Loading...
Comentarios

-

Ha habido un error al recuperar los mensajes
Cargando mensajes...
Ha habido un error al recuperar los mensajes
Es noticia
  1. España
  2. Andalucía

Vuelven los cruces España-Montero

Moreno se rearma en casa y apunta al choque con Montero para volver a ganar en 2026

El presidente andaluz opta por un perfil duro como Carolina España para ser su portavoz en una etapa marcada por el pacto en Cataluña sobre financiación y da un toque de atención a su equipo sin castigar del todo a nadie

Juanma Moreno, con la consejera de Hacienda, Carolina España, en el Parlamento andaluz. (Europa Press / Francisco J. Olmo)

Juanma Moreno le ha puesto las pilas a su Gobierno con la vista puesta en 2026. Y lo ha hecho mandando mensajes hacia dentro y hacia fuera. Avisó a sus consejeros hace meses de que los estaba examinando para un cambio que ha llegado el último día del curso político y hay quien este lunes salió de San Telmo con un suspenso. El cambio en Educación y Salud y la división de Turismo y Cultura hay que entenderlos así, pero ninguno de sus consejeros ha salido del gabinete, por lo que tienen dos años por delante para una recuperación. Y en ese periodo el Ejecutivo andaluz tendrá una punta de lanza más afilada en el verbo de Carolina España, la nueva portavoz, que marcará los choques con Moncloa y, especialmente, con el Ministerio de Hacienda de María Jesús Montero.

Con el acuerdo entre el PSC y ERC a punto de caramelo y la seguridad que la financiación forma parte de esa entente ―todavía por cerrar― el presidente andaluz ha colocado a su consejera de Hacienda, Economía y Fondos Europeos como la cara visible de su Ejecutivo. España (Málaga, 1969) es la responsable de las cuentas autonómicas desde hace dos años, pero llegó a Torretriana (sede de su departamento) curtida en los debates con Montero en el Congreso de los Diputados, donde ejercía como portavoz del ramo. Su llegada se leyó como un viraje a una orientación más política de las cuentas andaluzas en un Gobierno con mayoría absoluta, que no tendría grandes dificultades para armar unos presupuestos, como le ocurrió a su antecesor, Juan Bravo.

Ese perfil más político, más agresivo, es el que España sacará a relucir cada martes en las comparecencias posteriores al Consejo de Gobierno, a pesar de la figura moderada que cultiva Juanma Moreno. El barón popular heredó de sus antecesores socialistas su apuesta por rodearse de figuras más agresivas que le permiten quedarse a él el traje institucional. Pero la elección de España lanza un mensaje inequívoco, sobre todo por el contexto. La política malagueña tendrá que reclamar a Montero lo mismo que la sevillana pedía cuando era consejera de Hacienda con el PSOE y que ahora no es capaz de resolver: el encaje de la financiación autonómica. Será una de las claves de bóveda del nuevo ciclo político, sobre todo tras el acuerdo para investir a Salvador Illa, que pasa por una financiación "singular" para Cataluña.

España fue la responsable de la última bajada de impuestos diseñada por el Gobierno andaluz, la del impuesto al Patrimonio, que desembocó en una bronca formidable con el Gobierno. Poco después, María Jesús Montero anunció el impuesto a las grandes fortunas, algo que en San Telmo calificaron como una agresión a Andalucía. Argumentaban que el Ejecutivo central no se movió respecto a los tributos a los ricos hasta que Andalucía, la comunidad de procedencia de la ministra de Hacienda, dio el paso de bonificarlo. El paso de Moreno con la designación de España es un mensaje a Montero, pero también al resto del PP, ya que anticipa una versión más agresiva del barón andaluz. O, al menos, de su Gobierno.

Los comentarios sobre la falta de colmillo de Ramón Fernández Pacheco han sido una constante desde que el exalcalde de Almería fue nombrado portavoz. Aquella designación se vio como una apuesta de Moreno por un perfil muy parecido al suyo, un político con un tono muy conciliador y poco amigo de la bronca. El papel del almeriense en la gestión del conflicto de Doñana ha sido muy relevante y su interlocución con Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, es clave para mantener engrasadas las comunicaciones después de dos años de rifirrafes a cuenta del espacio protegido. Por eso es llamativo es que ahora Fernández-Pacheco se vaya a quedar con las competencias de Agua, Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural que hasta hace unos meses tenía Carmen Crespo, que dejó el Gobierno andaluz para irse a Bruselas como eurodiputada.

El hueco de Fernández-Pacheco será para Catalina García, responsable de Salud en estos dos años de mayoría absoluta. La jiennense es una de las damnificadas por esta crisis de Gobierno, aunque en su política conciliadora Moreno opta por no sacar a nadie del equipo y apuesta por reubicar a García en Sostenibilidad y Medio Ambiente. Enfermera de profesión, fue portavoz de sanidad del PP durante años en la oposición y formó parte de la Consejería de Salud en la anterior legislatura, pero no ha sido capaz de reorientar su mala relación con los sindicatos. Ahora cambiará las batas blancas por los linces.

La sustituta de García será Rocío Hernández Soto, pediatra de profesión y experta en Atención Primaria. Su elección es uno de esos mensajes hacia dentro que Moreno ha lanzado con la remodelación del Ejecutivo. Quiere a expertos que conozcan los terrenos más complicados para evitar un mayor desgaste en la gestión. Lo mismo ha hecho en Educación, donde ha colocado a una inspectora educativa, Carmen Castillo, para apagar el fuego en la enseñanza. Patricia del Pozo había cosechado también mucha contestación entre los sindicatos, tanto en el ámbito educativo como en la Formación Profesional. La decisión de devolverla a Cultura, aunque supone reconocer el error de fusionarla con Turismo hace dos años, busca calmar a un sector que hace mucho ruido en Andalucía.

Si se observan con perspectiva, todos los cambios que ha decidido Moreno, salvo la decisión de hacer portavoz a Carolina España, tienen por objetivo calmar las aguas. Atajar los problemas de gestión en las dos grandes consejerías (Salud y Educación) y reducir el ruido en torno a la gestión cultural y el exceso de peso en las políticas turísticas y de promoción que había encabezado Arturo Bernal estos dos años. La remodelación de mitad de mandato mira precisamente al final del mandato. En el PP andaluz y en San Telmo tienen como objetivo afianzar la mayoría absoluta del barón popular y en ese contexto hay que entender la revolución del gabinete que ha puesto en marcha un político que es poco amigo de los grandes cambios. Con este nuevo equipo, Moreno pone la directa en las elecciones previstas para la primavera de 2026 con todas las dudas despejadas sobre su intención de buscar una tercera elección sin perder la influencia que tiene como barón en Madrid.

Ver comentarios
Juanma Moreno