Adiós a los mosquitos y al calor en tu hogar este verano gracias a este invento francés
Ha sido creado por una pareja de franceses hartos de ambos problemas. No solo es muy efectivo, sino que también ayuda a ahorrar en las facturas y protege el medioambiente
Este invento mata dos pájaros de un solo tiro (Pexels)
El verano es la estación preferida de la mayoría de niños y adultos. Al fin y al cabo, durante su transcurso disfrutan de buena parte de sus vacaciones anuales y el tiempo les permite realizar todo tipo de actividades al aire libre. Desde tomar el sol en la playa o la piscina hasta hacer deportes acuáticos, por ejemplo. Sin embargo, el período estival también está asociado a diversos problemas e incomodidades, sobre todo, dentro del hogar.
En primer lugar, tenemos que hablar de los molestos mosquitos, que pueden llegar a hacernos la vida imposible y a impedirnos dormir durante la noche. Otro gran problema es el calor. Y es que las altas temperaturas pueden obligarnos a tener el aire acondicionado puesto casi las 24 horas del día, con el notable incremento en el precio de la factura de la luz que eso supone.
Precisamente, la pareja de franceses Nathalie y François Capitaine han creado un invento capaz de poner remedio a ambos problemas de una sola vez. Su nombre es Mostiglass y es capaz de combatir tanto el calor como los mosquitos dentro del hogar. Se trata de una innovadora malla que se coloca en las puertas y ventanas a modo de mosquitera y que resulta realmente efectiva.
La clave está en el efecto Venturi
Mostiglass no solo impide que los mosquitos puedan acceder al interior del hogar gracias a su diseño de malla. Además, puede reducir la temperatura del interior del domicilio hasta en 10 grados Celsius. Esto es posible gracias a un principio físico conocido como efecto Venturi, que acelera el aire al pasar a través de la rejilla, provocando una descompresión y disminuyendo la temperatura del aire entrante.
La malla está fabricada en policarbonato perforado con láser, lo que garantiza su eficiencia y durabilidad. A diferencia de las mallas tradicionales, que se deforman y oscurecen con el tiempo, Mostiglass mantiene su integridad estructural y permite el paso de la luz natural sin crear sombras molestas. Ha sido validada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se produce localmente en Francia, apoyando la economía y la sostenibilidad regional.
Además, Mostiglass está disponible en versiones rígidas y flexibles, adaptándose a todo tipo de puertas y ventanas. También es muy útil durante el invierno, puesto que actúa a modo de aislante térmico con el propósito de minimizar la pérdida de calor a la hora de ventilar la vivienda.
Aunque es más caro que una mosquitera convencional, el precio de Mostiglass es relativamente asequible. En concreto, la versión flexible puede comprarse por 35 euros el metro cuadrado dentro de la tienda en línea de la compañía. En cambio, si se apuesta por la variante rígida, el precio asciende hasta los 80 euros por metro cuadrado. Una inversión que, según la compañía, se amortiza rápidamente mediante el ahorro en las facturas energéticas y que incrementa el confort al acabar con la presencia de mosquitos sin utilizar productos químicos.