Zeta se encomienda a McKinsey tras abandonar el proyecto televisivo de La Sexta

El director general de la división de revistas del Grupo Zeta ha llegado a un acuerdo con la cúpula del hólding propiedad del joven Antonio Asensio Mosbah para abandonar su cargo durante la última semana de diciembre. Esta salida se suma a las drásticas reducciones de personal que ha afrontado el grupo en los últimos meses, con bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas, especialmente dentro de la división de revistas.

Según fuentes internas de Zeta, las bajas de personal seguirán produciéndose durante los próximos meses. Esta política del grupo se debe a la intención de sus responsables de aplicar, a marchas forzadas, la mayoría de las recomendaciones de un informe realizado por la consultora estratégica McKinsey y cuya finalidad es reducir drásticamente los gastos corrientes y preparar al grupo para la puesta en marcha de una televisión.

En Madrid, estas reducciones de plantilla se han resuelto, fundamentalmente, con casi media docena de jubilaciones anticipadas durante el pasado mes de noviembre. En Barcelona, la división de revistas ha padecido en los últimos dos meses una docena de bajas de redactores y responsables de cabeceras mensuales.

En total, casi una veintena de bajas, a las que se suma ahora, en última instancia, la del máximo responsable de la división. En algunos diarios regionales (el grupo controla, entre otros, El Periódico de Aragón, La Voz de Asturias, Mediterráneo o El Periódico de Extremadura) también se han producido ajustes de personal, aunque no tan concentradas.

El ya denominado “Informe McKinsey” ha recibido críticas desde dentro de la propia cúpula de Zeta por basar la estrategia de ahorro solamente en las bajas de personal, y no en la rentabilización o racionalización de la explotación en las diferentes divisiones del hólding.

“Es demasiado simplista, está lleno de obviedades y carece de rigurosidad. Viene a decir que si en algún sitio hay pérdidas, ha de eliminarse esa actividad, pero no se para en ofrecer recomendaciones o alternativas que disminuyan los resultados negativos”, explica una persona del grupo de medios que ha tenido acceso al documento.

“Desde el punto de vista economicista no tendría objeción, pero no es lo que se espera de un informe de estas características, que ha de ofrecer varias soluciones estudiadas”, explica otra fuente interna de Zeta. El ahorro previsto con las “técnicas McKinsey” se sitúa en torno a los tres millones de euros anuales, que servirían, junto con un crédito de 100 millones solicitado hace dos meses, para crear la división de televisión.

A pesar de que Zeta se retiró, casi en el último instante, de la puja por el último canal de televisión analógico otorgado por el Gobierno (y donde había de formar tándem con Globomedia, Mediapro y Grupo Godó, quien también se descolgó poco antes de la adjudicación), no ha abandonado su idea de explotar un canal de ámbito nacional. De hecho, desde hace un año trabaja en el proyecto Rafael Nadal, con un equipo en el que se ha enterrado una considerable cantidad de dinero.

En estos momentos, Zeta cuenta ya prácticamente con el control de varias emisoras de televisión municipales que, en un futuro próximo, podrían pasar a formar parte de su red televisiva y se pondrían al servicio de la cadena generalista que quiere organizar.