Elon Musk afirma que la conducción autónoma total llegará en meses, pero hay un problema

Tesla es uno de los fabricantes de coches que más se ha volcado en el desarrollo de la conducción totalmente autónoma. Atrás quedan multitud de avances, pruebas y, desde luego, promesas. Sin ir más lejos, hace unos meses la marca americana presentaba la versión 12.3 de su tecnología FSD (Full Self Driving), aún en fase de pruebas, y con la promesa de que el nuevo sistema tomaría ya decisiones más humanas. Sin embargo, la última sorpresa es que Elon Musk, CEO de Tesla, ha asegurado en la presentación de resultados del primer semestre de este año, que la conducción totalmente autónoma, sin supervisión por parte del conductor, llegará en cinco meses o, a lo sumo, en 2025.

Pero en este relato hay un problema, y es que Musk ya ha repetido este mantra en multitud de ocasiones desde 2013, hace más de una década. En aquel momento, el multimillonario sudafricano señaló que "es bueno tener el piloto automático en los aviones, y deberíamos tenerlo en los automóviles". Ya en 2016 aseguró que Tesla haría una demostración de conducción autónoma de extremo a extremo del país en 2017, o que los conductores podrían pedir un coche para que les llevara desde Nueva York hasta Los Ángeles en 2018. Promesas que no llegaron a hacerse realidad.

"Basándonos en la tendencia actual, deberíamos conseguir que los kilómetros recorridos entre las intervenciones del conductor sean lo suficientemente altos como para que, posiblemente a finales de año, superen con creces la distancia que los humanos quieren recorrer, y sin supervisión. Me sorprendería mucho que no pudiéramos hacerlo el año que viene", afirmó Musk. Además, en dicha presentación se ha asegurado que se está avanzando en que la tecnología FSD se apruebe este mismo año en Europa y China, ya que, por el momento, solo está permitido su uso en Estados Unidos.

Por otro lado, Tesla también retrasaba recientemente la presentación de su proyecto de taxi autónomo, también conocidos como robotaxi. Su aparición oficial estaba prevista para el próximo 8 de agosto, pero Musk anunciaba hace unos días en su red social X, que este lanzamiento se ha aplazado, siendo el mes de octubre la posible nueva fecha. El empresario aludía como motivo a un cambio de diseño en la parte delantera, y que, además, este tiempo adicional permitiría mostrar otras partes del proyecto.

Otras incidencias y última versión

En estos más de 10 años, desde que Musk habló por primera vez de la conducción autónoma, ha habido diferentes polémicas, como cuando California prohibió a la compañía comercializar sus coches como "totalmente autónomos", ya que el sistema Autopilot de asistencia y su evolución FSD no permite en la actualidad la conducción autónoma Nivel 4 o Nivel 5, correspondiente a la conducción verdaderamente automatizada.

Esta última promesa de Musk podría ser otra de tantas, como ya sucedió en ocasiones anteriores, pero es cierto que la tecnología FSD de Tesla cada vez está más avanzada, aunque algunos usuarios hayan tenido experiencias negativas. En 2023, se viralizó un vídeo donde un usuario probaba el sistema FSD Beta 11.4.3 por las calles de Las Vegas, en Nevada. El conductor se encontró con una rotonda y el coche quedó atrapado en un bucle sin fin. Al igual que otras personas hablaban de lentitud o excesiva cautela del sistema, por ejemplo, a la hora de girar frente a tráfico en sentido contrario. En estas situaciones, el sistema esperaba y esperaba, hasta que el conductor tenía que tomar los mandos y llevar a cabo la acción por sí mismo.

Sin embargo, la última versión presentada por Tesla, la 12.3, llegaba con la premisa de tomar decisiones más humanas, aunque no ha estado exenta tampoco de controversia. Tras probarla, decenas de usuarios han alabado el progreso de esta tecnología, pero también han apuntado que el coche se mueve ahora de una forma más arriesgada entre el tráfico, para así lograr una conducción más real. Pero, para muchos, esto también llevaría implícito un mayor riesgo de accidente.