El triunfo de la Selección | Soto Ivars desde su Trinchera

Este es un fragmento del último número de la newsletter Trinchera Cultural de Juan Soto Ivars. Para recibirla en tu correo electrónico cada sábado solo tienes que suscribirte aquí.

¡Buenos días, seleccionados!

No sé si os enterasteis de que España ganó en un día en el tenis y en el fútbol. ¡Menudo atracón de estar contentos por lo que hacen otros como si lo hubiéramos hecho nosotros! Es de agradecer que el deporte sea capaz de esto: de elevarnos el ánimo a los vagos mientras trabajan otros. Yo mismo me sentí feliz y realizado mientras me atiborraba de cerveza y cigarrillos en un bar con pantalla gigante.

Pero no es de esto de lo que quería hablaros, sino de la cuestión fundamental de la ideología de la Selección Española, mucho más importante para cierto sector dizque progresista que su gesta deportiva. Lo que hicieron con la Selección Femenina, pico de Rubiales mediante, trataron de hacerlo con la masculina debido a la raza de dos de los jugadores. Lo intentaron, pero no lo consiguieron. Trataron de convertir la Selección en algo que no es, pero la Selección, ganado el torneo, demostró que un grupo de jovenzuelos forrados de pasta y pletóricos de victoria no se adaptan a los cánones del amargado y estirado salvador moral y destructor de prejuicios.