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Orban visita a Putin en Moscú

Vox abandona a Meloni y se une al proyecto más derechista de Orbán en la Eurocámara

El partido de Abascal se suma a la iniciativa lanzada por el autoritario primer ministro húngaro Viktor Orbán en el día en el que visita Moscú para reunirse con Putin

El presidente de VOX, Santiago Abascal, comparece durante el seguimiento de la jornada electoral de elecciones europeas. (Alejandro Martínez Vélez / Europa Press)

En 2019 miembros de los Conservadores y Reformistas (ECR), el grupo creado originalmente por los tories británicos para separarse del Partido Popular Europeo (PPE), convencieron a Vox de que su lugar en la Eurocámara estaba en la bancada de ECR, y no en el grupo más extremista de Identidad y Democracia. ¿La razón? ECR eran más serios, partidos con experiencia de Gobierno, con una tradición de crítica hacia Europa pero desde dentro, y, sobre todo, abiertos al libre comercio y con una clara vocación euroatlántica frente a la sospecha prorrusa que siempre ha sobrevolado al sector todavía más a su derecha del Parlamento Europeo.

Un lustro después, la formación dirigida por Santiago Abascal, ha decidido tomar otro camino y unirse a un nuevo grupo en la Eurocámara, formado a raíz de los restos de Identidad y Democracia, y armado alrededor de la figura de Viktor Orbán, el autoritario primer ministro de Hungría, bajo el nombre de “Patriotas de Europa”. Lo hace el mismo día que Orbán se encuentra en Moscú, reuniéndose con Vladímir Putin, presidente ruso, para enfado de la práctica totalidad del resto de líderes europeos.

En un comunicado Vox ha señalado que el movimiento busca seguir peleando contra “los consensos populares y socialistas en Bruselas”, trasladando “su agradecimiento y fuerte amistad” hacia el grupo en el que ha militado durante estos últimos cinco años, y en el que compartía bancada con formaciones como Fratelli d’Italia, de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, Ley y Justicia (PiS), que hasta finales de 2023 ha gobernado en Polonia, o el partido ODS checo, del que es el actual primer ministro checo Petr Fiala.

ECR ha aglutinado tradicionalmente a los partidos ultraconservadores que han accedido al poder y que, en muchos casos, podrían haber formado parte del flanco derecho del PPE, pero que preferían encontrarse en un grupo propio. La elección de Vox por ECR se leyó en 2019 como un esfuerzo por parte de la formación de Santiago Abascal por normalizarse a nivel europeo y como una muestra de su interés por ser considerada una fuerza seria, atlantista y homologable a otras formaciones ultraconservadoras con experiencia ejecutiva. Cinco años después ha decidido unirse al proyecto liderado por Orbán, pero en el que también participan otros partidos como el FPÖ austriaco o el ANO checo.

La diferencia entre el nuevo grupo y el de ID es que la nueva bancada de Orbán quiere aglutinar a fuerzas que hayan llegado a gobiernos, pero que a diferencia de ECR no tengan demasiado interés por formar parte activa del liderazgo de la Unión Europea. Sigue teniendo muchos de los aspectos característicos de ID, como posiciones prorrusas o viejos lazos con Moscú, proteccionismo y un notable populismo en su discurso europeo, pero la enorme diferencia es que Orbán quiere un grupo de potenciales líderes europeos.

El primer ministro húngaro sabe que el poder real reside en el Consejo de la UE, donde están representados los Estados miembros a nivel ministerial, y en el Consejo Europeo, donde se sientan los líderes europeos. Y sabe que incluso con otros líderes ultraconservadores sentados en la mesa, como es el caso de Meloni y del primer ministro checo, él sigue quedándose solo. Por eso necesita un grupo más afín a él, con el que poder coordinar posiciones de manera más sencilla, y que al mismo tiempo cuente con partidos con potencial de poder acceder al Consejo de la UE o al Consejo Europeo.

La clave francesa

La clave para los “Patriotas para Europa” es si Marine Le Pen y su Rassemblement National, que intentarán lograr formar gobierno en Francia tras las elecciones del próximo domingo, acaba por unirse a la nueva familia política impulsada por Orbán. La delegación lepenista en la Eurocámara es una de las más importantes. Si finalmente se marcha a la nueva bancada de extrema derecha, probablemente acelere que otras formaciones se unan a los Patriotas. La ambición del grupo que está impulsando el Fidesz húngaro es desbancar a ECR como principal fuerza a la derecha del PPE de cara a esta legislatura.

Pero Meloni se trata de un golpe duro. Los ultraconservadores han pasado días de mucha tensión por la amenaza de que el PiS polaco, elemento central de ECR, pudiera decidir marcharse al nuevo grupo de Orbán. Finalmente, y tras muchas maniobras, se ha evitado un movimiento que habría representado toda una escisión el bloque ultraconservador. Pero mientras que Roma se esforzaba por evitar una división que haría muchísimo daño a ECR, Vox ha acabado saliendo por la puerta de atrás.

Abascal es consciente de que el movimiento va a verse con muy malos ojos desde Fratelli y desde el PiS. Por eso, el líder de Vox ha hecho referencia específica a ellos durante una intervención en la que ha anunciado la marcha del partido al nuevo grupo comandado por los húngaros. Este movimiento priva a ECR de 6 eurodiputados, lo que afecta a los equilibrios de poder dentro de la Eurocámara en un momento en el que Meloni y algunos sectores derechistas dentro del PPE están intentando hacer llegar un mensaje claro a Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea: si quiere garantizarse la reelección, debe contar también con algunos votos de los ultraconservadores y no buscar los apoyos que le faltan en la bancada de los ecologistas.

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