Podemos hablar de las promesas sobre la luz, la energía, las pensiones, la no utilización por parte de sus militantes de los consejos de administración y sus fabulosas contribuciones
Creo que Iglesias, el fenómeno que pasó en poco más de un lustro de la nada marginal hasta llegar a la vicepresidencia, ha cometido tres errores monumentales
Pablo Casado e Inés Arrimadas tienen la obligación moral, política y ciudadana de ponerse de una vez por todas de acuerdo para ofrecer a los españoles un proyecto
Soy de los que creen que la Sociedad Limitada tiene fecha de caducidad, pero, ambos protagonistas alargarán todo lo que puedan su garantía a costa del contribuyente
¿Qué será de ellos si alguna vez la teta pasa a otras factorías? ¿Cogerán el pico y la pala? ¡Qué gran pueblo si hubiera un mínimo de calidad en sus representantes!
Presumieron de justamente lo contrario de lo que practican. Adjudican contratos entre los amiguetes, conceden subvenciones a sus mesnadas, acaparan puestos para su clientela...
El Gobierno tiene miedo de decir a la "gente" (en palabras de Iglesias) lo que hay y lo que se avecina. No hay plan alguno concreto para percibir los famosos 140.000 millones de euros
Controlan y abusan del poder ejecutivo; controlan y abusan del poder legislativo; controlan y abusan del poder mediático. ¿Qué les resta? El poder judicial
Su básica ignorancia los lleva a hacer creer que una importante porción de la sociedad española ha olvidado las cosas que dijeron a propósito de tantos asuntos
Hoy, en España, se ha puesto de moda practicar esa "dialéctica". No hay más que observar la realidad cualquier día de estos, en cualquier hora de aquella, guardar silencio...
El dúo Marlasca/Iglesias la acusan 'sotto voce' de conspirar para alzarse con el santo y seña. Ahora resulta que hacer y decir cosas razonables es "conspirar"
La cuestión ahora es que Europa no soltará un maldito euro si no se presentan planes concretos, proyectos realistas, petición de ayuda para sectores viables y estudios serios
En España no se ha terminado de romper esa letal línea agresiva e intolerante que sigue describiendo "rojos" y "azules". Casi un siglo después y con Europa de por medio
Procede de la Grecia clásica, donde servía para describir los actos de los poderosos que, ciegos por el exceso de confianza, trataban a críticos e incluso a colaboradores con desprecio