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Solo hay 170.581, un 0,6% del parque español

De media, la reparación de un coche eléctrico cuesta un 28% menos que la de uno de combustión

Según Solera, gestor del ciclo de vida de los vehículos, el cliente de un coche eléctrico gasta 368 euros en taller al año, frente a los 513 de media en el resto. Entre otras razones, porque prescinden de decenas de piezas, valoradas en 20.000 euros

En el caso de los diésel, la diferencia de coste es solo del 21%. (Toyota)

Solera, compañía dedicada en 120 países al análisis de datos, el software y los servicios integrados para la gestión del ciclo vida del vehículo y de las flotas, ha hecho público un informe, centrado en España, en el que concluye que la facturación por mantenimiento y reparaciones de un coche eléctrico es, de media, un 28,3% inferior a la de los vehículos con motor de combustión. En concreto, 368 euros de gasto anual en los modelos que se mueven exclusivamente con batería y 513 euros de media en el resto, aunque Martín Tejero, Key Account Manager de la empresa en nuestro país, recuerda que las diferencias son mayores o menores de esos 145 euros en función de la tecnología de propulsión estudiada.

Así, por ejemplo, la menor diferencia es con los vehículos de motor diésel, frente a los cuales el ahorro anual medio es del 21%, mientras que la diferencia entre eléctrico e híbrido es del 25%, y entre eléctrico y de gasolina alcanza el máximo, un 29%. Un menor coste de las reparaciones y de las operaciones de mantenimiento que, en el futuro, podría afectar a los talleres, a los que el coche eléctrico reduce su facturación. No obstante, Tejero explica que ese proceso está siendo lentisimo, y que "dará más tiempo a los talleres para adaptarse", porque los 170.581 vehículos eléctricos que circulan por España, y que en 2023 totalizaron 62,7 millones de euros en labores de posventa, suponen todavía una porción mínima de la actividad del sector, pues representan solo el 0,6% del parque móvil español. Por ejemplo, los vehículos de gas e híbridos de todas las clases (1.564.668) son el 5,3% del total, y la gran mayoría de los automóviles registrados en España son de gasolina, con un 34,7% (10.105.108), y diésel, con un 59,3% (17.269.301).

Los coches eléctricos reducen el gasto del cliente en el taller, pero también la facturación de estos.

De hecho, de los 29.118.072 vehículos que componen el parque español, menos del 6% puede ser calificado técnicamente de sostenible, sumando el 0,6% de eléctrico, el 0,6% de híbridos enchufables, el 0,5% de vehículos que pueden funcionar con algún tipo de gas (GLP y GNC, principalmente) y el 4,2% de híbridos. Y, como consecuencia de ello, tan solo el 1,2% (360.597 vehículos) del parque circulante cuenta con etiqueta cero emisiones de la DGT, frente a un 4,7% (1.383.066) que tienen etiqueta Eco, un 40,1% (11.679.881) que cuentan con el distintivo C, un 28,2% (8.210.401) que lucen el B y nada menos que un 25,7% (7.484.110 vehículos) que carecen de etiqueta medioambiental. Para los responsables de Solera, la etiqueta Cero Emisiones está estancada en nuestro país, y solo crecen los distintivos Eco y C.

Coches ecológicos y sueldos

El informe, que también relaciona la posesión de los vehículos ecológicos y los ingresos de sus propietarios, muestra que solo hay automóviles ecológicos, ya sean híbridos o eléctricos, en el 3,2% de los hogares españoles, y que existe una relación directa entre el uso de ese tipo de vehículos y los ingresos del hogar. De hecho, encontramos el 25,2% de los coches ecológicos en hogares con entre 3.000 y 5.000 euros de ingreso mensual, y un 12,1% están en hogares con más de 5.000 euros de ingreso al mes. Si buscamos más abajo, un 14,9% están en hogares con ingresos de 2.500 a 3.000 euros, un 14,5% en los que ingresan de 2.000 a 3.000 euros al mes y un 14,3% en los que tienen ingresos de 1.500 a 2.000 euros mensuales.

En España, el 37,3% de los coches ecológicos están en hogares que ingresan más de 3.000 euros al mes.

Sin embargo, solo un 11,7% de los vehículos ecologicos dan servicio a hogares con ingresos de 1.000 a 1.500 euros al mes, solo un 6,1% en los que ingresan de 500 a 1.000 euros, y solo un 1,3% en los que no alcanzan los 500 euros mensuales. Es decir, y resumiendo, los hogares con más de 2.500 euros de ingreso mensual tienen más de la mitad de los vehículos ecológicos que hay en España: un 52,2%. Y si ponemos la frontera por encima de los 2.000 euros de ingresos al mes, poseen el 66,7%, dos tercios del total.

Eléctricos, y ahorro en el taller

En cuanto a las razones que justifican el menor coste de mantenimiento y reparación de los vehículos eléctricos frente a los de combustión, Martín Tejero explica que muchas de las piezas habituales en coches de gasolina, diésel, de gas o híbridos no están presentes en los eléctricos. De media, esas piezas pueden ser valoradas en 20.227 euros, y el informe de Solera las enumera, con costes medios en todos los casos, obtenidos de sus bases de datos: alternador (753 euros), motor de arranque (488), bujía (98), inyector (285), bomba de inyección (1.606), bomba de vacío (632), turbo (1.785), culata del motor (1.937), filtro de aire del motor (41), filtro de aceite (36), cárter de aceite (413), cigüeñal (1.434), volante motor (435), colector de admisión (513), árbol de levas de escape (237), árbol de levas de admisión (464), bomba de combustible (640), depósito de combustible (634), catalizador (1.778) y silencioso principal (471 euros).

Un coche eléctrico prescinde de decenas de piezas que sí lleva un vehículo de combustión o híbrido.

Lógicamente, preguntamos a los autores del estudio sobre órganos específicos que caracterizan al coche eléctrico, como la enorme y cara batería de propulsión: "si por algún motivo, como un accidente, hubiese que sustituirla, el coste puede ser tan alto que, en función de la edad del vehículo y de otros factores, podría no interesar la reparación". Pero desde Solera aclaran que, en realidad, eso ocurre con todo tipo de vehículos, pues "el coste de todas las piezas de un vehículo triplica, aproximadamente, el coste del vehículo nuevo", y si un siniestro o una gran avería exige cambiar muchos elementos, tanto de carrocería como de mecánica, las aseguradoras tienden a negar la reparación, y declarar el vehículo siniestro, si el coste supera el del propio valor del coche en ese momento. Y eso, nos dicen, "es frecuente".

Sobre los costes de taller, el estudio concluye que el vehículo eléctrico supone ahorros en apartados muy concretos, como los frenos, partida que se ve reducida, de media un 74% frente a los coches de gasolina, un 70% respecto a los diésel y solo un 1% en comparación con los híbridos. Y si se habla del mantenimiento programado propiamente dicho, el eléctrico reduce el gasto un 68% frente a los de gasolina y un 66% frente a los diésel y los híbridos. En cambio, los eléctricos incrementan el gasto del usuario en neumáticos: un 37% frente a los coches de gasolina, un 42% frente a los híbridos y nada menos que un 61% si comparamos con los diésel.

Y el estudio de Solera compara también los costes de taller de los coches de marca generalista con los de fabricantes prémium, desvelando que, curiosamente, la mayor diferencia se produce en los vehículos eléctricos: de media, el gasto en mantenimiento y reparación de un eléctrico prémium supera en un 85% el de un eléctrico de marca generalista, cuando la diferencia en los de gasolina es del 68%, del 60% en los híbridos y solo del 29% en los de mecánica diésel.

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