Desde que hay registros
Nunca había sucedido: el fenómeno atmosférico que bate todos los records mundiales
Según el sistema de monitorización Copernicus, el 22 de julio supuso un nuevo récord. Además, con bastante diferencia respecto a la marca anterior
- El increíble vídeo que te aliviará el calor: así hacían hielo en el desierto en la Antigüedad
- No importa el calor: con este invento podrás enfriar cualquier bebida en solo un minuto
El 6 de julio de 2023 supuso un punto de inflexión. Ese día, la temperatura media global marcó un récord histórico de 17,08 grados Celsius a nivel global, motivo por el que apareció en todos los informativos y medios de comunicación. La anterior marca databa del 13 de agosto de 2016, cuando se alcanzaron los 16,8 grados.
Entre los meses de julio y agosto de 2023 y lo que llevamos de verano de 2024, el récord de 2016 ha sido superado en 58 ocasiones, lo que sin duda demuestra que el calentamiento global es una realidad. En este sentido, el Servicio Europeo de Cambio Climático (Copernicus) alertó de que, el domingo 21 de julio, se estableció una nueva plusmarca: 17,09 grados.
Sin embargo, ese récord duró poco. Y es que el día siguiente fue mucho peor. Durante el lunes 22 de julio de 2024, el planeta experimentó una temperatura media de 17,15 grados. ¿Las causas? Según Carlo Buontempo, director de Copernicus, el uso continuado de combustibles fósiles, que incrementa las emisiones de gases de efecto invernadero, y las anomalías climáticas como el invierno antártico inusualmente cálido que se está viviendo actualmente.
Los 12 meses más calurosos de los últimos 100.000 años
Carlo Buontempo también hace referencia a que este patrón de temperaturas extremas se ha visto agravado por el reciente fenómeno de El Niño, que ha añadido más calor al planeta. De hecho, aunque solo hay registros fiables para medir la temperatura global desde 1850, el director de Copernicus cree que los últimos 12 meses han podido ser los más calurosos de los últimos 100.000 o 120.000 años.
La acumulación de calor en los océanos y las variaciones extremas observadas en la Antártida están influyendo significativamente en los promedios globales. La extensión del hielo marino antártico se encuentra en niveles críticamente bajos, lo que hace mucho más notable el aumento de las temperaturas en esa región y contribuye al calentamiento global.
Las implicaciones de estos récords de temperatura son alarmantes, sobre todo, si se tiene en cuenta que lo más probable es que la marca del 22 de julio sea superada antes de que acabe el verano de 2024. Los expertos en cambio climático, destacan la necesidad urgente de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener las temperaturas globales dentro de los límites establecidos en el Acuerdo de París.