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Prisa se da más tiempo para convencer a la banca y satisfacer las exigencias de Liberty
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MIENTRAS CIERRA UN NUEVO ACUERDO EN PORTUGAL

Prisa se da más tiempo para convencer a la banca y satisfacer las exigencias de Liberty

Tres semanas de infarto. Road show de Boston a Arizona. El consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha puesto toda la carne en el asador

Foto: Prisa se da más tiempo para convencer a la banca y satisfacer las exigencias de Liberty
Prisa se da más tiempo para convencer a la banca y satisfacer las exigencias de Liberty

Tres semanas de infarto. Road show de Boston a Arizona. El consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha puesto toda la carne en el asador para convencer a los accionistas de Liberty de que den luz verde al pacto por el que el fondo americano entrará con 660 millones en el capital de Prisa. Sin embargo, antes de que puedan siquiera pronunciarse, los Polanco tienen que satisfacer un trámite previo: conseguir el plácet de los bancos acreedores para refinanciar su deuda. Una formalidad que no está aún resuelta. De hecho, Liberty y Prisa ampliaron ayer hasta el 19 de abril el plazo para superar este escollo.

El aplazamiento, comunicado al supervisor estadounidense (SEC), es ya el segundo que se plantea desde que se anunció el acuerdo. El primer deadline, fijado en el 15 de marzo, se trasladó al 5 de abril. Resulta curioso que Prisa no haya remitido ningún hecho relevante a la CNMV para informar de estos retrasos. La nota hecha pública ayer recuerda que Liberty tiene el derecho de romper el acuerdo si Prisa no logra el visto bueno de los 40 bancos que forman parte del crédito sindicado de 1.600 millones. Esa luz verde, como admitía el grupo de medios español, también es necesaria para reestructurar hasta 2013 del crédito puente de 1.950 millones solicitado para financiar la opa por el 100% de Sogecable.

Fuentes internas de Prisa consultadas por El Confidencial dan por cerrado el acuerdo con la banca. “Está prácticamente hecho. Sólo hubo dos bancos, Calyon y Caja Bajadoz, que inicialmente pusieron problemas”, aseguran, insistiendo en que tan sólo falta completar flecos para su rúbrica. Sin embargo, fuentes financieras advierten de que el rechazo por parte de las autoridades de competencia portuguesas a la opa de la lusa Ongoing sobre Media Capital, la filial de Prisa en el país vecino, pueden haber generado una cierta inquietud en las entidades financieras. “Estas dos semanas podrían permitir que Pais do Amaral entrara en Media Capital y se recuperare el status quo”, subrayan.

El problema portugués

La operación, por la que Prisa vendía a Ongoing el 35% de Media Capital, era una de las claves en el plan de desinversiones al que la banca obligó a la compañía de los Polanco. La transacción permitía a Prisa ingresar entre 100 –según la presentación a la SEC de Liberty- y casi 160 millones de euros –según las cifras planteadas por Prisa cuando se anunció el acuerdo-. Para tranquilizar a las entidades financieras una vez se conocieron los reparos de las autoridades de competencia, se anunció ipso facto que Miguel Pais do Amaral, antiguo accionista de referencia de la compañía, negociaba su reentré en el grupo portugués. 

Paradójicamente, su socio entonces en Media Capital era Nicolas Berggruen, cabeza visible de Liberty. No se fueron con las manos vacías.Sin ir más lejos, Berggruen compró su participación en Media Capital por nueve millones de dólares y la vendió a Prisa por 150 millones, según recuerda Forbes. Se cerraría el círculo. Por otra parte, la de Media Capital no es la única operación que Prisa tiene pendiente. Por ejemplo, falta por cerrar la venta del 25% de Santillana al fondo DLJ South American Partners, una operación que le reportaría otros 230 millones. Este periódico ha intentado contactar en numerosas ocasiones con la compañía sudamericana para conocer el estado de la operación sin recibir respuesta.

El préstamo puente fue suscrito el 20 de diciembre de 2007 y tiene como bancos acreedores al HSBC, Santander, Banesto, Caja Madrid, La Caixa, BNP Paribas y Natixis. En marzo de 2009, Prisa consiguió in extremis un waiver de un año a cambio de acometer, entre otras exigencias, un duro plan de desinversiones. El HSBC también encabeza el préstamo sindicado, suscrito en 2005, junto con La Caixa, Caja Madrid y una pléyade de entidades como City, Calyon o Royal Bank of Scotland. Una vez cerrada la reestructuración de la deuda, Prisa depende de que el 30% del capital de Liberty no vote en contra del acuerdo, lo que echaría por tierra la operación.

Tres semanas de infarto. Road show de Boston a Arizona. El consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, ha puesto toda la carne en el asador para convencer a los accionistas de Liberty de que den luz verde al pacto por el que el fondo americano entrará con 660 millones en el capital de Prisa. Sin embargo, antes de que puedan siquiera pronunciarse, los Polanco tienen que satisfacer un trámite previo: conseguir el plácet de los bancos acreedores para refinanciar su deuda. Una formalidad que no está aún resuelta. De hecho, Liberty y Prisa ampliaron ayer hasta el 19 de abril el plazo para superar este escollo.

Juan Luis Cebrián