De la displicencia inicial a la adicción

El Confidencial y la centralidad

Para quien quiera disponer de una fotografía fiable de nuestro 'mainstream' colectivo, leer El Confidencial quizá no sea suficiente, pero resulta imprescindible. Para repasar catecismos y argumentarios de laboratorio, hay otras cabeceras disponibles

Por Ignacio Varela
El Confidencial y la centralidad
La jornada de un ciudadano ejemplar

La jornada de un ciudadano ejemplar

Cuando se mete en la cama, pone la radio y, a la hora tradicional de los programas deportivos, le confirman que España ya posee cuatro récords mundiales...

Ese pacto del que usted no me habla

"Ese pacto del que usted no me habla"

Aparentemente, el muy confuso y sofisticado plan para la desescalada no guarda ninguna relación con el pacto político, ni en él se reserva papel alguno a la oposición parlamentaria

Sánchez, la pérdida de la razón o la razón perdida

Sánchez, la pérdida de la razón o la razón perdida

Hemos traspasado ese instante, tan español, en que el objeto inicial de la discusión deviene irrelevante y los argumentos también, porque el debate se hace 100% posicional: conmigo o contra mí

El drama español: la discordia como estrategia

El drama español: la discordia como estrategia

La crisis que padecemos ha creado un escenario insólito. Pocas veces se da un alineamiento tan claro de una demanda social abrumadora con lo que el país objetivamente necesita

Orden en el país, caos en el Gobierno

Orden en el país, caos en el Gobierno

Cuando hay problemas graves, lo habitual es que la sociedad se altere y descomponga, y que el Gobierno ponga orden y marque un rumbo. Aquí sucede lo contrario

El poder de Pablo Iglesias

El poder de Pablo Iglesias

La influencia de Iglesias en las decisiones del Gobierno alcanza a decisiones económicas trascendentales que exceden de largo su experiencia de gobierno y su conocimiento de la materia

La tristeza del Rey y de España

La tristeza del Rey y de España

Hoy, España es un país entristecido, y todo en el discurso del jefe del Estado —su tono, su mirada, su gestualidad y sus palabras— transmitía esa profunda tristeza que nos invade