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Alatriste vuelve a las estanterías tras su éxito cinematográfico
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Alatriste vuelve a las estanterías tras su éxito cinematográfico

El capitán Alatriste, el soldado español del siglo XVII que lleva diez años arrasando en las listas de ventas de la mano de su creador, Arturo

El capitán Alatriste, el soldado español del siglo XVII que lleva diez años arrasando en las listas de ventas de la mano de su creador, Arturo Pérez-Reverte, vuelve estos días a las estanterías tras su brillante triunfo en la batalla cinematográfica. La sexta entrega de la saga, Corsarios de Levante (Alfaguara), lleva a Diego Alatriste y Tenorio de singladura por el mar Mediterráneo de 1627, donde vivirá batallas navales contra los turcos, duelos en Nápoles y enfrentamientos con su protegido, el adolescente Iñigo Balboa.

Esta nueva aventura llega tras el paso por la gran pantalla del personaje, interpretado por el estadounidense Viggo Mortensen, una versión que ha satisfecho a su creador literario y ha arrasado en taquilla, con más de tres millones de espectadores y 16 millones de euros recaudados, según datos del Ministerio de Cultura. "La película ha dado una dimensión mediática al personaje, lo ha acercado al público que no lo conocía", dijo el martes Pérez-Reverte en la presentación de la novela en Madrid.

El escritor cartagenero, de 55 años, reconoció que a veces él mismo, al escribir, veía "algún gesto de Viggo" pero "básicamente el Alatriste literario no ha sido contaminado por el Alatriste cinematográfico". Diez años después de publicarse el primer libro, Alatriste no sólo ha quedado reflejado en el cine, sino que han surgido libros con rutas por la España de la época e incluso un restaurante con menús del siglo XVII.

Una serie de televisión

Pérez-Reverte dijo que, aunque no habrá una segunda parte cinematográfica -Mortensen ya ha muerto en la batalla de Rocroi en 1643-, sí le han ofrecido una serie de televisión más fiel a los libros que "ni siquiera contemplo ahora". Preguntado sobre si el capitán de los Tercios de Flandes viajará a América, algo que le piden sus lectores latinoamericanos, el autor dijo: "Por el plan cronológico que tengo, si lo llevo a América y lo traigo me rompe el esquema. No, Alatriste no irá a América".

El éxito no sólo se ha fraguado sobre las aventuras de espadachines de un siglo en el que España era potencia mundial, sino que se basa también en las relaciones humanas, el sólido apoyo documental y el lenguaje, mezcla del de la época y el actual. "En esta ocasión se crea con el lenguaje una aventura paralela, la de la jerga soldadesca, marinera, de los piratas. El lenguaje es protagonista", dijo Pérez-Reverte.

El ex periodista alega que la gran aceptación se fundamenta en que el público ve reflejada su amargura como español en el personaje de ficción, amigo en las novelas de escritores como Francisco de Quevedo y Lope de Vega. "Ser español es una escuela muy dura, muy difícil. No hay español lúcido que no tenga una amargura: el Siglo de Oro, la Guerra Civil, la República", dijo el autor.

El XVIII es el otro siglo sobre el que le gustaría escribir a Pérez-Reverte, puesto que fue otro momento en el que "España pudo ser moderna, libre, culta y no fue". "No tuvimos la suerte de tener una guillotina y la vida siguió entre las faldas del clero y los salones reales", dijo el autor, que añadió que de no haber sido un escritor de éxito con novelas como "La tabla de Flandes" o "El maestro de esgrima" nunca hubiera podido vender a los editores el personaje de Alatriste. "Para mí Alatriste no es un proyecto puntual, es el resultado de una vida", concluyó.

El capitán Alatriste, el soldado español del siglo XVII que lleva diez años arrasando en las listas de ventas de la mano de su creador, Arturo Pérez-Reverte, vuelve estos días a las estanterías tras su brillante triunfo en la batalla cinematográfica. La sexta entrega de la saga, Corsarios de Levante (Alfaguara), lleva a Diego Alatriste y Tenorio de singladura por el mar Mediterráneo de 1627, donde vivirá batallas navales contra los turcos, duelos en Nápoles y enfrentamientos con su protegido, el adolescente Iñigo Balboa.