Por qué, por R. Albala Martínez

Estimado Director:

Según nos indica la experiencia profesional, descubrir las causas básicas de una situación es la única manera de llegar a explicarla. El espíritu inquieto no debe conformarse con encontrar la causa evidente, ya que supondría desenterrar únicamente una parte del tesoro llamado realidad. Nos guste o no, la mayor parte de los acontecimientos tienen una explicación racional, siempre que consigamos desvestirlos de la información que generan las opiniones interesadas, desinformadas o los intereses personales y/o grupales. Pero que exista una explicación no supone que siempre logremos descifrar los códigos que escriben la realidad.

En estos días en que las calles se llenan de manifestantes, que más allá de su ideología trasnochada luchan contra su irrelevancia social y contra la falta de crecimiento vital, llama la atención el aliento recibido desde las instituciones de máxima representación de este país, hasta hace no mucho tiempo unido, llamado España.

Sin pecar de soberbio, considero que lo que se está viviendo oculta un interés último que es necesario aclarar.

La tendencia a la irrelevancia de la agrupación Unidas Podemos, parece ser el combustible que inflama las gargantas de estos grupos antisistemas, que descargan en las fachadas y comercios mucho odio acumulado, que personifican la frustración juvenil con una sociedad que los ha dejado de lado, pero ¿por qué consiente el Sr. Presidente esta 'ruptura' de su gabinete? Por cálculo electoral, pero ¿por qué si todavía quedan tres años? Porque necesita posicionarse para ampliar su espectro de voto y poder alcanzar una mayoría absoluta. ¿Por qué necesita ampliar sus votos y conseguir la mayoría absoluta si ya tiene unos grupos para pactar? Porque odia a Pablo Iglesias y su presencia desdibuja sus aspiraciones.

El señor presidente está aprovechando la necesidad de exposición pública del Sr. Iglesias para arrinconar las siglas políticas Unidas Podemos en el extremo de la izquierda sin sufrir por ello ningún desgaste político ni personal, al igual que consiguió con Ciudadanos y conseguirá con el PP. Si todos aparecen en los extremos, él será el símbolo de la moderación y el centrismo, y tendrá posible alcanzar una mayoría absoluta para acometer las reformas que considera necesarias para este país.

Por ello, siguiendo la teoría de cuanto peor mejor, puede concluirse que al contrario de lo que se piensa una vez firmados la Ley de Presupuestos, esta legislatura va a ser más corta de lo ansiada por el Sr. Iglesias, que se está colocando una soga democrática sin darse cuenta que es el Sr. Pedro Sánchez quien la sujeta. Creo estar seguro que en el momento adecuado la soltará, sin que le tiemble el pulso y creo que será más pronto que tarde, ya que su imagen puede erosionarse.

A partir de aquí, dejo a la imaginación de cada lector evaluar el alcance de dichas reformas pero no creo estar muy desencaminado si apuesto por la reforma del marco constitucional. En mi opinión, esa es la razón última de esta partida de ajedrez que empezó hace 6 años.

Roberto Albala Martínez