Esto haces mal con el aire acondicionado de tu coche (y molesta mucho a quienes van detrás)
Refrigerar todo el habitáculo de un coche no es tan fácil como parece. Especialmente, si el vehículo no cuenta con salidas de aire acondicionado para los asientos traseros
Los pasajeros de los asientos traseros no suelen ir tan cómodos (Freepik)
Hoy en día, la práctica totalidad de los vehículos que se venden cuentan con sistemas de aire acondicionado. De hecho, teniendo en cuenta las altas temperaturas que se alcanzan durante las olas de calor veraniegas, su uso es tan imprescindible como en el interior del hogar. El problema está en que muchos conductores no lo utilizan de forma adecuada para refrigerar el conjunto del habitáculo. Algo especialmente importante si hay personas que viajan en los asientos traseros.
En este sentido, debemos tener en cuenta que no todos los coches cuentan con salidas de aire acondicionado específicas para los asientos traseros, lo que hace necesario aplicar algunas medidas adicionales para alcanzar la temperatura de confort. Según la DGT, esta se sitúa entre los 21 y los 23 grados. Un rango en el que se minimizan los riesgos derivados de conducir con calor.
En concreto, el error que cometen la mayoría de conductores de vehículos que solo poseen salidas de aire acondicionado en la parte delantera es dirigir el chorro refrigerado hacia ellos. Esto hace que el aire frío no se reparta de manera uniforme por todo el habitáculo, lo que se traduce en sensación de incomodidad para los ocupantes de los asientos traseros.
Cómo solucionarlo
En estos casos, lo que se debe hacer es dirigir el chorro de las salidas centrales de aire acondicionado hacia el techo. Hay que considerar que el aire frío es más denso que el aire caliente, por lo que justo después tenderá a ir hacia abajo. Un fenómeno físico que se traducirá en un mayor confort para todos y cada uno de los ocupantes, sin importar si se encuentran delante o detrás.
Por su parte, hay otra forma de potenciar el efecto del aire acondicionado dentro del habitáculo del coche. Hablamos, por supuesto, del uso de la función de recirculación del aire, que se encuentra en el panel de climatización del vehículo. Gracias a ella, el aire frío procedente del sistema de aire acondicionado circulará de forma constante por el interior del habitáculo, lo que se traducirá también en un menor consumo energético.