Azcón tiene por fin gobierno monocolor, pero con el reto de buscar mayorías… que sigue dando Vox

Ni en el propio Vox aragonés creían que la sangre llegaría al río, sino que el órdago contra la acogida de migrantes menores sería otro marcaje con el que diferenciarse del PP. De hecho, al mismo vicepresidente aragonés Alejandro Nolasco no le parecía adecuado dejar el Gobierno de Jorge Azcón y así lo expresó en el comité ejecutivo nacional de su partido que tomó esa decisión para las cuatro autonomías donde compartían gestión. Tan sorpresiva fue la resultante que Nolasco ni sabía cuál sería su siguiente papel, que solo se ha despejado este jueves, una semana después, con el anuncio de que ostentará la portavocía de Vox en las Cortes de Aragón.

Se ponía fin a diez meses de gobierno de coalición y se abría una nueva etapa con Azcón gobernando en solitario, situación que Javier Lambán ha calificado de "policrisis". En realidad, va a ahorrar al PP su principal fuente de oposición, aunque tenga que negociar temas críticos y ganarse voluntades en el Parlamento. En paralelo, el PSOE aragonés tiene que abordar su propio futuro, con el sanchismo rearmado en Aragón tras la toma de posesión de Miguel Gracia como senador, cobertura institucional desde la que trabajar la llegada de Pilar Alegría.

Hacer de la crisis una oportunidad

Hace ahora un año, Jorge Azcón no acababa de ir a la investidura por su empeño de evitar la entrada de Vox. Le costó asumir que solo con los 7 votos que aportaba la extrema derecha y un pacto de gobierno sería presidente. Aunque el balance del PP es de haber convivido diez meses sin fricciones y con sintonía y entendimiento, no ha podido evitar los momentos de voxismo puro de su vicepresidente, Alejando Nolasco, a las que ha sumado sus propias nolascadas: episodios hechos de inexperiencia política de un consejero que ha quedado además como el de menor ejecución presupuestaria.

Pero esta crisis sobrevenida ha dado a Azcón la oportunidad de formar el gobierno monocolor que deseaba y de forjar un núcleo duro con personas muy cercanas a él y con experiencia de gestión, que le permiten dedicar espacio tanto al discurso aragonés como al nacional.

Mar Vaquero ha quedado como única vicepresidenta y auténtica número dos del gobierno, al sumar Presidencia y Justicia a sus anteriores competencias de Economía, las Empresas Públicas, la corporación televisiva y varios institutos, además de la portavocía del Gobierno. El ya superconsejero Octavio López ha añadido a Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística, las políticas que llevaba Nolasco de Despoblación, Cohesión Territorial y Administración Local. Y el consejero de Hacienda y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro, ha incorporado Interior, además de salir de su departamento el nuevo consejero de Agricultura. Son tres consejeros, de los nueve que forman el Ejecutivo junto a Azcón, que tienen en sus departamentos a la mitad de los directores generales de la administración autonómica aragonesa. En el caso de Vaquero, ella sola, gobierna sobre el 20%.

Azcón ha aprovechado además esta circunstancia para ajustar competencias allí donde ha habido conflicto, como Educación, y que de no haberse producido esta situación hubiera sido más crítico de abordar. Así, Claudia Pérez deja atrás los problemas de Caneto o la planificación del próximo curso para centrarse en Ciencia, Universidad y Empleo, pasando la cartera educativa, que tantas mesas y palabras exige, a Tomasa Hernández.

Samper, cesado dos veces

De Agricultura se ocupa ahora Javier Rincón, un alto funcionario pata negra de la administración autonómica, que sustituye al otro consejero de Vox, Ángel Samper, un veterano líder agrario que hubiera preferido seguir. De hecho, hubo que publicar en el BOA su destitución en dos ocasiones, ya que él, a diferencia de Nolasco, no renunciaba; en la segunda publicación fue donde ya quedaba como cesado por orden del presidente. Samper será, muy posiblemente, uno de los militantes más efímeros de la historia de los partidos políticos: se había dado de alta el día 2 de julio y se dio de baja el 12, para mostrar su desacuerdo con la estrategia de Abascal.

Con este gobierno, con el que Azcón se siente mucho más cómodo, y con los presupuestos de 2024 ejecutándose, arrancará el segundo año de la legislatura. Aunque de partida solo tenga sus 27 diputados, más el del PAR, de un arco de 67 parlamentarios, tiene a favor la imposibilidad de que se forme una alternativa de la izquierda, pues los 23 del PSOE, más los de CHA (3), IU (1) y Podemos (1), suman 28. Los tres de Aragón/Teruel Existe, aunque están especialmente defraudados con el PP por el fiasco de la comisión de investigación sobre el despliegue de las renovables en Aragón, no van a ponerse de frente. Mantienen los acuerdos para gobernar la Diputación Provincial de Teruel y han mostrado su propósito de negociar nuevas propuestas en el actual contexto.

