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Más periodistas encarcelados en 2010 por culpa de la represión en Irán y en China
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LA CIFRA MÁS ALTA DE LOS ÚLTIMOS 14 AÑOS

Más periodistas encarcelados en 2010 por culpa de la represión en Irán y en China

Irán y China son los principales responsables de que en 2010 el número de periodistas presos haya subido estrepitosamente hasta alcanzar los 145, su número más

Foto: Más periodistas encarcelados en 2010 por culpa de la represión en Irán y en China
Más periodistas encarcelados en 2010 por culpa de la represión en Irán y en China

Irán y China son los principales responsables de que en 2010 el número de periodistas presos haya subido estrepitosamente hasta alcanzar los 145, su número más alto desde 1996.  En aquel año la represión turca de periodistas kurdos se llevó la palma. Catorce años después, la persecución iraní de voces críticas con el régimen y la brutal supresión del periodismo étnico en China son las principales responsables de que este año haya 9 periodistas encarcelados más que el pasado. Y eso a pesar de la liberación de 17 periodistas cubanos presos desde 2003.

Los datos se desprenden del informe anual que realiza el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), que contabiliza los informadores encarcelados hasta la medianoche del 1 de diciembre. Según su estadística, los países más carceleros (Irán y China) comparten la cifra de informadores presos: 34. Les siguen Eritrea, con 17, Myanmar, con 13 y Uzbekistán con 6 informadores entre rejas.

Curiosamente este año EE UU ha conseguido escaparse de la lista negra y por primera vez desde 2004 no aparece en el vergonzoso censo de los países que no toleran la libertad de expresión. Tras años deteniendo a informadores que tocaban las fibras sensibles del imperio (Irak, Afganistán y Guantánamo eran los temas que más periodistas llevaban a las cárceles americanas) parece ser que el ejecutivo de Barack Obama ha decidido dejar tranquilos a los periodistas.

Quien no ceja en su empeño de mantener bajo llave los secretos nacionales es el gobierno iraní, que por preservarlos ha conseguido el triste honor de encarcelar a la persona más joven del censo de CPJ. El bloguero Navid Mohebbi se atrevió a hablar de los derechos de la mujer y fue a parar al calabozo, junto al escritor Issa Saharkhiza y otros ‘infractores’.

El Gobierno chino, por su parte, se ha dedicado este año a perseguir y encerrar a los periodistas uigures y tibetanos que tenían la osadía de hablar sobre asuntos étnicos y dar voz a los reprimidos por el régimen.

Los vagos motivos de los poderosos

Estos y otros gobiernos censores se basan en vagas acusaciones de ‘delitos contra el Estado’ para encarcelar a los periodistas más molestos. En ese ambiguo saco caben los aún más imprecisos términos de ‘traición’, ‘subversión’ o ‘actuación contra los intereses nacionales’ en los que resulta fácil incluir prácticamente a cualquier agente molesto que se quiera acallar. Actualmente al menos 72 periodistas permanecen detenidos bajo acusaciones de este tipo. Tras los supuestos delitos contra el Estado, la segunda acusación más blandida por los poderosos para proteger sus intereses encarcelando a periodistas es la violación de las reglas de censura, un motivo por el cual hay 12 personas entre rejas.

“La justificación legal para encarcelar periodistas varía de país a país”, asegura el director ejecutivo del CPJ, Joel Simon, “pero el motivo es casi siempre el mismo: aplastar a los que desafían la autoridad del Estado”.

Casi más preocupante que los vagos motivos para detener que tienen los Gobiernos es su impunidad y su falta de sentido de la justicia. En 34 de los 145 casos de 2010, las autoridades que detuvieron a periodistas prescindieron por completo del debido proceso judicial: ni presentaron acusaciones ni llevaron a cabo juicio ninguno.

Más allá de los reporteros detenidos el CPJ también ofrece escalofriantes datos en su página web sobre los 42 periodistas muertos este año mientras realizaban su trabajo (una cifra sensiblemente más baja que la del año pasado, que alcanzaba los 72 fallecidos). El 62% de ellos fue asesinado y el 19% murió ‘en combate’ o desempeñando ‘misiones peligrosas’. Llama la atención que el 96% de los responsables de estas muertes gocen de total impunidad. El país en el que más informadores fallecieron en 2010 fue Pakistán (8), seguido de Iraq (4), Honduras y México (3 en cada uno). La mitad de estos periodistas cubría temas de política y casi un tercio se dedicaba a destapar casos de corrupción.

A estas estadísticas hay que sumar, además, cinco reporteros desparecidos en 2010. 

Irán y China son los principales responsables de que en 2010 el número de periodistas presos haya subido estrepitosamente hasta alcanzar los 145, su número más alto desde 1996.  En aquel año la represión turca de periodistas kurdos se llevó la palma. Catorce años después, la persecución iraní de voces críticas con el régimen y la brutal supresión del periodismo étnico en China son las principales responsables de que este año haya 9 periodistas encarcelados más que el pasado. Y eso a pesar de la liberación de 17 periodistas cubanos presos desde 2003.