Hace ahora un mes, Vicky del Cerro llegaba hecha un flan a Silla azul. Su único deseo era superarla y ser, por fin, concursante oficial de Pasapalabra, un formato del que siempre había sido seguidora. Ahora, 29 programas después, y con 18.000 euros en su haber, la participante ha querido echar la vista atrás para repasar cómo está siendo su paso por el espacio de Roberto Leal de la mano de la web de Antena 3.
"Está siendo una experiencia increíble, porque a mí siempre me había gustado mucho el programa. Los primeros días son más nerviosos, pero luego te asientas, vas conociendo gente estupenda, todo es muy fácil, Roberto nos lo hace muy fácil, y estoy encantada", comienza poniendo de manifiesto la joven, quien reconoce que estar en el formato es "increíble, un sueño cumplido": "Va pasando el tiempo y no me lo creo".
Pero llegar hasta dónde está no ha sido fácil, ya que, como todo el mundo sabe, para permanecer en Pasapalabra hay que estudiar mucho previamente. En el caso de Vicky, la pandemia fue clave: "Siempre me había gustado mucho el programa, lo veía y me gustaba hacer El rosco. Yo sabía que había que estudiar mucho, por lo que, aprovechando el confinamiento, empecé a tomármelo en serio, a apuntarme cosas y a estudiar. A partir de ahí, cada vez que tenía un rato libre seguí estudiando hasta que salió el casting".
No paró ahí, ya que una vez dentro del concurso continúa aprovechando cada segundo para adquirir nuevos conocimientos: "Yo intento estudiar todo lo que puedo, porque tengo un trabajo, familia,... pero en cada rato que tengo, estudio. Yo estoy esperando en la carnicería y estoy estudiando. Aprovecho los pocos ratos que tengo para hacerlo, porque una vez que estoy dentro del programa ya no puedo parar, tengo que seguir avanzando", confiesa, ilusionada por hacer un buen papel en un formato que le gusta tanto.
Expandir
Preguntada por El rosco, Del Cerro confirma que no es lo mismo jugar desde casa que hacerlo en el plató, pero aun así en este tiempo ha ido puliendo mucho su técnica: "El rosco es distinto en casa que aquí, pero con el tiempo ya vas limando las cosas, los pequeños defectos. Al llegar intentas hacerlo todo deprisa, pero ahora ya te lo tomas con más calma, piensas más las respuestas a la mínima duda que tienes pasas, controlas más los nervios... Se siguen cometiendo fallos, pero poco a poco se va aprendiendo para hacerlo mejor".
Tras la marcha de Moisés y Óscar, Manu y ella han logrado hacerse fuertes como la pareja de moda en el concurso, protagonizando uno de los duelos más igualados que se recuerdan en el espacio de Antena 3. Sin embargo, esa rivalidad no se traslada fuera de cámaras, donde Vicky aclara que ambos se llevan estupendamente: "Estamos muy equiparados, pero nos llevamos muy bien. Cuando hablamos fuera del plató, no hablamos de palabras. Hablamos de nuestras vidas, es un chaval muy majo, muy accesible, competitivo, pero dentro de la prudencia y del juego. Yo estoy encantada con él", reconoce.
Por último, Vicky del Cerro no duda en valorar qué está siendo lo mejor y lo peor de su participación en Pasapalabra, mojándose como pocos concursantes hasta la fecha: "Lo más bonito es que estoy conociendo a gente increíble, tanto dentro del equipo del programa, donde hay gente estupenda, como entre los famosos, con algunos que me han llegado mucho al corazón. Lo más complicado es que yo soy mucho de divertirme, por eso en la mesa me lo paso genial, pero luego cuando vas a El rosco te tienes que poner ya seria y concentrada. Esos altibajos sí son un poco más complicados, pero bueno, los estoy llevando bien", concluye.