"No ha durado demasiado tiempo la resurrección de Juan Carlos I. Se produjo en los actos conmemorativos del 23-F. Y se ocupó de oficiarla su propio hijo, no solo reivindicando el papel de su majestad en la neutralización del golpe, sino aprovechando la efeméride para defender la Constitución y exponer la utilidad de la monarquía, igual que él mismo hizo, Felipe VI, en el discurso del 3 de octubre".