"Estaba superdrogado": Bosco cuenta todo lo que no se vio de su brutal accidente en 'Supervivientes All Stars'
El concursante se ha sincerado sobre el serio percance, el pánico que sintió durante los primeros segundos y las secuelas que todavía padece 15 días después
Hace tan solo un par de semanas, el pasado 11 de julio, Bosco Martínez-Bordiú helaba la sangre de los espectadores de Supervivientes All Stars con su aparatosa caída en La noria infernal: el joven salía despedido, golpeándose con la estructura, y forzaba al reality show a irse a publicidad para valorar hasta dónde llegaban los daños en el concursante fruto del brutal golpe.
Aunque el participante no tardaba en aparecer en pantalla para tranquilizar a sus seres queridos, su mal estado saltaba a la vista, viéndose incluso obligado a sentarse ante el mareo que estaba sufriendo en directo. Ahora, una vez en España tras su expulsión, el sobrino de Pocholo ha querido sincerarse con sus seguidores sobre cómo se vivió en Honduras el percance y hasta qué punto arrastra secuelas todavía.
"Me estoy comiendo la cabeza porque no he visto el vídeo del golpe y quiero saber por qué tengo fisuras en las costillas y un moratón enorme", comienza poniendo de manifiesto Bosco en su último directo en Instagram, ese en el que no duda en poner sobre la mesa que siguen doliéndole mucho al respirar y al realizar cualquier tipo de movimiento más o menos brusco. Aunque en el programa solo se dijo que tenía magulladuras, lo cierto es que tiene fisuras en las costillas que le dificultan su vida diaria.
Tras visionar las imágenes de su brutal impacto, él mismo alucina: "Estoy viendo ahora cuando me suelto, que literalmente se me van los brazos. Me caigo y en el momento justo que me doy con la barra de arriba. Lo que pasa es lo siguiente: por la fuerza a la que iba la noria, que iba rápido, no, rapidísimo, porque había tres tíos por fuera en cada lado dándole, ya era imposible sujetarte. La verdad es que estoy flipando del golpetazo tan grande que me llevo".
"Íbamos tan, tan rápido que ya no era agarrarse, era solo mantenerte, porque la fuerza te pegaba contra la barra de la fuerza a la que iba. En ese momento me pega la barra y noto un ras en mi espalda de abajo hacia arriba, en todas las vértebras. Y luego me pego en las costillas, que por eso también me duelen, al golpearme con esa barra que creo que antes no estaba", desgrana Martínez-Bordiú con la naturalidad que le caracteriza, aunque no parece ser consciente de que él mismo se cambió de postura, modificando el agarre a la estructura, algo determinante para su posterior caída.
Tras el impacto, el joven grita desde el agua, reconociendo que en un primer momento se quedó sin respiración y temió quedarse sin movilidad en las piernas: "Ciao piernas, menudo leñazo", confiesa que pensó. "En lo único que pensaba era en poder caminar, por lo que lo primero que hice fue intentar mover los deditos de los pies, cuando vi que podía hacerlo ya me tranquilicé un poco más", añade en este sentido.
El programa cortó rápidamente la emisión, mientras que el equipo médico intervenía en la playa. Sus compañeros trataban también de ayudarle, muy preocupados por su estado, pero tenían que dejar que los profesionales hicieran su trabajo, que en este caso fue doparle: "Me pinchan de todo y por todos lados. También pastillas de todos los colores, agua… Veía negro, pero quería hablar para tranquilizar a mi familia y a todos mis 'Boscolitos'. Fui caminando hacia la plataforma donde estaba Logan con Laura y dije que estaba bien, pero estaba superdrogado. De repente empiezo a ver puntos negros y se me taparon los oídos. Casi me desmayo, pero me cogí a Logan por si me caía. Él se dio cuenta y me sentó", rememora.
Ahora, con la tranquilidad de estar ya en España, Bosco cuenta que se encuentra realizándose todo tipo de pruebas para evaluar bien el alcance de las secuelas del impresionante impacto sufrido. Por el momento no tiene todavía los resultados, pero promete mantener informados a sus seguidores al respecto, incidiendo, eso sí, en las dificultades que experimenta para respirar: "Al final, las fisuras en las costillas son así, son las lesiones que más tardan en sanar. Son molestas, pero me encuentro bien", concluye.