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El futuro de Prisa sin Polanco: Juan Luis Cebrián exige "lealtad" al heredero, Ignacio Polanco
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El futuro de Prisa sin Polanco: Juan Luis Cebrián exige "lealtad" al heredero, Ignacio Polanco

Es la gran pregunta que tras la desaparición física del fundador del Grupo Prisa, Jesús Polanco, se hace la comunidad política, económica y cultural española: ¿Cuál

Foto: El futuro de Prisa sin Polanco: Juan Luis Cebrián exige "lealtad" al heredero, Ignacio Polanco
El futuro de Prisa sin Polanco: Juan Luis Cebrián exige "lealtad" al heredero, Ignacio Polanco

Es la gran pregunta que tras la desaparición física del fundador del Grupo Prisa, Jesús Polanco, se hace la comunidad política, económica y cultural española: ¿Cuál es el futuro del mayor grupo de comunicación y ocio de habla hispana? ¿Quién llevará la manija del poder? ¿Se avendrá Juan Luis Cebrián, consejero delegado y gran capataz, a ponerse a las órdenes del heredero, Ignacio Polanco?

Distintas opiniones consultadas ayer coincidían en señalar la importancia del artículo publicado ayer por Cebrián en El País (aparecido el sábado en la edición on line, casi inmediatamente después de que se conociera la muerte del editor, lo que parece indicar que su autor lo había escrito de antemano), como revelador de algunas de las claves que van a conforman el futuro de la relación entre el nuevo presidente, Ignacio Polanco, y el viejo consejero delegado, relación que marcará el futuro inmediato del Grupo Prisa.

En dicho artículo, Cebrián reclama al heredero “lealtad” a la “alianza de sangre en torno al propósito fundacional de El País que habíamos sellado [Jesús Polanco y él mismo] entre nosotros”. En efecto, al responder al supuesto interés de Ignacio por las claves de la amistad entre ambos, Cebrián señala textualmente que “es muy fácil, le dije, se llama lealtad mutua. Él me permitió hacer el periódico que yo quería y lo defendió ante los numerosos ataques que recibíamos”.

El párrafo es toda una oferta de entente futura, resumida en un reparto claro de áreas o esferas de influencia: El hijo del fundador debería centrarse en las tareas gerenciales del Grupo, dejando la dirección ideológica de los medios, como hasta ahora, en manos de Cebrián. Esa es la garantía de que “sus enemigos y los míos, que pugnaron repetidas veces por romper los lazos que nos hermanaron en tantas cosas”, tampoco ahora conseguirán “generar entre nosotros la más mínima grieta”.

Está por ver, sin embargo, si los hijos y sobrinos del fundador, que claramente pertenecen a otra generación, van a asumir la propuesta de Cebrián, van a aceptar ese “pacto de sangre”, renunciando a meter baza en la dirección de los medios del Grupo. Los bloques están claros: Por un lado, Ignacio, hijo y heredero como presidente de Prisa, y Javier Díez Polanco, sobrino y consejero delegado de Sogecable, vecinos de Villafranca del Castillo (Madrid) e íntimos amigos.

Por otro, el tantas veces citado Cebrián, una figura inextricablemente unida a la de Felipe González, que también tendrá mucho que decir en el futuro del grupo como uña y carne de aquél. Meses atrás, algunos medios de comunicación, incluido éste, se hicieron eco del supuesto interés del tándem Cebrián-González por convencer al magnate mexicano Carlos Slim para que tomara una participación significativa en el grupo Prisa.

La opinión del mercado es que los nuevos gestores de Prisa no van a disponer de mucho tiempo para pensárselo. A cuenta de la enfermedad del tycoon, el Grupo ha experimentado un cierto parón gerencial, ha perdido nervio a la hora de la toma de decisiones, lo que ha permitido al nuevo grupo emergente de comunicación amigo de José Luis Rodríguez Zapatero, Globomedia, adoptar claramente la iniciativa en asuntos capitales como la contratación de derechos del fútbol televisado.

Es la gran pregunta que tras la desaparición física del fundador del Grupo Prisa, Jesús Polanco, se hace la comunidad política, económica y cultural española: ¿Cuál es el futuro del mayor grupo de comunicación y ocio de habla hispana? ¿Quién llevará la manija del poder? ¿Se avendrá Juan Luis Cebrián, consejero delegado y gran capataz, a ponerse a las órdenes del heredero, Ignacio Polanco?