¿Qué harán los diputados de Vox?

El verdadero reto está en qué harán los siete diputados de Vox. Desde el Ejecutivo explican que ha abandonado el gobierno por su voluntad, a pesar de que se estaba cumpliendo el pacto, y que están seguros de que primará la amplia mayoría parlamentaria de partidos de derecha, "que en 2025 tendrán por delante un presupuesto de línea programática muy similar a la actual. No ha habido fricciones y hemos gobernado con sintonía y entendimiento; la ruptura ha sido más una decisión de la dirección nacional y se nota", explican desde el Ejecutivo.

La estrategia del PP es no perder sus apoyos y no provocar, y circunscribir la crisis al Gobierno, como ha hecho Vox, que ha decidido romper en unas instituciones y no en otras, al menos de momento. Esta misma semana, el PP refrendaba la presidencia de las Cortes de Marta Fernández y, ante los desmarques de Vox en votaciones de temas en el Ayuntamiento de Zaragoza, la actitud de la alcaldesa ha sido la de contemporizar.

Porque, sin duda, la estrategia de Vox, sin responsabilidades de gobierno, es tener más protagonismo y cotizar más caro el apoyo. Pero la pregunta es si los siete obedecerán a Madrid y se mantendrán toda la legislatura en Vox, o se desmarcarán, ya que varios de ellos están en desacuerdo con lo ocurrido y, a medio plazo, la guerra de Abascal por la derecha de la derecha puede tener costes en los territorios. "No hemos tenido ninguna propuesta de integración y la previsión es que los cargos de Vox, salvo algún caso muy excepcional que responda a criterios de valía técnica, salgan del gobierno", dicen desde el Gobierno.

Viendo antecedentes, en el Ayuntamiento de Huesca, Orduña tiene la mayoría gracias a uno de los concejales de Vox. Y el Partido Popular ha construido su actual mayoría integrando a gran parte del PAR y a casi todo Ciudadanos. Queda mucha legislatura por delante, pero, ante la rivalidad entre Alvise y Abascal, hay apuestas sobre cuántos y cuándo buscarán cobijo en el PP, filas de las que salió más de uno y para quienes solo significaría volver a casa.

Lambán y Gracia, juntos en el Senado

El tiempo, pese a las piedras que eche Vox al camino, juega a favor de Azcón, que de momento ya se ahorra el ruido de su hasta ahora aliado, que no ha dudado en protagonizar broncas hasta en días de logros de gestión.

Javier Lambán señalaba esta semana que era un gobierno inmerso en una "policrisis" por la situación en minoría y el estilo de gobierno. Pero, como en el clásico, donde hace más frío es en la oposición y quien tiene su propio y complejo reto es el PSOE. En la misma comparecencia, celebrada este martes, Lambán reiteraba que su partido mantendrá el calendario para renovar el liderazgo, al que él no concurrirá, con su apuesta de que lo asuman militantes que trabajan en y desde la Comunidad.

Al día siguiente de esta semana llena de entradas y salidas, Miguel Gracia, expresidente de la Diputación Provincial de Huesca y referente del sanchismo en Aragón, tomaba posesión como senador. Así, Ferraz le daba cobertura institucional en un periodo clave para que se pueda cumplir el propósito de Pedro Sánchez de que sea Pilar Alegría quien releve a Javier Lambán. Gracia ha ocupado el puesto dejado en el Senado por Rosa Serrano, tras convertirse esta el martes en eurodiputada y después de que la ejecutiva federal rechazara la candidata a Europa propuesta por Aragón, Isabel García, que hubiera renovado en Estrasburgo.

Así las cosas, Javier Lambán y Miguel Gracia van a compartir pasillos y sesiones de la Cámara alta en unos meses críticos para forjar el relevo del primero, en el que ninguno opta por sí mismo y ambos son paladines de dirigentes de la siguiente generación. Por determinar la opción desde Aragón. Clara la de Ferraz. Y todos pendientes de si el roce facilitará una salida pactada. Las referencias de Lambán a Gracia en su reciente libro de memorias Una emoción política, no lo facilitan. A su nuevo compañero en el Senado lo refiere como "alcalde del pueblecito ribagorzano de Arén, un granjero montañés listo y muy capacitado para la componenda" y dado a "inmiscuirse constantemente en el PSOE de Zaragoza, el más fuerte de las tres provincias, para rebajar su poder. (…) Es muy ducho en estos menesteres".