Competencia compromete la fusión Antena 3-La Sexta al vetarles la pauta única

Antena 3 tendrá que reflexionar con calma para decidir si sigue adelante con la compra de La Sexta. Las condiciones impuestas a la operación por la Comisión Nacional de Competencia (CNC), considerablemente más duras que las acordadas en su día para la adquisición de Cuatro por parte de Telecinco, impedirán a la cadena de José Manuel Lara aplicar su modelo de pauta única a los nuevos canales. La fórmula, que consiste en emitir los mismos anuncios de forma simultánea en todas sus frecuencias, es uno de los pilares en la política de comercialización publicitaria de Antena 3, que ha negociado con Competencia hasta el último minuto para mantenerla.

“Antena 3/La Sexta no podrá ofertar la contratación de espacios publicitarios en ‘simulcast’ salvo que el anunciante lo solicite por escrito previa y expresamente”, zanja el supervisor, que admite haber rechazado la última propuesta de compromisos planteada por el grupo de medios el 14 de junio. “La CNC ha llegado a la conclusión de que la misma [la operación] genera problemas de competencia significativos en distintos mercados audiovisuales en España, especialmente en el mercado de publicidad televisiva, como consecuencia de la desaparición de La Sexta como operador independiente, el reforzamiento del poder de mercado de Antena 3 y la mayor capacidad de incentivos de Mediaset y Antena 3 para coordinarse tácitamente tras la operación de concentración”.

Para evitar políticas comerciales que limiten la competencia, el supervisor autoriza la operación pero impide a Antena 3 comercializar la publicidad de terceros, al tiempo que le obliga a gestionar de forma separada la publicidad de sus dos canales en abierto de mayor audiencia. Del mismo modo, la cadena tendrá que publicar cada tres meses su oferta de productos publicitarios, garantizando “la posibilidad de adquisición de espacios (...) de forma individualizada en cada uno de los canales”. Finalmente, la nueva empresa no podrá condicionar las ofertas comerciales a la contratación de una cuota mínima de inversión o GRPs.

El paquete publicitario era el que mayor temor suscitaba en las dos televisiones. El resto de la hoja de ruta es inicialmente asumible. Por ejemplo, Antena3/La Sexta no podrá ampliar su oferta de canales de televisión en abierto vía arrendamiento de canales. La compañía también estará obligada a limitar a tres años sus contratos de adquisición exclusiva de contenidos y deberá restringir “su capacidad para excluir a las productoras de televisión nacionales como oferentes de programas a competidores de televisión en abierto”. Las condiciones permanecerán vigentes durante cinco años y serán supervisadas periódicamente por la Comisión.

Dos gigantes televisivos

Cómo avanzó El Confidencial, la aspiración de Antena 3 era lograr unas condiciones similares a las que en su día recibió Telecinco para cerrar la compra de Cuatro. Sin embargo, el nuevo mapa audiovisual en ciernes, con dos gigantes televisivos que controlarán el 85% del mercado publicitario, ha endurecido en las últimas semanas la postura del supervisor. Tampoco ha ayudado a suavizar su percepción del actual panorama el expediente sancionador abierto contra Mediaset el pasado mes de junio por incumplir las condiciones que se le impusieron para la adquisición de Cuatro.

Las autoridades de Competencia advertían entonces “indicios” de que el grupo italiano está llevando a cabo “una estrategia de vinculación de facto de la venta de publicidad de sus canales”. Es más, la CNC iba más allá y al abrir expediente a Mediaset subrayaba que su posición en el mercado “se habría visto reforzada por la reciente introducción de un nuevo modelo de comercialización de la publicidad”. Una reflexión que todo buen entendedor enlaza con la decisión del grupo de modificar su política comercial a finales del pasado año y copiar el modelo de pauta única de Antena 3 para alguno de sus canales, en concreto para Cuatro, Divinity y Energy.

Incluso con tan duras condiciones, que la fusión descarrile sigue sin parecer una opción. Antena 3 necesita cerrar la integración para competir de igual a igual con Mediaset. Sin contar con lo ajustado del coste de la transacción y los jugosos créditos fiscales con los que ya cuenta. Al menos los plazos que manejaba la cadena de Planeta se han cumplido. Su idea pasaba por “empezar a gestionar en septiembre y ver resultados a partir de enero”, según aseguraban fuentes próximas a la cadena a principios de año. Todo en un año especialmente doloroso para las televisiones por la debacle de la publicidad y con los grupos en vilo ante la presentación de los resultados del primer semestre, hacia finales de mes.