Está en venta. La famosa mansión que a punto estuvo de costarles el divorcio en la ficción a Tom Hanks y Shelley Long en 1986 busca comprador.

Está en venta por 12,5 millones de dólares, tal y como anuncia su actual dueño en el portal inmobiliario estadounidense Zillow. Situada en Lattingtow, Long Island, quien adquiera esta espectacular propiedad podrá revivir muchas de las escenas que el director del filme, Richard Benjamin, rodó en su interior y exterior. Además de presumir de vivir en una auténtica casa de cine.

Completamente restaurada y con ocho dormitorios, la mansión fue el escenario perfecto para rodar una película que sirvió a Tom Hanks como trampolín para su carrera como actor dentro del género de la comedia. 

Perfectamente restaurada y a pesar de la fama que la precede, lo más seguro es que los futuros compradores podrán presumir de vivir en una casa de cine. Lejos de lo que un día fue, la mansión está totalmente reformada con las mejores calidades y dispone de todas las comodidades como una sala de juegos, un gimnasio, una suite para invitados y un jardín de rosas.

Eso sí, para ello, lo actuales dueños Rich y Christina Makowsky tuvieron que pasarn por una experiencia similar a la de la pareja protagonista de la película. "No nos dimos cuenta de lo mal que estaba cuando la compramos", comentaron a The New York Times. “La casa se caía a pedazos cuando ibas de habitación en habitación. Sin duda, podríamos haber protagonizado la secuela", comentaron.

Fotos: Zillow.