La Comisión sigue buscando una solución para las vacunas

Esta es una semana de transición en Bruselas tras unos días muy ajetreados por el pulso entre la Comisión Europea y la farmacéutica AstraZeneca. Pero el asunto de las vacunas seguirá ocupando el centro de la agenda: esta semana, se pondrá en práctica el nuevo mecanismo por el que la Unión Europea controla y puede prohibir la exportación de dosis producidas en suelo comunitario a países terceros.

La Comisión Europea seguirá buscando una solución con AstraZeneca, porque lograr que la farmacéutica cumpla por las buenas con sus obligaciones contractuales es el camino más corto y directo para que Bruselas pueda mantener sus objetivos de vacunación: que el 80% de los mayores de 80 años y personal médico esté vacunado en marzo, y que el 70% del total de la población adulta haya recibido sus dosis en verano.

Si la guerra la semana pasada fue pública, esperen que durante los próximos días el pulso sea muy privado. Una vez Bruselas ha forzado a AstraZeneca a sentarse a la mesa de negociación para intentar encontrar una solución urgente, ya no le interesa una guerra mediática de golpes bajos. Le interesa el perfil bajo e intentar que la compañía empiece a moverse, cosa que ya ha sucedido con su compromiso este domingo de proveer a la UE de 10 millones de vacunas más durante el primer trimestre del año.

El domingo 7 de febrero, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se reunirá con los consejeros delegados de las empresas farmacéuticas con las que el Ejecutivo comunitario tiene contratos para compra adelantada de dosis.

Un asunto relacionado con la salud, aunque no con el coronavirus ni la campaña de vacunación, es el 'Plan europeo de lucha contra el cáncer', que el miércoles presentará Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea. La idea de una estrategia europea contra el cáncer fue una de las promesas electorales del Partido Popular Europeo durante las elecciones europeas de 2019.

Asuntos exteriores

Esta semana sí que será movida para Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. Por un lado, el catalán copresidirá el martes una reunión del Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela, cargado de una especial relevancia tras las elecciones no reconocidas por la Unión Europea del pasado 5 de enero. Por el momento, el jefe del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) no mueve ficha y espera a ver cuál es el primer movimiento de la nueva Administración americana, presidida por Joe Biden.

El viernes será el plato fuerte de la semana para Borrell: le toca volar a Moscú. El anuncio del viaje por parte del jefe de la diplomacia europea generó la semana pasada muchas reacciones. ¿Era el momento? ¿Justo después de la detención del líder opositor Alekséi Navalni? ¿Cuál será la actitud durante la visita? Borrell llegará con muchas preguntas para el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, pero no se verá únicamente con él: tiene previstos encuentros con miembros de la sociedad civil y académica.