¿Nunca has tenido la sensación de que la vida de tus contactos en las redes sociales se basa en la fiesta, el lujo, las playas, el deporte y la felicidad? Revisamos el historial de fotografías publicadas y no encontramos rutina y aburrimiento, sino platos de comida apetecible, restaurantes caros, saltos de felicidad y vacaciones en la costa embellecidas con un flamante filtro de Instagram... No te lo creas: no es oro todo lo que reluce. 

Tratar de aparentar una vida que realmente no se tiene no es algo que haya llegado con las nuevas tecnologías. Ya lo veíamos, por ejemplo, en la figura del hidalgo pobre representada en novelas clásicas como el Lazarillo de Tormes. Los siglos han pasado pero, como podrás comprobar en la siguiente galería, tratar de aparentar lo que no somos o de transmitir una felicidad que realmente no sentimos está más de moda que nunca.