreno en una comparecencia sin preguntas en el Palacio de San Telmo antes de detallar la revolución a la que someterá a su equipo en las próximas horas,

Rocío Hernández Soto, directora gerente del área sanitaria Aljarafe-Sevilla Norte, será la nueva titular de Salud y Consumo en sustitución de Catalina García. Hernández Soto es además la presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (Sedap), por lo que Moreno opta por un perfil especializado en la principal causa de los problemas de la gestión sanitaria, la Atención Primaria. En Educación, el presidente de la Junta ha elegido a María del Carmen Castillo, inspectora de Educación que fue viceconsejera de Educación con Javier Imbroda, en la pasada legislatura. Su desempeño destacó por la buena interlocución con los sindicatos del sector, que ahora están en pie de guerra con la cúpula de la Consejería.

Hernández Soto y Castillo sustituyen a Catalina García y Patricia del Pozo en una suerte de reconocimiento de errores del propio Juanma Moreno. García era la viceconsejera de Jesús Aguirre y ha pilotado Salud durante dos años en una travesía plagada de crisis, desde las listas de espera a la polémica por la orden que abría la puerta a la externalización de la Atención Primaria. La cúpula de Salud ya había cambiado hace unos meses, pero el barón popular culmina la remodelación y envía a la política jiennense a la Consejería de Sostenibilidad, que estaba hasta ahora en manos de Ramón Fernández Pacheco.

El movimiento de Del Pozo sirve además para intentar atajar otro de los problemas que tenía el Ejecutivo andaluz. Desde este martes asumirá el departamento de Cultura y Deporte, que queda desgajado de Turismo en una decisión que encaja con el ruido que había alrededor de la gestión de Arturo Bernal. Del Pozo ya gestionó las políticas culturales en la pasada legislatura cuenta con un equipo muy especializado en este ámbito. Bernal se quedará con un nuevo departamento con las competencias de Turismo, el ámbito al que se había dedicado hasta ser nombrado consejero, y también las de acción exterior, que estaban en Presidencia. El departamento llevará el nombre de Turismo y Andalucía Global.

El paso de Catalina García a Sostenibilidad deja a Ramón Fernández-Pacheco como consejero de Agua, Agricultura y Pesca, las competencias que tenía hasta ahora la también almeriense Carmen Crespo. Además, Moreno deja al exalcalde de Almería sin la portavocía que ha ejercido durante los dos primeros años de su segundo mandato. Su sustituta será Carolina España, titular de Economía, Hacienda y Fondos Europeos. Esta designación es otro mensaje del presidente andaluz, en este caso hacia fuera. La responsable de las cuentas públicas será la vocera del Ejecutivo andaluz en un periodo que se prevé de choque con el Gobierno central por asuntos relacionados con la financiación. Su perfil más cáustico encaja perfectamente en este momento político.

La salida de Crespo del Gobierno andaluz para formar parte de las listas del PP a las elecciones europeas es la excusa de un cambio muy meditado por Juanma Moreno, lo que ha desembocado en una remodelación más profunda de lo esperado. Y más de lo que el propio barón andaluz ha dejado ver en las últimas semanas. El líder popular levantó la bandera en diciembre del pasado año, cuando anunció a su equipo que tenía intención de hacer cambios en el Gobierno para evitar la relajación derivada de gobernar con mayoría absoluta desde junio de 2022. La marcha de Crespo fue la excusa, pero Moreno siempre dijo que no tenía prisas, así que se ha tomado 3 meses para revolucionar su Ejecutivo y mandar mensajes de calado sin sacar del gabinete a ninguno de sus consejeros.

El último sondeo del Centra dejó claro que la mayoría absoluta de Moreno mantiene buena salud, ya que sólo ha perdido 1,5 puntos en dos años. Pero es cierto que el estudio vinculado a la Consejería de Presidencia detectó una caída de 4,5 puntos respecto a la oleada de marzo. Los datos brutos del sondeo sí ven una bajada de cierta relevancia en intención directa de voto o valoración del presidente, pero sobre todo destaca el surgimiento de la sanidad como el tercer problema más relevante para los andaluces.

"He querido hacer estos ajustes ahora para empezar septiembre con los nuevos equipos configurados", ha dicho el presidente en un breve mensaje que se ha retrasado 30 minutos sobre la hora prevista. En septiembre está prevista también la aprobación de una remodelación de calado en las delegaciones territoriales de la Junta, es decir, la estructura provincial del Gobierno autonómico. Y también será entonces cuando empiecen a sonar los tambores electorales para los comicios que están previstos en la primavera de 2026, sin que pueda descartarse un adelanto electoral en caso de que el dirigente malagueño lo considere oportuno.