Loading...
Comentarios

-

Ha habido un error al recuperar los mensajes
Cargando mensajes...
Ha habido un error al recuperar los mensajes
Es noticia
  1. Mundo

¿sigue siendo un país pacifista?

"Japón siente que la amenaza de una guerra en un futuro próximo es peligrosamente alta"

Las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki convirtieron al país de los samuráis en la nación otaku. Ahora, con el cambio de ciclo geopolítico, Japón vuelve a armarse. El historiador y experto militar Samuel Parkinson nos da las claves

Soldiers of japanese ground self-defense force's ardb hold marine landing drill at tokunoshima island

El imaginario colectivo sobre el carácter militar de Japón está claramente partido en dos. Por un lado, samuráis, ninjas y pilotos kamikazes han sido inmortalizados en la cultura popular planetaria como epítome de guerreros feroces con armas formidables; y la nación es cuna de docenas de artes marciales de renombre mundial, del karate al sumo, del judo al ninjitsu.

Por otro, tenemos la idea de ese país pacifista y discreto, símbolo del tecnooptimismo futurista y regido por los principios de la armonía sintoísta. Entre ambas percepciones, un cisma histórico de dimensiones catastróficas. Las bombas atómicas que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki pusieron fin a las ambiciones imperiales de una nación que pasó a ventilar sus pulsiones más violentas mediante videojuegos, cómics y películas.

La derrota de Tokio en la Segunda Guerra Mundial dio lugar a la constitución de 1947, respaldada por gobiernos de distinto signo político a lo largo de las décadas y sobre la que el país reconstruyó su diplomacia de paz y reconciliación tras la contienda. Una Carta Magna cuyo artículo 9 contiene una cláusula "anti guerra", en la que renunciaba a las armas como forma de soberanía y rechaza utilizar la fuerza militar para dirimir las disputas diplomáticas. ¿Hasta ahora?

La invasión rusa de Ucrania, la creciente tensión entre las dos Coreas y, sobre todo, las crecientes tensiones geopolíticas que proyecta China en Asia Pacífico comienzan a desdibujar las finas trazadas en la posguerra. Japón aprobó para este año el mayor presupuesto de defensa de su historia (60.000 Millones de dólares), tras subir un 16,5% interanual y con la expectativa de mantenerse en estas cotas hasta, al menos, 2027. Destructores, portaviones, submarinos, cazas, sistemas antiaéreos. Tokio está reabasteciendo su arsenal y entrando en modo 'supersaiyajin'.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿cómo reaccionaría Japón ante una invasión china de Taiwán o un conflicto con Filipinas o Vietnam?, ¿cómo respondería ante el lanzamiento de un misil norcoreano sobre su territorio?, ¿plantaría cara a Putin por la disputa de las islas Kuriles en el norte? Conversamos con Samuel Parkinson, historiador y experto en política militar de la región, para entender si el país del sol naciente ha dejado de ser pacifista, si es que alguna vez realmente lo fue. La entrevista ha sido ligeramente editada por motivos de claridad.

PREGUNTA. Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Japón se ha caracterizado por una acción exterior extremadamente pacifista. Sin embargo, la creciente sensación de amenaza que generan China y Corea del Norte en la región parecen ponen en entredicho esta política. ¿Está cambiando esto?

RESPUESTA. Japón goza de la reputación de país pacifista. [Desde la Segunda Guerra Mundial] no ha participado en un conflicto abierto como beligerante declarado y no ha aportado armas (excepto baterías Patriot para la defensa aérea de Ucrania) a un conflicto activo. En este sentido, es bastante pacífico comparado con países de riqueza y poderío similares. Pero si el Japón de la posguerra ha podido seguir una política exterior de cara al público basada en principios pacifistas, ha sido gracias a la presencia continuada de fuerzas militares estadounidenses en el país.

Pero, como ocurre con todas las ramas en política exterior y defensa, tenemos que mirar más allá de la retórica. Sería erróneo creer que Japón siempre ha seguido una política exterior hacia sus vecinos basada en el pacifismo desde que recuperó la independencia en 1952.

PREGUNTA. ¿Puede poner un ejemplo?

