El aviso antes de jubilarse de un epidemiólogo canario clave en la pandemia: "Se podría repetir"

Canarias ha experimentado en las últimas semanas un incremento de las infecciones respiratorias. Según datos de Sanidad, el porcentaje de hospitalizaciones por coronavirus ha sido del 2,42%, 92 de las 3.800 camas del Servicio Canario de Salud. En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) el porcentaje era del 2,9%, llegando a tener un hospital de Gran Canaria hasta dos plantas solo para pacientes con esta infección. En la primera semana de este mes se detectaron 14.900 infecciones respiratorias, de las que 2.400 fueron por coronavirus. En la mente de todos los canarios resuenan tres palabras: "Calma, paciencia y prudencia". Y un nombre: el de Amós García.

Aunque se jubiló el pasado 28 de junio, este médico fue la cara visible durante la pandemia. Es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y fue jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias. "Vamos a seguir padeciendo pandemias porque existen fenómenos que posibilitarán su aparición". Así de rotundo y convencido se muestra García, que además señala tres factores que son claves y que, a su juicio, provocarán esta situación.

Tres alicientes

Son el cambio climático, la pobreza y el concepto One Health de la Organización Mundial de La Salud (OMS), de la que es miembro del Grupo Permanente para Europa. García incide en que el calentamiento global "está produciendo un cambio en la ecología de los microorganismos" y, además, añade que "acciones como la llevada a cabo por Bolsonaro en la deforestación de la Amazonía lleva a que los animales tengan, cada vez, más contacto con los humanos en núcleos urbanos". Asimismo, comenta que "la indiferencia entre países pobres y ricos lleva a la pobreza, que es un factor clave en la explosión de problemas transmisibles en forma pandémica".

Este epidemiólogo hace especial hincapié en Salud Única (One Health) que intenta consolidar la OMS: "Es imposible que consideremos la salud humana al margen de la salud ambiental". García considera que la población "se ha olvidado" de que el ébola, la viruela del mono o el coronavirus fueron transmitidos de animales a hombres. "Poco habremos avanzado si no tenemos claro que hay que poner el foco no solo en la salud humana, sino también en la salud animal y ambiental", recalca.

En este sentido, lanza un mensaje al Gobierno para invertir en la Salud Pública, que "no ayuda a ganar las elecciones, pero no invertir en ella te ayuda a perderlas". Por ello, García asegura que "las crisis sanitarias que angustian a la ciudadanía son las de salud pública; las listas de espera son tremendamente incómodas o injustas, pero no causan temor en la ciudadanía". A su juicio, la epidemiología es de las grandes olvidadas de la Sanidad porque "no tiene esa imagen de otras especialidades médicas, los resultados de nuestro trabajo no se ven de un día para otro, tardan meses e incluso años en percibirse".

Calma, paciencia y prudencia

Amós García acumula casi 18.000 seguidores en la red social X, antes Twitter, donde se convirtió en el refugio de cientos canarios, y peninsulares, que esperaban cada día leerle para sentir un halo de esperanza entre tanto caos. "Utilicé el eslogan calma, paciencia y prudencia sin saber el impacto que iba a tener, yo no era mucho de redes sociales, pero me introduje en ellas en pandemia porque creía que era un medio razonable para llevar mensajes a una ciudadanía que estaba completamente despavorida y asustada", comenta con una sonrisa.

Pero… ¿Por qué esas tres palabras? El médico es claro: "Calma porque no estábamos ante el fin del mundo, sino ante un problema serio al que la ciencia le daría respuesta y así lo quería trasladar; paciencia porque la solución no se tendría en dos ni tres días, pero llegaría; y prudencia porque es la madre de todas las virtudes a la hora de extrapolar este tipo de problema y cualquiera que haya en la vida".

Primer caso de coronavirus de España

En el verano de 2019, el médico se encontraba en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, dirigiendo un curso de vacunas y en la mesa de conclusión dijeron que "era razonable pensar que íbamos a tener que convivir con una pandemia en un determinado periodo de tiempo, no sabíamos si corto o largo". Como una premonición, unos meses después comenzaban los primeros casos de covid en el mundo.

El 31 de enero de 2020 se detectó el primer caso de coronavirus del país en la isla de La Gomera. Un turista alemán que puso en alarma a toda España. "¡Anda ya!" fue la expresión usada por el ya exjefe de Epidemiología de Canarias al enterarse de una "sospecha" en la isla. "Lógicamente, no lo esperas, aquello me impactó profundamente porque no había ninguna experiencia en el país y muy poca a nivel mundial de cómo teníamos que actuar", recuerda.

"Aplicamos las normas clásicas de salud pública, las de toda la vida, y el rigor profesional de los sanitarios gomeros hicieron el resto", expresa. Rememora que se consiguió, en aquel momento, mandar las muestras a Majadahonda, en Madrid, porque no se podían analizar en las islas. García se emociona al acordarse del "papel importantísimo" del archipiélago en la historia de la pandemia en España.

"Aprendimos mucho y a marchas forzadas en un momento en el que se sabía muy poco, se consiguió que no hubiera casos secundarios y eso dice mucho de cómo se abordó la situación en las islas", concluye.

Un ejemplo para el futuro

Por último, García, ese médico al que muchas promociones en las facultades de Medicina han tenido de ejemplo, recurre a lo que ya es su eslogan para hacer alusión a los que vienen: "Calma porque vamos a seguir teniendo que abordar problemas de salud importantes y soportando problemas que hay que tomar con tranquilidad y sosiego; paciencia porque no todo se va a solucionar en dos días, no todo son tratamientos inmediatos; y prudencia porque es la madre de todas las virtudes".

Y con este mensaje se despide un doctor que asegura seguirá formándose y estará a disposición de la Sanidad cuando se le requiera. Una vida que continúa más pausada y en la que disfrutará de la familia. A la que, por atender a los demás, ha descuidado. Y también a disfrutar del rock, una de sus mayores aficiones. Una jubilación más que merecida para un profesional, con una trayectoria impecable, que con tres palabras logró calmar a una población ganándose el cariño de todos: larga vida al rock y larga vida a Amós.