El Grupo Prisa cambia de sintonía en México para acercarse al Gobierno de Calderón

Andan caldeados los ánimos al otro lado del charco con el Grupo Prisa. El conglomerado de medios español ha decidido retirar el micrófono a la periodista más crítica con el poder de México, Carmen Arístegui, y no pueden escudarse en motivos de audiencia. Su informativo en la W Radio, de cuya empresa matriz Prisa posee el 49% -aunque se encarga de la gestión de los contenidos informativos-, es el más exitoso de las ondas de su país. La razón “especulativa, pero a la vista”, en palabras del periodista y analista político Jorge Zepeda Patterson, es que en 2006, una vez confirmado el triunfo de Felipe Calderón como presidente del país, el grupo de Ignacio Polanco realizó algunos cambios de fondo destinados a colocarse junto al sol que más calienta, es decir, junto al nuevo Gobierno.

Y es que al Grupo Prisa se le había colocado en las proximidades del oponente a Calderón en las presidenciales de 2006, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Para hacer ver que esto no era así, el grupo que hoy preside Ignacio Polanco llevó a cabo la sorprendente contratación –normal dentro de las prácticas de Prisa en toda Latinoamérica- del mismísimo cuñado de Felipe Calderón, Juan Ignacio Zavala, quien, para sorpresa de muchos, no dudó en meter mano en la línea informativa de W Radio invitando a marcharse a ciertos locutores incómodos y, finalmente, no renovando el contrato de su gran estrella, Carmen Arístegui, en los primeros días de 2008.

Los movimientos de periodistas en función del color político del Gobierno son hasta cierto punto normales en España. La caída de Arístegui, sin embargo, ha caído en México como un jarro de agua fría. Hasta ahora, Prisa había logrado labrarse cierta reputación como garante de la pluralidad informativa, tras haber convencido en sus inicios a Televisa, su socio en W Radio y enemigo de la locutora, de la necesidad de ganar credibilidad y audiencia mediante una información imparcial y de calidad. El sueño ha durado poco. A la vista de los resultados está: Prisa se ha plegado a los intereses políticos locales, algo de lo más normal visto desde su trayectoria española.

Comunicado de Televisa

Televisa Radio, la empresa participada por Televisa y Prisa, ha hecho público un comunicado enmarcando la decisión de dejar de contar con los servicios de Carmen Arístegui “en un proceso de renovación, actualización y expansión de W Radio” basado en el nuevo modelo de organización y trabajo implantado por Unión Radio (Prisa) que apuesta por que sus profesionales trabajen con “absoluta libertad”, al que Arístegui no se ha podido unir pese “a un año de conversaciones”. Ese modelo, apostilla la empresa, consiste en “el trabajo en equipo y el derecho a la información plural”.

Para la periodista, sin embargo, la explicación esencial es que “el modelo editorial que hemos practicado a lo largo de estos años en W Radio es incompatible en todo caso con el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado y experimentado en otros lugares.” Sin esconder su contrariedad, la locutora se despidió de los directivos de Prisa Jaime Polanco y Antonio Navalón, así como del presidente de la agencia Efe Alex Grijelmo. Como denunciara anteayer el profesor de la UNAM Javier Corral, los directivos de El País “se rajaron todititos, como el peor de los nuestros”.