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Una muestra reúne en Londres la colección de arte de la emperatriz Josefina
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Una muestra reúne en Londres la colección de arte de la emperatriz Josefina

Doscientos años después de su muerte, una exposición reúne en Londres la valiosa colección de obras de arte de Josefina de Beauharnais, la primera esposa de

Doscientos años después de su muerte, una exposición reúne en Londres la valiosa colección de obras de arte de Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón Bonaparte, reunidas por primera vez desde la época imperial francesa. Las piezas de la exposición Francia en Rusia: la Colección Malmaison de la Emperatriz Josefina, que puede visitarse desde el 25 de julio hasta el 4 de noviembre en el palacete Somerset House, proceden del famoso museo del Hermitage de San Petersburgo, donde están desperdigadas por sus numerosas salas.

Ahora esta exposición ha querido reunirlas todas en un mismo espacio y evocar la atmósfera del Castillo de Malmaison, cercano a París y donde la emperatriz quiso crear su pequeño Louvre. Josefina (1763-1814) adquirió en 1799 esa propiedad, que fue testigo de todos los recuerdos de su historia de amor con Napoleón, con quien se casó en segundas nupcias en 1796 y del que se divorció trece años más tarde.

La emperatriz, que dijo de ella misma que "no había nacido para tanta grandeza", invirtió energía y tiempo en decorar con pinturas, esculturas y artes decorativas las paredes de Malmaison, para dotarlo del glamour y la pompa que se esperaba de su estatus. En 1810, tras su divorcio del Emperador de los Francese por su incapacidad de darle el hijo que él tanto deseaba, Josefina se trasladó a vivir a Malmaison, donde aumento su colección personal de arte hasta las 350 pinturas, lo que le convirtió en una de las mecenas más importantes de la época.

La emperatriz reunió en el castillo obras de una extensa gama de escuelas y periodos, algunas de ellas regaladas y otras adquiridas, pero la mayoría fruto de las conquistas de Napoleón. La bailarina, del italiano Antonio Canovas; Paisaje con Tobías y el ángel, de Claude Lorrain, o Retrato de Josefina, de François Gérard, son algunas de las valiosas obras de la colección, que en 1815 viajó en secreto desde París hacia Rusia mientras el imperio de Napoleón empezaba a desmoronarse.

Ese año, la corte rusa adquirió por menos de un millón de los francos de entonces unas cuarenta de las pinturas a las hijas de Josefina, quienes habían heredado de su madre una deuda de más de tres millones de francos. La venta a Rusia de parte de la Colección de Malmaison, como empezó a conocerse, se consideró un símbolo de la victoria rusa sobre Francia.

Pero fue también un homenaje a la emperatriz Josefina, quien en sus últimos años de vida recluida en ese castillo cercano a París acabó cimentando unas buenas relaciones con el zar Alejandro I y su hermano Nicolás, pese a los años de enfrentamiento que habían mantenido Francia y Rusia. Tanto es así que la guardia de honor del emperador ruso asistió al funeral de la también conocida como "ángel de la bondad", para enojo del propio Napoleón.

Doscientos años después de su muerte, una exposición reúne en Londres la valiosa colección de obras de arte de Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón Bonaparte, reunidas por primera vez desde la época imperial francesa. Las piezas de la exposición Francia en Rusia: la Colección Malmaison de la Emperatriz Josefina, que puede visitarse desde el 25 de julio hasta el 4 de noviembre en el palacete Somerset House, proceden del famoso museo del Hermitage de San Petersburgo, donde están desperdigadas por sus numerosas salas.