R. Bajo el mando del primer ministro Yoshida Shigeru (1948-1954), figura fundacional en la creación de la política exterior japonesa de posguerra, el país permitió el uso de dragaminas japoneses (bajo la presión del almirante estadounidense Arleigh Burke, que entonces formaban parte de la Agencia de Seguridad Marítima precursora de las MSDF) para retirar minas de la península coreana. Las tripulaciones japonesas y sus barcos no enarbolaban bandera japonesa. Sus acciones se mantuvieron totalmente en secreto para los periodistas japoneses e internacionales. Pero no se trataba simplemente de una acción de retaguardia.

En octubre de 1950, las tripulaciones japonesas se vieron atrapadas en medio de una gran batalla naval frente a Wonsan, que acabó con el hundimiento y daño de varios buques de guerra estadounidenses, una fragata surcoreana y, lo que es más grave, la destrucción de un dragaminas japonés a causa de una mina soviética. En esta batalla murió un marino japonés y muchos más resultaron heridos. Estos marineros son los únicos funcionarios japoneses que se sepa que hayan muerto en combate. Resulta revelador que el gobierno japonés no los conmemore públicamente, mientras que el público japonés ignora casi por completo el papel de Japón en la guerra de Corea.

Todo esto viene a decir que Japón no ha practicado una política exterior tan pasiva (como muchos la han caracterizado) o pacifista como los dirigentes japoneses y muchos observadores extranjeros podrían hacer creer. Para decirlo en un lenguaje más práctico: Japón se ha comportado en el pasado más como cualquier otra nación de lo que a menudo se cree.

P. ¿Y qué ocurre con la situación geopolítica de Japón en la actualidad? ¿Ha cambiado algo?

R. La diferencia clave entre la época de la Guerra Fría y ahora es que los gobiernos del Partido Liberal Democrático (PLD, por sus siglas en inglés) estaban mucho menos interesados en introducir agresivamente cambios importantes en la interpretación del artículo 9 para permitir a Japón participar en la autodefensa colectiva. Aunque el ex primer ministro Shinzo Abe esperaba enmendar la Constitución japonesa, ya no parece que sea necesario (o factible) un paso tan radical.

Los sucesivos gobiernos han mantenido su compromiso de reorientar constantemente la visión oficial del gobierno japonés sobre el artículo 9 para permitir que las Fuerzas de Autodefensa ayuden a un aliado que sea atacado. Del mismo modo, se están tomando medidas para permitir a Japón realizar un ataque preventivo con misiles de precisión contra fuerzas enemigas (o lanzaderas de misiles) que se crea que se están preparando para un ataque inminente. Todas estas medidas están alterando drásticamente la política de defensa de Japón de cara al público.

P. ¿Pero sigue siendo un país pacifista?

R. Sí, lo es. Japón no tiene un comportamiento agresivo o inusualmente provocador, teniendo en cuenta que mantiene múltiples disputas territoriales con Rusia, Corea del Sur y China (y técnicamente también con Taiwán). Japón está llevando a cabo un importante esfuerzo de rearme y modernización de sus modestas Fuerzas de Autodefensa. Además, los gobiernos encabezados por el PLD siguen sentando las bases para permitir que las fuerzas japonesas ayuden rápidamente a las fuerzas estadounidenses (o de futuros aliados) si son atacadas. Se trata de un cambio significativo en la política japonesa. Pero es el resultado final de pequeños cambios graduales que se han acelerado en los últimos 15 años, desde que quedó claro que China se convertiría en una potencia marítima significativa.

No veo indicios de que Japón vaya a adoptar una postura defensiva que le lleve a buscar el conflicto. Lejos de ello, los actuales desafíos internos de Japón garantizan que el país carece de recursos para actuar en solitario (independientemente del resultado de las elecciones de 2024 en Estados Unidos). En un futuro previsible, Japón seguirá dependiendo de la colaboración con una red de Estados aliados en cualquier contingencia militar.

"Las JSDF no fueron concebidas para luchar como una fuerza militar capaz de actuar de forma independiente"

P. Japón sigue dependiendo de Estados Unidos para defenderse en un hipotético escenario bélico. ¿Esto seguirá siendo así? ¿En qué estado están las Fuerzas de Autodefensa?

R. Las JSDF (Fuerzas de Autodefensa) no disponen de los recursos humanos ni de otras capacidades que les permitan luchar contra un adversario potencial, como China o Corea del Norte. Esto se debe a su diseño. Las JSDF nunca fueron concebidas para luchar como una fuerza militar capaz de actuar de forma independiente. Desde su creación, su filosofía organizativa básica y su estructura han sido puramente defensivas. Además, si Japón se viera envuelto en una guerra, las JSDF siempre han elaborado todos sus planes partiendo del supuesto seguro (hasta hace poco) de que siempre lucharán conjuntamente con las fuerzas estadounidenses.

