Perro y móvil, por C. Albarado
Tener hijos, y educarlos, requiere esfuerzo y dinero. Es más cómodo comprarse un perro, animal al que puedes controlar con poco esfuerzo
![Foto: EC.](https://images.ecestaticos.com/dH6XvdIuLNmlxtQMCA-fhhAJu5g=/0x7:319x248/1200x900/filters:fill(white):format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F3c4%2F16a%2F37c%2F3c416a37ca59036c40b06de2d59c7331.jpg)
Estimado director,
creo que, en Madrid, el número de perros cuadruplica al de niños menores de cuatro años. A mi juicio, es una prueba de la sociedad egoísta y hedonista que se ha creado en España. Tener hijos, y educarlos, requiere esfuerzo y dinero. Es más cómodo comprarse un perro, animal al que puedes controlar con poco esfuerzo. Incluso con ninguno, cuando defeca en la acera y el dueño pasa de recoger los excrementos.
El uso de la correa elástica que llega a alcanzar 8 metros de longitud y la dependencia —casi absoluta— que tienen los jóvenes del móvil ha generado en las aceras y paseos un extraño ser, robot o muñeco animado, que absorto en su aparato, deja que su "juguete" se mueva a placer. Y obliga a los viandantes a desvíos, giros y saltos, con gran peligro de su vida por caída o invasión de la calzada. El robot, ajeno a todo, sigue su paseo, cabizbajo... pero feliz.
Carlos Albarado
Estimado director,