Voz entrecortada y mucha sorna: el surrealista comunicado de Marta Flich en nombre de 'Todo es mentira'

Llamativo momento el protagonizado este jueves, 27 de junio, por Marta Flich en Todo es mentira. Cerca de las cuatro y media de la tarde, la presentadora sustituta de Risto Mejide hacía un alto en el programa para leer un comunicado de parte de todo el equipo del programa a raíz de la detención de una mujer por un mediático caso que acaparó titulares hace varias semanas. La comunicadora se ponía seria, pero los tiros iban por otro lado, tomándose el asunto con mucho cachondeo.

"Queremos dejar claro que Todo es mentira es un programa comprometido con la democracia, la igualdad entre españoles y sobre todo, con la justicia. Por eso, manifestamos nuestro más sincero apoyo a las fuerzas del orden por la actuación que pasamos a relatar", comenzaba leyendo Flich, poniéndose muy seria.

El magacín quedaba completamente paralizado durante unos segundos, con el público a la espera de conocer qué había sucedido. Quien lo aclaraba era Pablo González Batista, el nuevo copresentador del espacio: "La Guardia Civil ha detenido a una mujer por derramar 60.000 litros de vino por valor de dos millones de euros".

Mientras González Batista hablaba, en pantalla podía verse el caso que ahora les ocupaba, unas imágenes en las que podía verse como una mujer de identidad desconocida abría unos enormes contenedores de vino en una bodega, derramando así su contenido y causando pérdidas millonarias a la misma. El caso había saltado a los medios hace semanas, por lo llamativo del acto. Ahora, tiempo después, la susodicha ha sido detenida.

Tras ofrecer el contexto, Marta volvía a tomar la palabra para subrayar que se había perdido "unas 200.000 copas", tiradas "por el desagüe". Lo hacía con la voz entrecortada, fingiendo el llanto por lo que llegaba a denominar "una atrocidad".

"Desde aquí nuestro inequívoco rechazo a unos actos que socavan lo más profundo del Estado de derecho, la sinrazón y la barbarie de un acto como este que no tiene cabida en una sociedad como la nuestra. Esperemos que caiga todo el peso de la ley sobre alguien capaz de semejante atrocidad", sentenciaba casi entre lágrimas, apostando por el humor para abordar una noticia de este calibre. Sus compañeros hacían lo mismo, suscribiendo sus palabras por la pérdida de todo ese vino al que, como comentaban, le habrían dado ellos mejor uso.