Lugares desconocidos
Estas playas escondidas de Granada son un tesoro poco conocido que regalan paisajes inolvidables
Estas son las tres playas granadinas que te dejarán con la boca abierta en verano gracias a su paisaje y tranquilidad
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Descubrir playas tranquilas en Granada puede parecer una misión imposible durante el verano, cuando lugares como Almuñécar, Salobreña o Motril se abarrotan de turistas huyendo del calor de la capital. Sin embargo, aún existen rincones escondidos que permiten disfrutar de paisajes inolvidables lejos del bullicio.
Un ejemplo perfecto es la Playa de El Ruso en Albuñol. Para llegar a esta joya, es necesario aventurarse por un largo sendero que se vuelve cada vez más accidentado y, finalmente, desaparece entre la naturaleza y los campos de cañaveras. El acceso a esta playa es algo complicado pero el esfuerzo se ve recompensado al llegar a este lugar paradisíaco de mar azul turquesa. La playa debe su nombre a un teniente ruso que vivió en la zona y creó el camino hacia este remanso de paz.
Otra opción menos conocida es la Playa de Catarriján en Almuñécar. Su acceso es algo largo, ya que solo se puede llegar en autobús o andando, descendiendo un tramo de montaña, pero vale la pena sin duda. Esta playa naturalista ofrece una orilla preciosa y un fondo marino espectacular, ideal para aquellos que buscan desconectar completamente en un entorno natural.
Finalmente, la Playa La Rijana en Gualchos se presenta como una alternativa íntima y protegida. Formada por una cala entre dos peñones, apenas hay viento ni marea alta, creando un entorno prácticamente virgen. El acceso es a pie, y el terreno algo empinado disuade a la mayoría de turistas garantizando una experiencia más solitaria. Sin duda, este pequeño paraíso permite pasar una jornada de ensueño en la costa granadina.