Ni Sos del Rey Católico ni Alquézar: este es el pueblo más bonito de Aragón que podría ser Patrimonio de la Humanidad
Calles estrechas y empedradas, casas de color rojizo, un castillo, una muralla y una sierra donde realizar diversas actividades al aire libre, hacen que este pueblo turolense sea el más bonito de España y, quizás, muy pronto Patrimonio de la Humanidad
Calles del pueblo de Albarracín en Teruel (Fuente: iStock)
Enclavado en la provincia de Teruel (Aragón) y reconocido como el pueblo más bonito de España, Albarracín es una pintoresca población donde destacan sus casas de color rojizo, sus estrechas calles empedradas y una imponente muralla. Una auténtica joya medieval con una gran riqueza histórica y arquitectónica.
Por estos (y muchos más motivos), este pequeño pueblo de apenas mil habitantes está en el punto de mira de la UNESCO y muy pronto podría convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Una propuesta que posicionaría a Albarracín como un destino imperdible en España, como referente turístico y cultural.
Las vistas panorámicas desde la muralla y el casco histórico bien conservado hacen de Albarracín un lugar donde el pasado cobra vida en cada rincón. Así, los visitantes se ven transportados a la Edad Media mientras exploran la catedral, el castillo y las casonas de diferentes dinastías que dan testimonio de su rica historia. Un pueblo con encanto, que ha sabido salvaguardar su legado a través de los siglos.
¿Qué ver en Albarracín?
Tanto para hacer turismo rural a pie, como para sumergirse en la naturaleza en plena Sierra de Albarracín, Monumento Nacional desde 1961, esta población turolense ofrece numerosas posibilidades al turista:
Muralla Medieval: ofrece una vista panorámica impresionante del municipio.
Casco Histórico: con calles estrechas y empedradas que te transportan al medievo.
Catedral del Salvador: una auténtica joya del arte gótico aragonés.
Paseo fluvial del río Guadalaviar: ideal para dar un paseo tranquilo y disfrutar de la naturaleza.
Museo Diocesano: conserva una basta colección de arte religioso de los siglos XV al XVIII.
Castillo de Albarracín: impresionante fortaleza con partes de la muralla y torres aún en pie.
Casa de la Julianeta: ejemplo típico de la arquitectura local.
Museo de Albarracín: ubicado en un antiguo hospital, ofrece una visión completa de la historia de la localidad.
Pinares de Rodeno: paisaje protegido con rutas de senderismo y abrigos de pinturas rupestres.
Cascada Batida de Calomarde: un espectacular salto de agua a pocos minutos del pueblo.
Sierra de Albarracín: ofrece la posibilidad de hacer distintas actividades al aire libre, como trekking, BTT, descenso de barrancos, viajes en globo, paseos a caballo… e incluso pastoreo.
¿Cómo Llegar a Albarracín?
Para llegar a Albarracín desde Madrid, hay varias rutas disponibles:
Ruta A-3 y A-40: Aproximadamente 280 kilómetros, unas 3 horas y 39 minutos en coche.
Ruta A-2 y N-211: Unos 294 kilómetros, alrededor de 3 horas y 40 minutos en coche.
Ruta A-2 y A-23: Alrededor de 303 kilómetros, unas 3 horas y 56 minutos en coche.
Además, existen alternativas de transporte público, como autobuses, que conectan Madrid con Albarracín, facilitando el acceso para aquellos que prefieran no conducir. Esta variedad de opciones hace que visitar Albarracín sea una experiencia accesible y agradable, invitando a todos a descubrir este tesoro escondido de Aragón.