Las formaciones militares estadounidenses en Japón y en el extranjero poseen el tipo de capacidades ofensivas de las que carece la JSDF o que solo posee en pequeñas cantidades. Aunque Japón está acumulando una reserva de misiles Tomahawk que le garantiza la capacidad de lanzar ataques sobre el territorio de un adversario, carece de la suficiente redundancia y capacidad de recuperación en sus sistemas de puntería necesarios para realizar ataques sostenidos y precisos (es fundamental poder ver qué ha sido alcanzado realmente tras un ataque con misiles y qué ha fallado).

En cuanto a las fuerzas terrestres y el transporte marítimo, la GSDF no posee capacidades suficientes para operar fuera del territorio japonés. Pero esto no es un problema demasiado importante, ya que la JSDF no prevé el despliegue de sus fuerzas terrestres fuera de su territorio. Las fuerzas navales (MSDF) y aéreas (ASDF) de Japón se encuentran entre sus ramas más capaces. Estos servicios suponen el mayor desafío para cualquier adversario regional. Las MSDF están consideradas, con razón, como una de las fuerzas navales mejor entrenadas del mundo y probablemente se desenvolverían bien en una guerra. Pero, al igual que el resto de las JSDF, las MSDF tendrían dificultades en cualquier conflicto con China sin la ayuda de la Marina estadounidense.

P. ¿Y cuál sería el papel de Corea del Sur?

R. A diferencia del ejército estadounidense, el de Corea del Sur no figura en absoluto en los planes de defensa y seguridad de Japón. Japón y Corea del Sur no tienen tratados de defensa. Aunque ambos países son democracias liberales con temores similares a las ambiciones chinas y norcoreanas, el recuerdo surcoreano de la dominación colonial japonesa, así como el entorno geoestratégico único de Corea del Sur, han hecho que hasta ahora Corea del Sur no esté dispuesta a comprometerse nunca en defensa de Japón en un posible conflicto regional.

Es muy poco probable que las fuerzas surcoreanas ayuden a Japón, y mucho menos que defiendan su territorio, a menos que ambas naciones estén en guerra contra el mismo enemigo. Del mismo modo, el despliegue de fuerzas terrestres japonesas en la península coreana sería extremadamente controvertido.

P. ¿Cómo reaccionaría Japón ante una potencial amenaza bélica?

R. Creo que ya estamos viendo la respuesta a esta pregunta ante nuestros ojos. En la actualidad, el gobierno japonés se está apresurando a ampliar sus capacidades de guerra cibernética, expandir sus fuerzas navales y adquirir municiones adicionales. Esto se debe a que cree que la probabilidad de una guerra en un futuro próximo es peligrosamente alta. A diferencia de algunas grandes potencias europeas, Japón se ha tomado muy en serio las lecciones de la guerra de Ucrania y se está preparando de forma proactiva para escenarios que espera que no lleguen a producirse.

"Es casi imposible imaginar un conflicto en el que China no ataque bases militares de EEUU en Japón"

P. ¿Y esta preparación está surtiendo efecto?

R. La capacidad de Japón para preparar a las JSDF se ve seriamente limitada por múltiples factores. A pesar de todos los esfuerzos que está realizando, la JSDF entraría en un conflicto con muchos problemas, como una gran escasez de personal, buques de guerra con tripulación insuficiente y una mala distribución del personal (demasiados militares en la GSDF y muy pocos en la MSDF). En el frente diplomático, Japón está cortejando a socios regionales que comparten su temor a la expansión china en los mares de China Oriental y Meridional. Una política exterior tan proactiva y asertiva dice mucho del estado de ánimo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón y del partido gobernante, el PLD.

P. ¿Y qué pasaría si hubiera un conflicto de China contra Taiwán o Filipinas?

R. En el caso de una invasión real de Taiwán o de un ataque chino a Filipinas, es muy probable que Japón se vea implicado, ya sea por decisión propia o porque la guerra se extienda a su territorio. Con esto quiero decir que es casi imposible imaginar un gran conflicto sino-estadounidense en el que China se niegue a atacar las bases militares estadounidenses en Japón. Tales ataques conllevan el grave riesgo de matar y herir a civiles japoneses que viven en las proximidades de estas bases.

Ver comentarios
Defensa Japón Noticias de China Taiwán
El redactor recomienda