378 días después
Los cuatro miembros de la misión CHAPEA 1 de la NASA "regresan de Marte'"
En total, han pasado 378 días aislados de sus familias y del mundo real. El año que viene dará inicio la segunda parte de la misión, aunque ellos no participarán
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A mediados del pasado mes de febrero, la NASA inició un proceso de búsqueda de candidatos para participar en la misión Crew Health and Performance Exploration Analog 2, más conocida popularmente por las siglas CHAPEA 2. Los seleccionados pasarán más de un año en las instalaciones que la agencia espacial estadounidense tiene en Texas, dentro de las cuales se recrean las condiciones de Marte. Su nombre es Mars Dune Alpha.
En concreto, la segunda parte de la misión CHAPEA dará comienzo durante la primavera de 2025. El objetivo de los candidatos, que para ser seleccionados debieron presentar un currículum extremadamente completo y superar pruebas físicas muy exigentes, será cultivar plantas, producir agua y realizar diversas tareas de mantenimiento bajo las condiciones de la atmósfera marciana.
La misión CHAPEA 2 servirá para ahondar más en los conocimientos adquiridos a través de CHAPEA 1. Esta primera parte de la misión, que arrancó el pasado 25 de junio de 2023 y que estuvo integrada por la microbióloga Anca Selariu, el ingeniero de estructuras Ross Brockwell, la investigadora científica Kelly Haston y el médico de urgencias Nathan Jones, acaba de finalizar.
¿Cómo se encuentran?
La NASA anunció que los cuatro miembros de la misión CHAPEA 1 salieron de las instalaciones del Centro Espacial Johnson de Houston el pasado sábado 6 de julio a las 17:00 horas y, poco después, atendieron a la prensa. En total, pasaron en su interior 378 días. Un período ligeramente superior al inicialmente previsto.
La primera en tomar la palabra fue Kelly Haston: “es maravilloso poder saludarles”, empezó diciendo la comandante de la misión CHAPEA 1. Por su parte, Nathan Jones aseguró que los 378 días de confinamiento se le pasaron “rápidamente”. Conviene recordar que los cuatro han estado todo ese tiempo en una superficie de 157 metros cuadrados y que tuvieron que trabajar en unas condiciones bastante difíciles.
Por ejemplo, las instalaciones del Centro Espacial Johnson de Houston no solo recrearon las condiciones de la atmósfera marciana, sino también el retardo en las comunicaciones. Por ello, salvo que se produjese una situación de emergencia, el tiempo medio entre que recibían una orden y confirmaban si la habían podido cumplir era de 22 minutos en total.
Por su parte, Steve Koerner, subdirector del Centro Espacial Johnson de Houston, quiso destacar la labor de estos cuatro voluntarios, que “fueron separados de sus familias, vigilados las 24 horas del día y sometidos a un plan de alimentación extremadamente riguroso”. Eso sí, según él, mereció la pena, ya que “lograron obtener resultados cruciales de cara a prepararnos para enviar personas a Marte".