Vocento no puede cesar al director del diario 'ABC': los Luca de Tena se reservaron ese derecho hasta 2012

Una situación tan difícil de explicar como de entender desde el punto de vista de la propiedad de un negocio: el Grupo Vocento, propietario del diario ABC, está jurídicamente atado de pies y manos para intervenir en un elemento tan esencial de la gestión del diario cual es el nombramiento y cese de su director. Esa es prerrogativa que, según los acuerdos de fusión suscritos en 2001 entre el Grupo Correo y Prensa Española, editora del periódico, corresponde a la familia Luca de Tena hasta el año 2012.

En septiembre de 2001, el Grupo Correo y Prensa Española dieron luz verde a una fusión que, a cuenta de los distintos tamaños de ambas, revistió la forma de una absorción por el grupo vasco del 78,95% del capital de Prensa Española, quedando el restante 21,05% en manos de la familia Luca de Tena, fundadora del diario ABC. En aquel momento, la familia Ybarra, accionista de referencia del Grupo Correo, otorgó a los Luca de Tena el privilegio de nombrar y cesar al director de ABC hasta el año 2012.

Así quedó recogido en el Estatuto de ABC y así figura en los acuerdos de fusión remitidos en su día a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Lo que entonces pareció simplemente un gesto elegante para con los fundadores, se ha convertido en una pesadilla para los actuales gestores de Vocento (nombre adoptado tras la fusión de ambos grupos), que se encuentran maniatados para cesar a José Antonio Zarzalejos e iniciar un proceso de recuperación de las ventas del periódico.

Porque Zarzalejos, con el respaldo de Catalina Luca de Tena, actual vicepresidenta de Vocento, cuyo favor ha sabido ganarse, ha terminado por hacerse fuerte en ABC entre constantes amagos de dimisión que nunca llegan a concretarse. Con un consejo muy dividido, la situación de puro trágica ronda lo cómico: todo el mundo está de acuerdo en que, llegados a la situación actual, la recuperación de ABC pasa por un cambio en la dirección, pero esta no es posible a menos que los Luca de Tena, y en particular Catalina, Cata para los amigos, de su brazo a torcer.

En los últimos días, particularmente a lo largo de la semana pasada, Catalina se ha movido de forma frenética entre los miembros del consejo de Vocento tratando de buscar apoyos, en Madrid y en Bilbao, incluso ante los líderes del Partido Popular, a favor de la continuidad de José Antonio Zarzalejos.

En la tarea se ha visto ayudada por el propio afectado, que ha aprovechado el carrusel de nombres que, como potenciales candidatos a la dirección del diario, han saltado a la palestra -algunos lanzados por el propio Zarzalejos para comprobar el eco que causaban-, para reclamar un acto de cordura, escudado en el efecto demoledor que ese carrusel estaba causando en la moral de la redacción. Razón por la cual no sólo no podía dimitir, sino que reclamaba “una muestra de confianza” del Consejo hacia su persona para seguir adelante.

De la tarea se encargó Catalina, llamando uno a uno a los distintos miembros del Consejo que, decididos a no armar más ruido del que ya atruena en la casa, han optado por apoyar provisionalmente a José Antonio Zarzalejos. Las partes en conflicto, que son dos pero podrían ser tres si nos atenemos a la división del Consejo, han convenido en mostrar un apoyo “provisional” a Zarzalejos, condicionado a que éste inicie un “proceso de transición ordenada” que, en el plazo de unos meses, conduzca al nombramiento de un nuevo director del decano de los diarios españoles de tirada nacional.