¿Cómo se gesta un "fraude" en Venezuela? Esto es de lo que le acusa la oposición

El mundo ha estado expectante este domingo a las elecciones presidenciales en Venezuela. Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) daban la reelección a Nicolás Maduro por tercera vez consecutiva frente al candidato de la oposición, Edmundo González, por 51.2% frente al 44.2% de los votos. Sin embargo, la oposición ha acusado al régimen chavista de orquestar un "fraude electoral" y los Gobiernos de múltiples países de la región y del mundo han rechazado los resultados o exigido mayores garantías antes de aceptarlos. ¿Qué hay detrás de estas acusaciones?

El ambiente electoral ya era, de por sí, uno de alta tensión. Durante las últimas semanas de campaña, la oposición denunció una ola de detenciones policiales contra sus líderes y activistas políticos. La represión también llegó a la industria de los sondeos bajo lo que se etiquetó como "la guerra de las encuestadoras". Una serie de ‘consultoras fantasma’ creadas recientemente y con vínculos al chavismo daban la victoria a Maduro, mientras que las compañías afincadas en la región vaticinaban que González sería ganador.

Tras el anuncio del CNE, el Ejecutivo venezolano ha recibido una contundente respuesta internacional que, con la notable excepción de sus aliados tradicionales —como China, Cuba o Bolivia—, puede resumirse en un mismo mensaje: la exigencia de una mayor transparencia sobre sus resultados electorales.

Un sistema (casi) automatizado

Desde el año 2004, Venezuela instauró un nuevo sistema de votación para sus electores. Una remodelación en toda la estructura del registro de las papeletas, sustituyendo el tradicional papel por una pantalla de ordenador.

Este nuevo sistema automatizado es similar a la apertura de urnas en otros países del mundo. El primer paso es presentar la documentación del votante en los centros electorales, que posteriormente, serán redirigidos hacia las mesas con las correspondientes máquinas de votación en las que aparecerán todos los candidatos disponibles en sus pantallas. A continuación, el votante pulsa sobre la formación política elegida.

De esta forma, las máquinas registran cada voto y emiten a su vez, una papeleta física para comprobar sus resultados. "Ese papel se dobla y se coloca en una caja" que debe coincidir con el número de papeles (o actas) que ha emitido el aparato, explica Aldo De Santis, consultor político del Centro Iberoamericano de Comunicación Política (CICOMP). "Lo que se busca de las actas es que coincidan con los votos emitidos. Esa es la manera de validar el sistema electrónico", añade en entrevista con este periódico.

Con el 80% del voto escrutado, el CNE decidió anunciar los resultados de los comicios venezolanos que daban como ganador al presidente Maduro. Pero la oposición denunció que estas cifras se trataban de una falsa fachada. La líder opositora, María Corina Machado, del partido Vente Venezuela, afirmó que el organismo público había decretado un ganador con solo el 40% de las actas registradas. El resto de las actas se habrían dejado de contabilizar.

"Ganamos y todo el mundo lo sabe", dijo Machado tras el anuncio de los resultados que dio el operador Elvis Amoroso, presidente del CNE de Venezuela y conocido por su lealtad al régimen de Maduro. "Esto no es un fraude, es desconocer y violar la soberanía popular", denunció la líder opositora y que aseguró que esperarán a conocer el resultado final.

En el mismo sentido se pronunció Edmundo González, el candidato rival de Maduro. "Aquí se han violado todas las normas al punto de que aún no han sido entregadas la mayoría de las actas", declaraba tras los comicios, afirmando que "nuestra lucha continúa y no descansaremos hasta que la voluntad del pueblo venezolano sea respetada". Según las actas que dispone la líder opositora, González recaba hasta el 70% de los votos, unas cifras similares a los calculados en los sondeos los cuales atrbuían una gran ventaja sobre el chavismo con hasta 12 puntos en el peor escenario.

Por este motivo, muchos países se han pronunciado en contra de la falta de transparencia en el proceso electoral y han solicitado que el gobierno de Maduro publique el resto de las actas para comprobar si coinciden los datos emitidos por estas máquinas con las papeletas físicas. "Lo que tiene que hacer el Consejo Nacional Electoral es imprimir públicamente todas las actas y que se puedan contrastar", asevera De Santis. Tan solo un 44% de estas actas han sido contabilizadas.

El experto asegura que "no basta con que monten unos datos en la página del CNE, porque pueden copiarlos a mano en un excel", por lo que son necesarias “actas impresas”. A lo que suma también que muchos centros electorales “habían finalizado el proceso [electoral] sin presencia de unos testigos” que enviaran este contenido a los correspondientes departamentos.

"Estas máquinas están diseñadas para que los testigos después envíen los datos al CNE", continúa el consultor. "Es como confiar ciegamente en el Consejo sin ningún mecanismo que permita la validación de estos resultados", agrega. Los testigos de las mesas son vitales para evitar que se cometan irregularidades en las jornadas electorales. Estos operadores también son esenciales para tener acceso a las actas de escrutinio finales, el primer paso para auditar los resultados de los comicios.

La perversión del sistema

El problema no es este sistema automatizado, ya que esta dinámica no ha provocado dificultades a la hora de cotejar el voto electoral, sino la perversión del sistema en sí. "Se está violando absolutamente la normativa y dejando prácticamente una imposibilidad absoluta de demostrar quién ganó", prosigue De Santis. Esta mecánica vulnera tres de los pilares que regulan la materia electoral en Venezuela: la Ley Orgánica de Procesos Electorales, la Ley Orgánica del Poder Electoral y el Reglamento de la Ley. "Es evidente que no tiene ningún asidero jurídico ni legal", sentencia el experto.

No es la primera vez que el Gobierno de Maduro encara acusaciones de fraude en una carrera presidencial, pero el país nunca había afrontado denuncias sobre el propio sistema electoral. Hasta ahora, los organismos internacionales y la oposición habían señalado un sesgo durante estos procesos a través de la coacción, el pago de voto o los cambios de centros electorales.

Mientras la oposición acusa al gobierno de Maduro de fraude electoral, el candidato electo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no ha perdido la oportunidad de incriminar a sus rivales políticos también por la misma causa. "Venezuela sufrió un ataque en la noche, un hackeo masivo (...) al sistema de transmisión del Consejo Nacional Electoral porque los demonios y las demonias (en referencia a la oposición) no querían que se diera el boletín oficial hoy".

Algo que también corroboró el presidente del CNE al asegurar que el retraso en el anuncio de los resultados se debió a una "agresión en contra del sistema de transmisión de datos". Por este motivo, Amoroso solicitó al fiscal general iniciar una investigación "sobre las acciones terroristas perpetradas contra nuestro sistema electoral contra los centros de votación y funcionarios electorales".