Subir los 'parkings' del centro un 23%: la última polémica idea contra el turismo

Si va a visitar San Sebastián este verano, tome nota. A partir del 15 de julio, el parking público junto a la playa de La Concha costará un 23% más. La hora pasará de 2,9 euros a 3,5 y la tarifa de día, de 29,7 euros a 36,6. La subida también se aplicará en el aparcamiento del Boulevard, el que da a la Parte Vieja; y en el de Okendo, junto al exclusivo hotel María Cristina. La “clavada”, como la definen algunos donostiarras, tiene, según el Ayuntamiento (PNV y PSE), una justificación: desincentivar el uso del vehículo privado y evitar el colapso del centro. La medida, que forma parte de un paquete con otros incentivos, ha enojado a muchos vecinos, convencidos de que van a ser ellos los únicos perjudicados, a hosteleros y automovilistas, pero también cuenta con sus defensores en un momento en el que proliferan las manifestaciones contra el turismo masivo.

“Tiene un fin más recaudatorio que disuasorio”, defiende Mario García, portavoz del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN). La entidad es una de las convencidas en la ciudad de que la subida, a quien afectará, será a los vecinos: “Si estás de vacaciones, asumes la clavada. Si eres de San Sebastián, cuando vayas a pagar te vas a acordar del alcalde y del parking”. En la misma línea, Kino Martínez, secretario general de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, señala que el principal perjudicado será el donostiarra y el vecino de otros municipios de la provincia.

“No va a tener un resultado positivo. La ciudad tiene un tipo de turismo de un nivel adquisitivo medio alto y pagar 50 céntimos más no va a ser un inconveniente para quien venga en coche”, ilustra. La tarifa media de hotel en la ciudad supera los 200 euros noche y el 50% de los turistas llegan en coche a San Sebastián. Para la Asociación, tras este dato se esconde un factor que influye en los atascos y en el caos circulatorio: “La inaccesibilidad de San Sebastián como destino”.

“La ciudad tendría que tener un aeropuerto en condiciones, tampoco tenemos AVE. Somos el único destino de cierto nivel sin conexión con Madrid por alta velocidad, se tardan cinco horas o cinco horas y pico. Si la administración se pusiese las pilas en términos de transporte, el problema se reduciría mucho porque los turistas podrían llegar al centro de la ciudad por otros medios”, enumera Martínez, convencido de que la solución no puede ser siempre la “penalización económica”.

Para el RACVN, los problemas de tráfico que sufre la capital guipuzcoana, una ciudad con cerca de 200.000 habitantes, en la que en verano puedes estar perfectamente metido en un atasco de una hora, responde a múltiples factores. Uno: la apertura de hoteles a lo largo de los últimos años no ha estado acompañada de una planificación del aparcamiento. Dos: los cambios de tráfico impulsados la pasada legislatura.

El Ayuntamiento acometió una importante reestructuración y, entre otras medidas, cambió el sentido del tráfico en varias calles del centro. “Hace falta una estrategia para revertir esos cambios. Todos los partidos lo defendieron en las elecciones municipales, excepto el del Gobierno [en referencia al PNV]. Y hay que potenciar los parkings disuasorios”, señala García. Esa es otra de las piezas que incluye el paquete de medidas anunciado por el Consistorio para evitar los atascos en época veraniega, pero “hay que hacerlo al estilo europeo, a las afueras, con aparcamiento garantizado, seguro y con una conexión”. A pesar de que el Ayuntamiento habla de tres zonas habilitadas para tal fin, solo una, la situada en la vieja plaza de toros de la ciudad, cumple con las condiciones necesarias, según el RACVN.

"Hay que buscar soluciones y el turista no sabe qué alternativas tiene", sostiene Vassallo, experto en economía del transporte

Más allá de las quejas, también hay defensores de la medida. Y no es el Ayuntamiento. José Manuel Vassallo, catedrático del Departamento de Ingeniería del Transporte, Territorio y Urbanismo de la Universidad Politécnica de Madrid, respalda la subida tarifaria. “Siempre que hay cierta elasticidad en los precios, cuanto más caro, la gente adquiere menos. Siempre habrá quien esté dispuesto a pagar más, pero también hay gente que cambia de opinión por esa subida”, señala el profesor, experto en economía del transporte. “¿Es la única medida? No. ¿Puede ayudar? Sí”.

Vassallo recuerda los serios problemas de aparcamiento que tienen varias ciudades españolas y a los que hay que poner remedio. Para el experto, la solución no puede ser una ciudad atascada con infinidad de coches dando vueltas para intentar encontrar hueco, agravando el problema. Pero defiende que el incremento de precios debe venir acompañado de otras iniciativas, como los aparcamientos disuasorios, así como campañas de información o precios alternativos -otra de las medidas que ha acordado el Consistorio donostiarra es una tarifa de dos euros para los vecinos que aparquen por la noche-.

Y sobre el posible perjuicio a los vecinos frente a los turistas, Vassallo apunta que hay que tener en cuenta otros factores. “Entiendo la crítica, pero no estoy de acuerdo con ella. Hay que buscar soluciones y al turista que llega le es más complicado saber qué alternativas tiene, cómo funciona la movilidad de esa ciudad… Aquellas personas que tengan más facilidades para emplear modos alternativos, lo harán. Es decir, si en autobús tardo 20 minutos en llegar al centro y en coche, 10, y ahora decido ir en autobús, no me parece mal que afecte al vecino”, ahonda.

Es una reflexión similar a la que esbozó el alcalde, Eneko Goia, este martes en rueda de prensa preguntado por las críticas vecinales. “Algunas de las medidas van a beneficiar a los vecinos”, apuntó en referencia a la tarifa reducida nocturna, y añadió: “Y el sistema de transporte público que tiene nuestra ciudad es muy potente y aconsejo que se utilice. Es la mejor manera de contribuir a que no haya congestión, que haya menos emisiones, en definitiva, que tengamos un medio de transporte más sostenible”.