"Le asaltaron y le dieron dos puñetazos": un hotel, un alcalde socialista y un conflicto con inmigrantes en Guardamar

"La gente está muy preocupada y la sensación es de inseguridad”. Guardamar del Segura (17.328 habitantes, más de 100.000 en verano) vive desde hace unos meses con intranquilidad. El municipio alicantino cuenta con tres recursos del Gobierno central para la acogida de inmigrantes y refugiados y, según denuncian los vecinos y ha constatado el Ayuntamiento, algunos han protagonizado peleas, robos, además de dos agresiones sexuales contra mujeres. No generalizan y ponen el foco en un grupo procedente de Canarias que reside en el Hotel Parquemar, de cuatro estrellas y en pleno centro de la localidad, mientras exigen al Ayuntamiento que se implique y ataje una situación que puede enquistarse y agravarse con la llegada de miles de turistas. El municipio celebra además estos días sus fiestas patronales en honor de Sant Jaume (25 de julio).

“Es algo que se vive con mucha inseguridad y más cuando tienes hijas”, explica la encargada de un restaurante a pie de playa y a escasas manzanas del hotel. El diagnóstico es unánime entre los vecinos consultados, que ven con preocupación cómo su pueblo se ha visto envuelto en un problema de convivencia inédito. Fuentes oficiales del Consistorio declinaron ayer responder a las preguntas formuladas por El Confidencial sobre estos hechos, pero el alcalde, el socialista José Luis Sáez, publicó un comunicado en redes tras el revuelo de las últimas horas para condenar dos de las últimas agresiones registradas. También para señalar que la responsabilidad es de la subdelegación y delegación del Gobierno, instituciones en manos de su mismo partido a las que ha pedido “una respuesta contundente ante esta lamentable situación”.

Pero para los vecinos no es suficiente. “Palabras vacías y simples de cara a la galería. ¿Tomar medidas para cuándo?”, replicó uno en respuesta al comunicado colgado en redes sociales. El hartazgo y la rabia se extienden por el municipio al tiempo que proliferan los grupos de WhatsApp. En uno de ellos, según explica la dueña de otro restaurante muy próximo al hotel, se están organizando protestas a la puerta del establecimiento. “La situación es muy incómoda”, resume. “Cuando llegaron el primer día, el alcalde se hizo una foto recibiendo el autobús, ahora los autobuses llegan por la noche, de forma clandestina”, sigue.

En el hotel están alojados unos 230 inmigrantes procedentes de Canarias y el recurso está gestionado por la Fundación CEPAIM, una de las ONG con las que el Gobierno ha suscrito acuerdos de colaboración. Pero además, Guardamar cuenta con otros dos recursos para el acogimiento de otros inmigrantes y de solicitantes de asilo. A los Apartamentos Vacanza Sun Beach fueron destinados los refugiados de la Guerra de Ucrania, además de un pequeño grupo de subsaharianos atendidos por Cruz Roja, y en el Xplorer Costa Blanca, CEAR gestiona un programa de larga duración con familias latinas y personas procedentes de África.

El propio alcalde explicó el funcionamiento de estos recursos el pasado mes de junio a través de otro post publicado en redes sociales y ya puso el foco en el Gobierno central. En el diagrama que compartió en X (antes Twitter) señaló que la llegada de inmigrantes al municipio se debía a la “situación extrema” que estaba viviendo Canarias y que había sido el Ministerio de Inclusión el que había negociado con las ONG y con los establecimientos hosteleros la habilitación de estos recursos “sin pasar por el Ayuntamiento”. “Desde el Consistorio se ofrece básicamente asesoramiento y coordinación con los servicios sanitarios públicos, educativos y de seguridad”, precisaba sobre el alcance de la implicación del Ejecutivo municipal.

Los altercados protagonizados por un grupo reducido de inmigrantes hace tiempo que se convirtieron en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento. Sáez, que gobierna Guardamar desde 2015, las dos últimas legislaturas con mayoría absoluta, ha trasladado en más de una ocasión su preocupación al Gobierno central, además de pedirle que clausure el centro de acogida habilitado en el Hotel Parquemar. Así lo reconoció al primer edil al periódico local Todo Alicante. Sáez además señaló que prácticamente desde el primer momento ha tenido que ir “mendigando” información y reconoció que el Ayuntamiento envió a la subdelegación un dosier con datos recabados por la Policía Local sobre los incidentes registrados, entre ellos dos agresiones sexuales sufridas por dos empleadas de otros establecimientos hoteleros. “Intentamos capear el asunto como podemos”, confesó al periodista.

Más seguridad privada

Uno de los últimos episodios que ha sacudido al municipio tuvo el pub La Estación como escenario. Un chaval de 19 años fue agredido en los baños del establecimiento. Todo sucedió el pasado 14 de julio, durante la celebración de la Eurocopa, como ha relatado también Vozpópuli. El joven se pidió una copa y uno de los inmigrantes bebió del vaso sin su autorización. Para que el incidente no fuese a mayores, la camarera le sirvió otro. “Le pasó a uno de los pinches que tengo en la cocina. Me contó que además del incidente de la copa comenzaron a toquetear a las chicas, a incomodarlas y a increparlas. Es un chaval de 19 años, muy bajito, muy poca cosa, y cuando bajó al baño del local le estaban esperando. Le asaltaron y le dieron un par de puñetazos, cayó encima del urinario y se dio un golpe en la cabeza”, explica la propietaria del restaurante en el que trabaja la víctima.

Rápidamente, alertaron a la Guardia Civil ―el padre del joven es agente del cuerpo― y se interpuso una denuncia contra los supuestos agresores. Uno de ellos, el que ha podido ser identificado, según el comunicado publicado por el alcalde este lunes, ha sido trasladado a un recurso fuera de la Comunidad Valenciana. Además, la ONG que gestiona el acogimiento de los inmigrantes en el hotel se ha comprometido a “completar con seguridad privada el control de accesos y el exhaustivo control de horarios en la instalación”.

El próximo 31 de julio, como recordó el alcalde, el hotel dejará de funcionar como centro de acogida, pero los recelos entre los residentes de Guardamar no se han aplacado. Al contrario. Parte de los que ahora pernoctan en el Parquemar serán trasladados a otro de los recursos habilitados en la localidad, el Xplorer Costa Blanca. “¿Qué sucederá el 31 de julio cuando termine ese programa? ¿Les devolverán a sus países de origen? ¿Les dejarán libres por las calles, sin hogar y sin conocer sus antecedentes?”, preguntó este lunes otro usuario de X al primer edil.

El comunicado de Sáez concluía animando a los vecinos a denunciar “cualquier tipo de conducta o acto delictivo que puedan sufrir o presenciar”, pero estos lo que quieren son medidas de prevención. Muchos coinciden en señalar que el problema es que “no tienen nada que hacer, pasan muchísimo tiempo en la calle”. “Es gente que viene de países donde lo están pasando muy mal, pero lo que no pueden hacer es perjudicar a los demás. Y es lamentablemente lo que está pasando. Este es un pueblo en el que podías dejar la casa abierta y no pasaba nada, pero ahora tenemos que tener mucho cuidado. No tienen nada que perder”, señala el propietario de otro de los restaurantes situado a pie de playa. Es uno de esos vecinos que se ha cansado de escuchar “historias”. “Me llegan demasiadas cosas. La gente está cabreada, enfadada y no entiende lo que está pasando”, zanja.